Salí de la habitación. Necesitaba escapar de él, de lo que me había mostrado. Fuera, detrás de la puerta, me sentí mejor. Aunque aún seguía muy alterado.
A los pocos segundos llegó mi jefe, acompañado de Dani. Vi en su rostro la ansiedad por saber. Observarme sin poder escucharme había incrementado su inquietud.
No les dejé hablar y me adelanté.
—No sé nada de él —dije—. Mi don no funciona en su presencia, lo que necesito es que me contéis ahora mismo todo lo que sabéis sobre él. Sin conocerlo no podré entrar en él.
Nunca pensé que tendría que pronunciar aquellas frases. Yo que siempre había sabido como era la gente sin tener que cruzar dos frases con ellos.
De repente sus palabras volvieron a mi: "debes conocer a la chica del teatro" ¿Porqué era tan importante que hablase con ella? ¿Cómo podía conocer su existencia? ¿Lo había leído en mi? ¿Tanto me había penetrado su recuerdo que había podido olerlo y ya formaba parte de uno de los doce recuerdos básicos de mi vida?
—Acompáñame al despacho —dijo el jefe, visiblemente contrariado.
Mientras recorríamos el largo pasillo, el jefe habló con dos de sus superiores por el móvil. Les contó que no había conseguido mi objetivo.
Aproveché la llamada para acercarme a Dani; deseaba comentarle algo sin que el jefe me escuchase.
—Investiga a qué hora acaba la obra que están dando en el Español; es Muerte de un viajante.
—¿Qué cuanto dura la obra que dan en el Español —preguntó, sorprendido, intentando enlazar ese dato con lo que suponía que tenía que ver con el extraño.
—Si, debo estar allí justo cuando salga el público. Cerciórate de que la información es correcta. Te dirán que aproximadamente dos horas, pero que sean concretos. Ve.
Dani no dudó y se marchó rápidamente. Yo fui detrás del jefe, que seguía aguantando el chaparrón. Le notaba de mal humor; supongo que no acababa de entender porqué su arma secreta le había fallado por primera vez.
Entramos en el despacho y cerró con llave después de que yo entrase.
Seguidamente, abrió la caja fuerte y sacó un montón de informes.
—Lo encontramos en esta sierra. —Me mostró una foto donde había un gran agujero producido por un calor extremo—. No había ni una nave ni ningún tipo de vehículo cerca, si es eso lo que te estás preguntando. Según han confirmado los satélites —me mostró más fotos—, toda la zona se quemó en menos de un minuto. Como puedes comprobar, en la foto del satélite de las 19:04 la vegetación es abundante en la sierra, pero un minuto después solo hay devastación y la única presencia en medio de esa zona quemada es la del chico.
Cogí todas las imágenes que me había mostrado y las miré de cerca. Era increíble. Esa rapidez únicamente podía estar relacionada con una energía generada por una tecnología desconocida.
—Y él, ¿qué argumentó cuando se lo enseñasteis? —indagué.
—Él no habla. No desmiente ni confirma nada. Tan solo dice que le soltemos porque debe hacer cosas.
—¿Y qué debe hacer?
—No lo sabemos. No quiere decírnoslo.
Sacó más informes y me los pasó.
—Estas son las pruebas médicas que se le han practicado —dijo el jefe—. Todos los resultados, como puedes comprobar, están dentro de los límites, son absolutamente normales. Los de las psicológicas son parecidos: justo en la media, ni tan siquiera son superiores a otro ser humano de su edad.
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TODO LO QUE PODRÍAMOS HABER SIDO TÚ Y YO SI NO FUÉRAMOS TÚ Y YO
De Todo¿Y si con solo mirarte pudiera desvelar tus secretos? ¿Y si con solo mirarte pudiera sentir con tu corazón? ¿Y si en solo un instante fuera posible saber quiénes somos el uno para el otro? Marcos acaba de perder a su madre, una reconocida bailarina...