Aunque hubiese pasado demasiado tiempo desde aquello... Yo seguía recordando ese sentimiento horripilante que me había llenado el alma y la consciencia; La Impotencia me mataba.
Después de la repentina y dolorosa partida sin razón de mi madre, fui puesto en custodia de la Aldea. Ahora le pertenecía a la Aldea, más bien, al Hokage de esta. El tenía la obligación de darme una vida promedio. Básicamente lo mismo que se debía hacer con todo niño huérfano.
¨Pero... Yo no era completamente huérfano. Mi padre seguía de mi lado¨.
Durante los primeros meses que pase en el orfanato temporal al que me habían asignado no paraba de llorar. Me sentía pequeño en ese entonces. Como si una sustancia venenosa se introdujera en mi corazón, pero, por tan fuerte que fuese, no me mataba. Me dejaba en pleno sufrimiento.
Pequeño o no. En ese entonces fue cuando gané el odio de todos los que me rodeaban... ¿Cómo? Je... De manera sencilla cometí mi primer asesinato.
Su nombre... ¿Yuki Kaminari? La verdad no he olvidado. Solo recuerdo pequeñas fracciones de su aniñado cuerpo. El como le ahogue...
Estaba enojado... Solo eso.
-¨Monstruo¨- Poco después de eso el castigo fue ¨Grave¨. Fui expulsado del orfanato .
La noticia se disparo entre unos cuantos dando una mala reputación a mi aniñado rostro. Sin embargo... Lo que verdaderamente me dio mala fama fue la noticia que se expandió de parte de un grupo de consejeros hambrientos de poder.
Ahora no era Monstruo... Ahora era el ¨Kyubi no Yoko¨.
El boom que dio la noticia sobre lo que se ocultaba dentro de mi alerto a mucha gente. Le creyeron a todos esos concejales como si de su mano viniese el agua.
Lo que les importaba no era lo que guardara dentro de mi. Lo que verdaderamente temían era a lo que podría yo hacer con ello.
[...]
-Ahhhh! - El típico grito de guerra salió disparado desde las cuerdas vocales del azabache. La fuerza que expulsaba hacía que se marcasen sus venas y los músculos se expandieran.
-¡Eso fue asombroso Sasuke-san! - La pequeña niña gritaba asombrada dando ánimos al chico que se volvía a abalanzar sobre un tronco, claramente utilizado para el entrenamiento, y comenzaba con una nueva secuencia de golpeas cargados de la frustración.
-Itami, guarda silencio - Gruño el ¨Vengador de los Uchiha¨. Estaba arto de los gritos de la infante cuya precedencia venía de las ramas bajas del clan Uchiha. Su Clan.
-Moo Sasuke-san, ¿Podría entrenarme? -Ignoro la queja del mayor y se levantaba de su cómodo asiento sobre unas cuantas sábanas.
Los verdes del bosque esa mañana se encontraban más relucientes de lo normal. Daba un ambiente demasiado relajante lo cual ayudaba a cualquiera para calmar sus males.
Apenas iban marcando las seis de la mañana y el Heredero Uchiha se encontraba descargándose contra un tronco. Tal parecía que el no gozaba de respirar el dulce aroma del pasto y la hierba fundidos en un rustico paisaje.
-Eres demasiado pequeña. Además de mujer - Se burlo dejando de lado el destrozado tronco para fijar la mirada en la pequeña niña de lindos cabellos oscuros.
Los negros ojos de la niña no mostraban la misma curiosidad de antes tras la insinuación del adolescente. Definitivamente la niña odiaba ser subestimada.

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Impotencia - Naruto
Fanfiction¨La impotencia de esta preciada alma...¨ Bajo las órdenes del Sandaime Hokage, Uzumaki Naruto, el que algún día será conocido como ¨Satsujin-sha¨ (El que asesina), tomará papel dentro de las pesadillas de todo Shinobi. ¨Oka-san temía por mí. Oka...