Mi Reina *~{KaZe}~*

Capitulo 5

Nuestro hermoso dragón daba pequeñas risitas cuando recordaba ese día en que le contó a su nueva cría y al hermano de esta que él era un omega/alfa, también conocido como un híbrido. La cara de ambos fue épica para él, ya que jamás había visto que alguien se sorprendiera por lo que él era.

Cargó a su cría con su cola, ya que no la podía llevar entre sus dientes porque ya era una joven. Una vez que tenía a su pequeña en su lomo, se bajó del techo de su cueva y se dirigió a la cueva de Kaname para dejar a la joven allí. Una vez hecho esto, se dispuso a regresar a su hogar. Pero algo lo detuvo, o en este caso, alguien.

"Zero, ¿qué haces aquí?" preguntó Kaname, ya que el dragón plateado nunca ponía una pata en su cueva.

"Solo vine a dejar a Yuuki. Hoy no puede quedarse conmigo hasta que yo le dé permiso", contestó Zero con nerviosismo, pero no lo demostró al hablar. Aunque Kaname sí había notado los nervios del joven dragón, así que olfateó el aire y se percató de lo que le pasaba a Zero.

"Zero, estás entrando en celo", dijo Kaname, ya con los ojos dilatados. El olor de su futura pareja era algo excitante, lo que hizo que Kaname se transformara en su forma de dragón. Una vez hecho esto, se acercó a Zero dando vueltas alrededor de él.

Zero, al ver que Kaname lo estaba rodeando, se cubrió el cuello con su poder de hielo, ya que no permitiría ser marcado por el dragón mayor. Kaname tendría que ganárselo si quería que fuera su pareja, pero Zero lo pondria  difícil, ya que para él era muy pronto para aparearse nuevamente. Así que, con un movimiento rápido, le dio un coletazo en la cara al dragón de piel oscura como la noche y de ojos rojos como la sangre, mandándolo unos pocos metros de donde estaba. Zero se echó a correr, ya que no podía usar sus alas porque había entrado en celo, lo que era una desventaja para él. Así que se apresuró para llegar a su cueva. Una vez dentro, volvió a usar su poder para congelar la entrada de la cueva. Vides plateadas salieron de la tierra formando una barrera con ellas.

Al otro lado, se podía ver a un dragón tratando de romper la barrera que había creado Zero, pero entre más lo intentaba, más se lastimaba con las espinas que portaban los vides plateados. Kaname tuvo su intento de querer entrar a dicha cueva donde se encontraba su futura pareja. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. Esa no era la forma de ganarse a Zero, pero sus instintos no lo dejaban pensar con claridad.

"Mi hermosa rosa plateada, déjame entrar. Eres mi pareja destinada y conmigo deberías estar en tus momentos de celo", dijo Kaname con una voz suave. No quería asustar a su dragón, no más de lo que ya estaba.

"Vamos, cariño, déjame estar contigo. Sé que es muy pronto para ti aparearte. Solo quiero ayudarte y cuidarte por el resto de mi vida", decía Kaname. Pero Zero no le contestaba. Zero jamás se permitiría ser engañado otra vez. Jamás volverá a estar con alguien más.

Kaname, al ver que Zero no le dirigía la palabra, empezó a marcar el lugar con su cuerpo, dejando su olor en todos lados para que nadie llegase a entrar a la fuerza y arrebatarle a su hermosa rosa plateada. Una vez que estuvo satisfecho, se retiró sin antes decir las últimas palabras.

"Mi amado Zero, jamás te haría daño. Eres lo que más deseo en este mundo; por ti daría la vida. Por ti sería capaz de regresar el tiempo y traer a tus crías de vuelta. Pero el destino no nos dejó conocernos antes, y tu pérdida me duele como a ti. Pero te prometo que destruiré todo ser que te hizo demasiado daño", estas fueron las últimas palabras que Kaname le dijo a su amado.

Zero, por otra parte, había escuchado todo lo que aquel dragón que era su pareja destinada había dicho. Ahora, en su forma humana, se podía ver unas lágrimas que recorrían su bello rostro. "Estúpido Kaname", fue todo lo que susurró, ya que se tumbó en su nido dejando salir un llanto y tanto dolor que tenía en su corazón por la pérdida de sus crías. Lloró a más no poder, quedándose dormido y entrando en un hermoso sueño donde puede estar con sus pequeños.

                                                                                 Continuara