Carpe Diem (Harry Styles y tú)

Capítulo 4: Bienvenido a la familia

Capítulo 4: Bienvenido a la familia

Cerré los ojos cuando la caja de pos-it cayó al suelo y levanté mi vista, mientras el chico, Harry, se separaba de mí bruscamente, a lo que, por supuesto, me caí del sofá en el que estaba sentada, porque estaba justo encima de él. Supongo que os preguntaréis, “si tu padre es sordo, ¿cómo puede hablar?” Bien, mi padre aprendió a hablar de bebé y aunque seguía siendo sordo, podía leer y escuchar perfectamente. Ahora diréis:” ¿¡escuchar!?” No, en realidad no oye, aunque, ya sabéis, el verdadero sordo es el que no quiere escuchar. Él no escucha, pero lee los labios, interpreta los signos y gracias a que puede hablar, puedes mantener con él una conversación normal.

- Cariño… - me llamó mi padre – ¿quién es… - miró a Harry – este… chico? – dijo poniendo cara de asco

- Un amigo… - dije yo

- ¿Un amigo con algún tipo de trato especial? – insinuó mi padre levantando las cejas

- ¿Qué? ¡No! – Grité mirando a Harry horrorizada – Él es… - me callé. ¿Quién era él? Era un desconocido al que sólo había visto en dos ocasiones con el cual me acababa de besar porque no se quería ir de mi cuarto. Eso no se lo podía decir. ¿Cómo decírselo? O más bien… ¿Qué decir? – Él es… - volví a repetir

- Su novio – respondió Harry por mí

- ¿Qué? – me giré hacia él con los ojos muy abiertos, de forma que, al dar la espalda a mi padre, él no me pudo oír.

- Cariño, nos han descubierto, ya no podemos fingir – me dijo Harry acercándose a mí. ¿Fingir? ¿Qué? Le miré confusa. ¿Cómo tendría que actuar? ¿Qué tenía que hacer?

- Entonces… ¿es tu novio? – dijo mi padre refiriéndose a mí y yo me volví a mi padre de forma que sí que pudiera “escucharme”

- Sí… - dije yo mientras Harry apoyaba su brazo sobre mi hombro – Supongo… - dije en un susurro que nadie oyó

- ¿Y se puede saber cómo se llama el afortunado? – preguntó mi padre

- Ha… - dije yo, pero Harry me cortó

- Harry Edward Styles – respondió él cortésmente

- ¿Nieto de James? – preguntó mi padre y Harry asintió. Mi padre le miró seriamente inspeccionándole y de pronto sonrió – ¡Bienvenido a la familia! – dijo mi padre. ¿Qué? ¡No! Tenía que rechazarlo. ¿Cómo conocía papá a James? ¿Y por qué le daba la bienvenida a la familia? Harry suspiró y mi padre le abrazó, separándole de mí, pero de pronto, se puso serio de nuevo y volvió al interrogatorio.

- ¿Cuánto tiempo lleváis juntos? – preguntó mi padre

- 2 meses – dije yo

- 1 año – respondió Harry a la vez y nos miramos

- ¿Qué? – dijo mi padre sin haber entendido nada porque nuestras bocas se habían movido a la vez. Miré a Harry con cara de “Tú solo cállate”

- 1 año y dos meses – lo arreglé yo y miré a Harry matándolo con la mirada

- ¿Y cómo es que no me lo contaste antes? – preguntó mi padre

- No sabíamos cómo dar el primer paso – dijo Harry y me dio la mano, la cual yo rechacé y metí en mi bolsillo

- ¿Y cómo es que no te habíamos visto antes? – preguntó mi padre curioso. No era de esas preguntas para cazar a la gente, que podría serlo, era más bien una pregunta para saber en que lugar de la habitación se escondía  y registrarlo. Estaba impactado ya que nunca, nunca, tuve novio, fui de esas niñas sin amigas que al llegar al hospital no tuvieron flores de compañeros ni algún chico que le visita, así que el que no le hubiera visto, simplemente le parecía curioso