Parte 7

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A las nueve y de media de la mañana sonó un golpe en la puerta principal de Lena. Esta se levantó de su escritorio con el estómago agarrotado, pensando que podía ser Julian. Cuando abrió la puerta, se encontró a un repartidor sujetando un gran ramo de flores dentro de un florero de cristal.

Aceptó las flores y después de cogerlas las llevó al interior, depositándolas sobre su escritorio. Había una pequeña tarjeta. Tomó el sobre y leyó:

«¿Me perdonas? Julian»

El ramo era una bella mezcla de flores color pastel, rosas rosadas, blancas, crisantemos amarillos, margaritas blancas con el centro amarillo, pálidos definíos rosados y alguna que otra pequeña flor de lavanda que le era poco familiar. Sonrió mientras las miraba, sintiéndose un poco emocionada.

Julian se había disculpado y ella también quería tener esa oportunidad. Allí sentada, sintió la profunda necesidad de hacer algo. Cogiendo el teléfono, hizo su propio pedido a la floristería.
Dos horas más tarde sonó el teléfono. Lena lo recogió y dijo:

L: Hola

J: ¿Te llegaron mis flores?

L: Sí, lo hicieron. ¿Te llegó mi planta?

J: Sí, lo hizo. ¿Eso quiere decir que estoy perdonado?

L: Sí. ¿Y tú me perdonas a mí?

J: No hay nada que perdonar, cariño. Está completamente olvidado.

L: Julian, empecé yo. Nunca debería haber dicho lo que te dije.

J: Yo no debí haber ido a tu casa estando de ese humor, pero me tenías preocupado.

L: Sé por qué viniste y me hace sentir muy bien saber que te importo. Debería haberte contado lo que sucedió - Hubo una pausa significativa y ambos se rieron - Me parece que al final coincidimos en algo - comentó Lena.

J: Ves, sabía que ocurriría si poníamos un poco de interés.

L: Creo que tienes razón.

J: Lena, cariño, estoy desesperado, quiero verte. Si pudiera, estaría allí ahora mismo en lugar de llamarte por teléfono. Pero me encuentro en el trabajo y estoy en la etapa más complicada de mi proyecto.

L: Está bien. Lo más importante es saber que todo se ha solucionado entre nosotros.

J: Entiendo lo que quieres decir. Me siento mucho mejor ahora. Espera un segundo
- Lena pudo oír la conversación que tenía lugar entre Julian y otro hombre - Cariño, tengo que colgar, me están volviendo loco. Hablaré contigo pronto, ¿vale?

L: Sí. Adiós - Lena colgó el teléfono y suspiró.

Había sido sincera cuando le dijo lo importante que era para ella que las cosas estuvieran bien entre ambos, especialmente después de lo que le había dicho Logan la noche anterior.

L: Paciencia, chica, paciencia - se dijo a sí misma y volvió a trabajar.

**************

Lena apagó la televisión y se desperezó. Eran las once y media, y las noticias acababan de terminar. Estaba debatiéndose entre escribir una nueva escena que tenía en mente para su siguiente libro o dejar de trabajar cuando sonó el teléfono. Levantó el móvil. El número que aparecía le era desconocido, pero aun así contestó.

L: ¿Diga?

J: ¿Lena?

L: ¡Julian! Hola.

J: Hola. ¿No te he despertado, verdad cariño?

L: No. Precisamente acababa de apagar la televisión. Estaba sentada intentando decidir si debía trabajar un poco más o irme a la cama.

Tentar a un loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora