Capítulo 7: ¿Dudas?
Así que, me encontraba besando a Harry y no quería separarme de él, pero sabía que era lo que más debía. Me separé de él con la delicadeza con la que una madre amamanta a su bebé y bajé la mirada, incapaz de mirarle a los ojos, a lo que él se empezó a reír. Claro que entonces pensé que se estaba riendo de mí y que era un idiota, un caradura y un imbécil, que sólo quería besarme y punto. Le pegué un puñetazo suave en el pecho y me di la vuelta sin mirarle a la cara, porque me acababa de confundir demasiado, pero me estaba avergonzando. O eso creía, porque, todo era demasiado confuso para mí. Quería que nos fugáramos y que nos besáramos, y quería ser una de mis primeras veces. Mi primera fuga, mi primer beso, mi primera visita y quién sabe qué, pero ante todo era algo que me gustaba, me incomodaba y-obviamente- me confundía.
- Hey – me llamó mientras me dio un suave apretón en el hombro
- ¿Qué quieres? – le pregunté sin darme la vuelta
- Las mujeres sois raras – me dijo
- Tú eres raro – le dije - pretendes que me muera, pero lo camuflas en forma de felicidad – le dije. Él me puso una mueca que me pareció completamente absurda porque lo que dije, al menos en mi cabeza, tenía sentido
- Emily, no seas ridícula – me advirtió
- No soy ridícula – me defendí
- Claro que lo eres, si te hubiese querido muerta, simplemente hubiese dejado que estuvieras aquí en paz y que en cualquier momento esto a lo que llamamos vida se acabara para ti, pero no quiero – me dijo al oído, en un susurro que sólo yo hubiera podido oír aunque hubiera habido más personas. Sentí una de sus manos en una cadera y la otra, en el otro extremo de la cadera, abrazándome por detrás. Me tensé por detrás y solté un suspiro antes de advertirle de que no podía abrazarme así
- No. Lo. Hagas – separé todas y cada una de las palabras que mencioné. Él simplemente se rió
- ¿Hacer qué? – me preguntó irónico
- Abrazarme así – le dije apartándome de él.
- ¿No te gusta? – preguntó divertido volviéndolo a hacer, ésta vez agarrándome suavemente pero de forma que no pudiera apartarlo y colocó su cabeza sobre mi hombro
- Harry – le llamé la atención
- Emily, anda, elige lo que quieras llevarte – dijo mientras me soltaba y señalaba el armario - ¿Tienes alguna maleta? – preguntó
- Pero, pero… - empecé a dudar, ¿y si tenía que volver a mezclar la quimio con la oxigenoterapia? ¿y la quimio, cuando me la daría? Y lo más importante, fugarnos… ¿a dónde?
- ¿Qué? – preguntó cansado
- Las terapias – dije yo seriamente
- ¿Cuándo te las das? – preguntó Harry
- 1 vez cada 15 días la quimio y me han quitado la oxigenoterapia – dije yo
- Pues volveremos… cada 15 días – dijo él
- No, entonces no me podría volver a ir. ¡Preocuparía a mis padres! No, no, es una completa locura – dije yo
- Es dar un paso hacia delante y dos hacia atrás – se rindió Harry – Eres imposible – dijo él apoyándose en un sofá
- No, no, nos vamos – y ahora, quería hacerlo, sólo porque me decía que era imposible – 15 días. 15 días de descanso. Y al día 15 volvemos. ¿Trato hecho? – dije yo. Él lo dudó por un momento y me volvió a mirar
- Trato hecho – dijo dándome la mano - ¿Qué te llevarás? – preguntó
- ¿A dónde iremos? – pregunté yo
- A mi casita – dijo él contento
- ¿Pretendes que viva con tus padres? – pregunté
- ¿Quién te dice que viva con mis padres? – preguntó riéndose
- ¿Acaso no lo haces? – pregunté
- Claro que no , benditos 20 – dijo él orgulloso
- ¿A los 20 ya te has ido de casa? – pregunté
- De hecho, a los 18, dejé los estudios y a mi familia y bueno, sólo vivo la vida – dijo él
- ¿Y el dinero? – pregunté – Te recuerdo que se acaba – obvié
- No me hace falta – dijo en tono chulo
- ¿Y eso? – quise saber
- Heredé, mucho, mucho dinero – dijo él
- Bueno es saberlo – dije intentando fingir malicia. En el fondo no me importaba el mucho o poco dinero que tenía o dejaba de tener Harry, pero era divertido que pensara eso de momento
- Emily, sé que te importa lo más mínimo – me dijo. Y bingo
- ¿Y cómo sabes que no me importas por tu dinero? – pregunté
- Eso sería muy hipócrita, y poco inocente, tú eres muy inocente – resaltó la última palabra – Además, hace dos segundos que te he dicho que tengo dinero – dijo
- Pues hace dos segundos que me importas por tu dinero – dije maliciosa. Él sonrió y se volvió a acercar. Me ponía incómoda y sentía que podía respirar menos de lo que podía hacerlo con cáncer. Jadeé como si hubiera corrido hasta el hospital.
- Me gusta que te pongas nerviosa conmigo – me confesó y se acercó más a mi
- No me… no me pongo nerviosa – fingí. Él sonrió y se alejó de nuevo
- Anda, vamos – dijo él señalándome el armario, indicándome que hiciera mi maleta. 15 días de descanso. 15 días de preocupación para mi padre y 15 días para ser una persona normal. Demasiado tentador como para ser real
- ¿Qué hacéis las personas como tú?- pregunté evitando la palabra “normal” o “corriente” para no sentirme rechazada dentro de la realidad, claro que no lo era
- Ir a fiestas – dijo él
- Pues yo no quiero ir a fiestas – dije yo
- ¿Ah, no? – me preguntó burlón
- No – respondí
- ¿Y qué quiere la princesa? – me baciló
- Quiero montar en paracaídas – dije yo en tono infantil y poniendo un pucherito de niña pequeña
- Montaremos en paracaídas pues, pero… irás a una fiesta. Quiero que veas lo que te pierdes aquí – dijo con cierto desprecio mirando a las cuatro paredes de mi habitación
- Puf – suspiré – de acuerdo – dije yo
- De acuerdo – dijo él sonriendo.
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Carpe Diem (Harry Styles y tú)
FanfictionSinopsis Emily no es una niña normal. Mientras el resto de personas vive pensando que las cosas le van a salir bien y que algún día les va a tocar la lotería, Emily vive en un hospital, tratada de cáncer pulmonar. Ella se basa en que algún día vend...