DANNA Y DONNA

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CAPITULO 1

Todo empieza, con nosotras. En una habitación, lavanda, con móviles colgando del techo y princesas colgando de los móviles. Una habitación digna del articulo "Como adornar el cuarto de dos niñas de 7 años de la manera menos original, jamas vista" de la revista "Clichés infantiles, y como aplicarlos a la habitación de sus hijas". ¿Mencioné que es una habitación compartida? por que, bueno así debe ser cuando tienes una gemela, según las reglas establecidas por nadie, nunca. También mi mamá y su idea de tener una habitación de invitados, aunque casi nunca teníamos invitados, menos invitados que quisieran pasar la noche. 

Me llamo Danna Petterson y tengo 18 años (actualmente) aunque, lo narrado a continuación pasó cuando mi hermana y yo teníamos 7.  Mi hermana se llama Donna, somos gemelas idénticas. ¿Han visto como hay personas que son gemelos pero no se parecen? comparten el mismo ADN y el mismo cumpleaños, si, pero si los ves detenidamente, no son para nada iguales. Ese no era nuestro caso, cuando digo idénticas, me refiero a idénticas de verdad, como del tipo que ves cambiando roles para engañar a los maestros, en las películas. Eso nunca pasa.

 Nunca, bajo ninguna circunstancia, hemos sido del todo convencionales. Físicamente éramos dos en el montón, ni muy bonitas, ni muy feas, promedio. Un punto entre la palidez y las mejillas rosadas, cabello negro y facciones delgadas; Nacimos en el seno de una familia cálida y amorosa, llena de vida y bendiciones, padres que nos amaban, abuelas que nos consentían. Nuestra familia tiene una historia, por decirlo de algún modo, complicada. Verán, mis papás. Toda mi familia. Eran mercenarios, asesinos a sueldo por usar un termino mas común. 

Ahora, se como suena esto, pero no juzguen aun. No mataban al azar, mataban a quienes tenían el final escrito, eran personas que de algún modo afectaban a la sociedad, violadores, otros asesinos, estafadores, etc. Ellos solo obedecían ordenes de un alto mando, del cual nunca supe siquiera su nombre, solo sé que la lista de personas por ejecutar era elaborada por el y que nadie conocía su apariencia, o su paradero, ni siquiera estaban seguros de que fuera real. También se que pagaba muy bien, digo, para una profesión como esta el sueldo debe ser bueno ¿No?

En fin, corría el año 2005, para ser precisa diciembre, fue un invierno mas frió de lo usual. Ambas teníamos 7 años, las cosas en el hogar eran una locura, compras aquí, envolturas allá, algo normal en la cena de navidad. Mi madre, Diane, era el tipo de persona que te hacía sentir cálido aun en temperaturas bajo cero, su aroma a manzana y jabón te hacían sentir en casa, su cara era la cara de una princesa, mejor dicho de una reina, tenía facciones perfiladas, cabello negro que caía por sus hombros como cascadas de hebras oscuras,  figura delgada pero fuerte, y su voz, la voz de los ángeles, dulce y suave, pero al mismo tiempo dominante. Nunca imaginarías que detrás de su cálida sonrisa y ojos amorosos, había alguien despiadada cuando de hacer su deber se trataba. 

-¡Danna, las cerezas!- Gritó mi madre desde la cocina. Bajé corriendo las escaleras, tomé las cerezas de la mesa que estaba en la sala de estar, donde mi mamá ponía todas las bolsas cuando regresaba de compras. 

-Huele bien ¿Qué es?- Pregunté.

-Si ¿Qué es?- Preguntó Donna, de repente, a mi lado. Donna, tenía este talento. Siempre se presentaba en los momentos en lo que menos te esperabas y  nunca te dabas cuanta hasta que estaba a un lado tuyo.

-Ya verán- Dijo mi madre.

Eran cerca de las siete en la noche y todo estaba listo, la casa olía a galletas y canela, el árbol de navidad brillaba majestuoso en medio de la sala de estar,  en medio de los muebles color caoba que mi madre tanto cuidaba, Donna y yo estábamos listas, vestidas idénticas. Ahí va otro para la lista de clichés cuando eres mamá de gemelas. Ambas con un moño rojo en la cabeza, y vestidos blancos con tul en las faldillas y rosas rojas en miniatura adornándolos ¿Qué con las madres y su manía de vestir a los hermanos iguales? No lo se, en fin, la casa era una imagen cálida, como de revista.

DANNA Y DONNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora