Narra DanielDesperté con la cabeza de Luna en mis piernas, el cuello adolorido y mis pies encima de una almohada?? Como rayos llegue a estar así!? Ha...ya me acorde... Bueno hora de levantarse. Moví mis piernas y recibí un golpe de parte de la chica después de eso subi mis piernas tirando a la chica de la cama y aproveche ese momento para salir corriendo del cuarto, pues ya sabía que si me alcanzaba me iba a matar!, no pare de correr hasta llegar con nuestra abuelita que estaba en un espejo arreglándose el cabello y le dije muy rápidamente: ¡abuelita ayúdame Luna me quiere matar! Y en eso llega Luna corríendo y me pongo detrás de mi abuelita, como escudo, cuando luna dice: buenos días abuelita me permites a Dani?? Mi abuelita le dijo que no y yo le saque la lengua, como dos niños pequeños jugando a corretearse.
Cuando se resolvió nuestra pequeña pelea volvimos al cuarto y vimos que Alex estaba echado en ambas camas, Luna y yo nos miramos y dijimos al mismo tiempo: piensas lo mismo que yo? Era obvio teníamos la misma loca idea así que yo llene una cubeta con agua y Luna fue por un silbato, y esperando el momento indicado Luna soplo el silbato, Alex se levantó de un brinco y yo le eché el agua encima Alex nos miró con ganas de asesinarnos pero no lo hizo ya que llegó mi tío y nos mando a bañar porque saldríamos a desayunar simplemente ignorando lo que le acabábamos de hacer al pobre de nuestro hermano tomamos nuestra ropa y uno por uno nos fuimos metiendo a bañar, mientras nos vestíamos notamos que el gato seguía dormido!! Como no se despertó con el silbato!? O con el agua!? Por dios! Ese gato tiene el sueño más pesado que un elefante!!
Dejando al pobre gato de lado mi tío nos llevó mucho años atrás recordando cuando éramos apenas unos niños, nos llevó a comer tacos que quedaban en frente de una gasolinera y aunque el aroma no es el mejor el sabor es espectacularmente delicioso!
Yo pedí dos junto con agüita de Jamaica acompañados con una salsa verde! Y sabian deliciosos!, exquisitos!, me llevó al cielo!!, bueno no tanto así pero si estaban muy ricos.
Después de desayunar nos fuimos al Mercado para visitar a todos los que conocíamos, básicamente caminábamos tres pasos y ya estábamos saludando a más amigos, y había algo en particular que a los tres nos llamó mucho la atención, había cabezas de pollo colgando básicamente de un gancho echo de alambre...salimos del mercado más traumados de lo que entramos al ver la cabeza del cerdo en la estantería en un pasillo que daba al centro del mercado. Saliendo de ahí decidimos ir a visitar a una de nuestras tías que tiene una taquería de carnitas y nuevamente me subí al cielo recordando todos los momentos de niños jugando hay con nuestras primas y por ese sabor tan rico que no se encuentra fácilmente en la ciudad.
Mi tío nos llevó a un lugar donde dijo que había superado su miedo a las alturas, para esto Alex mensiono que desde pequeño le daba vertigo, yo no le temía a las alturas y Luna pues nunca había estado en un lugar medio alto pero ya que se asomó solo pudimos ver cómo Alex caía al suelo, nosotros nos pusimos los trajes de baño y nos aventamos desde un puente, que era el lugar donde mi tío nos llevó, Luna fue la primera en saltar después le seguí yo y Alex no saltó seguía aplastado en el suelo repitiendo: no mires abajo, no mires abajo, no mires abajo, no mires abajo, no mires abajo. Así se la pasó un buen rato asta que nos cansamos y nos fuimos de ahí, fuimos por unas paletas a la paleteria de una amiga de mi abuelito, comimos unas ricas paletas de grosella cuyo sabor no hay en todas las paleterias de la ciudad así que las disfrutamos demaciado y se veía chistoso ya que Luna lamía la paleta de una forma muy...rara por así decirlo y Mi tío así como la saco de la bolsita así se la acabo, aveces pienso que estamos mejor en el campo pues hay muchas cosas que en la ciudad no hay.
El grupito se formó cuando Alex tenía seis años, Luna tenía tres y yo dos, desde chiquitos salíamos a correr, comer y jugar a el callejón, básicamente nos criamos en la calle pues en ese tiempo no estaba tan inseguro como ahora, recorde como un perro siempre nos seguía a todas partes se llamaba cobu y era corriente, era de la calle y nosotros lo nombramos ya que nunca nos perdía de vista, recuerdo una vez en la que casi me atropeya un coche y cobu se me echó encima salvándome el pellejo que si no ubiera echo eso sí me mata el coche ya que tenía más o menos seis años si mal no recuerdo el grupito se separó cuando Luna se fue de aquí a la edad de siete años, yo tenía seis y Alex diez no nos volvimos a ver asta que Luna cumplió los doce, mi tía la mama de Alex nos invitó a su fiesta cuando cumplió quince años y yo pos tenía once ya que soy un año menor que Luna.
Para cuando callo la noche ya estábamos en la cama con las pijama se puestas y el gato jugando con las sabanas, ese gato es muy inquieto, en cuanto nos metimos a las cobijas nos destapamos ya que hacía mucho calor decidimos prender el aire acondicionado y nos acostamos medio raro esa noche? Alex estaba encima de una almohada, Luna estaba abrazando una almohada y su osito de peluche, ¡¡es tan tierna cuando duerme!!, y yo...estaba acostado como una persona normal! Después de un rato ellos se quedaron dormidos y yo no.
Recorde todos esos bellos momentos cuando éramos apenas unos niños tuvimos que aprender a defendernos por las malas y no recuerdo que alguien estuviera tras nosotros cuando nos salíamos a la calle bueno...el perro no cuenta...la verdad es que todos le tememos a algo y creo que mi mayor temor es perder a mis hermanos, a Luna y a Alex, y creo que ellos sienten lo mismo pero me gustaría ser más fuerte, aprender a defenderme para que no se preocuparan tanto por mí cada vez que salgo y no les aviso desearía que las cosas cambiaran y poder ser más fuerte que ellos así yo podría protegerlos igual que ellos hacen conmigo. Esa noche casi no dormí pensando en tantas cosas que me gustaria hacer y pidiendo deseos que de antemano sabía que no se cumplirían si yo no ponía de mi esfuerzo también, porque las cosas no caen del cielo y los sueños no se cumplen de un día para otro hay que luchar por ellos y trabajar duro para conseguirlo!.
-Buenas noches hermanos los quiero-
-atte: Dani.
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Saboreando la libertad ((EDITANDO))
Conto> Luna, una chica de trece años y sus dos primos, Daniel y Alexis están a punto de volver a su hogar y sentir lo que no sintieron en mucho tiempo, la felicidad y saborear la libertad de ser quienes en realidad son