La siguiente mañana, Jeonghan se levantó muy temprano. Estaba acostumbrado a preparar el almuerzo de su hijo antes de despertarlo para ir a la escuela. Jamás pensó que alguien más usurparía su puesto. Seungcheol había madrugado para hacer el mismo trabajo que Jeonghan pretendía hacer, más no estaba teniendo buenos resultados. Nunca en su vida había preparado almuerzo para un niño pequeño. Sabía hacer cosas básicas para no morir de hambre, pero el almuerzo de un niño era algo totalmente diferente. Jeonghan quedó sorprendido al verlo.
—¿Seungcheol? ¿Qué haces aquí?—preguntó al entrar en la cocina.
—¡Ah!
Seungcheol se sobresaltó al oír la voz de Jeonghan, y dejó caer la cuchara de madera que sostenía en la mano.
—¡Buenos días! —dijo, recuperando el utensilio y tratando de mantener su dignidad —Espero que hayas descanzado.
Una hermosa sonrisa apareció en su rostro. Por un segundo, Jeonghan sintió mariposas en su estómago, que se obligó a desaparecer.
—¿Qué haces? —repitió, intentando olvidar lo que acababa de sentir.
—Tratando de hacer el almuerzo para Sam —dijo Seungcheol, rascando su cabeza —, pero creo que no está funcionando.
—Eso es seguro —dijo Jeonghan, observando el arroz quemado que había en el lavaplatos.
—Lo lamento —se disculpó Seungcheol, abatido —. Sabes que nunca fui muy bueno en la cocina —agregó.
Una sonrisa involuntaria apareció en el rostro de Jeonghan al recordar todas las veces que Seungcheol intentó preparar algo y terminó quemándolo.
—Tal vez podrías... enseñarme —murmuró Seungcheol, cohibido.
Jeonghan suspiró.
—Bien, pero primero debemos limpiar el desastre.
Jeonghan ordenó rápidamente la cocina y luego comenzó desde cero. Seungcheol se sentó tras la mesa para observarlo. Su rostro adquirió una expresión embobada mientras Jeonghan le daba instrucciones de cómo preparar arroz, y cómo cortar y cocinar las verduras y el huevo.
—Realmente eres un excelente padre... —murmuró Seungcheol.
Jeonghan no supo que responder ante tal comentario, así que continuó con su monólogo sobre cómo cocinar los alimentos. Seungcheol siguió sus instrucciones al pie de la letra, y aunque no fue perfecto, logró preparar un almuerzo básico pero decente.
—Hannie ¿Puedo llevar a Sam a la escuela? —preguntó cuando hubo acabado, y antes de que Jeonghan abandonara la cocina.
Jeonghan se detuvo. Por un instante, Seungcheol tuvo miedo de que se enfadara. Tal vez había ido demasiado rápido. Estaba equivocado.
—Sí —aceptó Jeonghan, sin voltearse.
Dio un paso para avanzar, pero se detuvo nuevamente.
—Sobre el trabajo en tu tienda comercial —dijo Jeonghan, aún dando la espalda a Seungcheol —, acepto la oferta —finalizó antes de salir por la puerta de la cocina.
Samuel dormía profundamente cuando su padre lo despertó. Aún estaba agotado por el ajetreado día anterior. Más esa no era excusa suficiente para que Jeonghan lo dejara dormir un poco más. Así que se levantó a regañadientes. Cuando bajaron al comedor para desayunar, se encontraron con un atareado Seungcheol preparando la mesa.
—¿Lo preparaste tú? —preguntó Jeonghan al verlo poner hotcakes sobre el mueble.
—La verdad es que no —reconoció Seungcheol —. Jin me ayudó un poco.
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Hitomi no Jyuunin [EN EDICION]
FanfictionJeonghan siempre pensó que Seungcheol lo había abandonado. Seis años después descubrirá la verdad a través de una carta escrita por quién los separó. Historia registrada en Safe Creative con el código 2109219309107. Todos los derechos reservados.