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N.O.

Samuel se despertó gracias al sonido de la alarma, indicándole que era hora de levantarse.
La apagó y aún un poco somnoliento se levantó de su cama para iniciar con su rutina de todos los días.

Tomó un baño y cuando terminó bajó a la primer planta de su hogar.

Preparó su desayuno y subió a la segunda planta, se dirigió hacia la habitación en la que había dejado dormir a Guillermo, abrió la puerta con lentitud procurando hacer el menor ruido posible, miró al interior de la habitación encontrándose con su invitado durmiendo junto a su mascota.
Ambos parecían estar en un profundo sueño. Normalmente Kira tenía su primer comida del día por la mañana, cuando Samuel desayunaba, pero sólo por esta vez Samuel le dejó dormir por unas horas más.
Cerró nuevamente la puerta y con una ligera sonrisa en su rostro bajó nuevamente al primer piso.
Antes de irse a su trabajo dejó una nota en la mesa del comedor.

Y finalmente salió y fue camino a su trabajo.

Samuel trabajaba como médico, en el hospital la mayoría lo conocía y claro, su mejor amigo también trabajaba ahí.

David.- Hey, buenos días Samuel
Samuel.- Buenos días
David.- ¿Listo para comenzar con el trabajo?
Samuel.- Si yo nací listo chaval
David.- Claro, claro

Siguieron hablando durante unos minutos, hasta que su rutina de trabajo comenzó.

Pacientes por aquí, pacientes por allá, hoy, en especial, había demasiado trabajo, era sin dudas de los mas cansados.

Pasaron las horas hasta que llegó la hora del almuerzo, el cual Samuel compartió con David y Lana, una enfermera, compañera de Samuel.

David.- ¿Y cómo esta Kira?

Preguntó el chico cambiado el tema anterior.

Samuel.- Muy bien, ya es hora de que la visites ¿no?
David.- Esta tarde sin falta, en cuanto salga de aquí voy a tu casa
Samuel.- Claro. Estas invitado
Lana.- En ese caso yo también voy, quiero ver a la pequeña de Kira
Samuel.- ¿Alguien mas quiere invitarse solo a mi casa?
-Preguntó irónico.

David.- Amas tenernos en tu casa, admítelo
Samuel.- Ya, claro

El descanso terminó, era hora de volver al trabajo.

Al final resultó que Samuel tuvo que quedarse hora y media extra, por lo tanto no podría volver con sus dos amigos. Lana y David propusieron esperarlo allá, a Samuel le pareció bien.
Ambos se retiraron, aunque a Samuel se le olvidó el pequeño detalle de decirles que ya había un invitado en casa.

Guillermo se había levantado a causa de Kira, quien ladraba puesto que ya tenía hambre.
Guillermo bajó al primer piso y detrás de él Kira, miró cada rincón de aquella casa y una vez mas agradeció a Samuel, y es que de no haber sido por el castaño ahora mismo se encontraría en algún lugar esforzándose por sobrevivir y además, sin Kira...
Sonrió levemente y caminó hacia el comedor, tomó la nota que estaba en la mesa y la leyó;

"Buen día Guillermo, he ido a trabajar, hay fruta picada en la nevera y cereal en la alacena, la comida de Kira también está guardada ahí, volveré por la tarde, sientete como en casa.

-Samuel"

Dejo nuevamente la nota y se encaminó a la cocina, seguía sin comprender cómo es que Samuel podía ser tan amable, realmente debía tenerle confianza como para dejarlo sólo en su hogar.

El pelinegro se dispuso a servirle la comida a Kira y desayunar.

Una vez terminó no sabía exactamente qué más hacer, Samuel le había dicho que se sintiera como en casa pero... Él no podía andar por ahí como si él viviera ahí.
Después de unos minutos decidió limpiar el lugar, sería una manera de pagarle a Samuel por haberle permitido quedarse en su hogar.
Kira, mientras tanto, se había tomado una pequeña siesta en el sofá de la sala.

Guillermo terminó de limpiar y se tomó un descanso viendo la televisión en la sala durante unas horas, después decidió preparar la comida, no era un experto en la cocina pero seguro que algo podría hacer.

Mientras cocinaba escuchó como la puerta principal era abierta, lo cual significaba que Samuel había llegado.

Guillermo.- Bienvenido Sam... uel...

Vaya sorpresa se llevó al ver que quien entraba no era Samuel... ¿quienes eran y por qué habían entrado?

Los desconocidos también estaban confundidos ¿quién era aquel y chico y que hacía en casa de su amigo? ¿Era algún familiar de Samuel? ¿Por qué no se los dijo?

Guillermo.- Uh... eh... Perdonen... ¿Quienes son ustedes?
David.- Yo soy David, y ella es Lana, somos amigos de Samuel... Y... ¿Tú quién eres?
Guillermo.- Guillermo... Uh... Samuel me ayudó ayer y me permitió quedarme en su casa
David.- Oh, entiendo... Es curioso que Samuel no lo mencionara...
Lana.- Sabes que es muy distraído, y con el trabajo que tiene el pobre... En fin, es un placer conocerte Guillermo
David.- Samuel se ha quedado horas extra, así que llegará después
Guillermo.- Vale...

Lana y David fueron a la sala y Guillermo les siguió, pero este dirigiéndose a la cocina.

David.- ¡Hey Kira! ¡Que linda que estas! ¿Me extrañaste? ¿Me extrañaste? ¡Claro que sí! Que mona que eres por Dios

David jugaba con Kira, Lana los miraba y Guillermo seguía con la preparación de la comida.

Guillermo estaba un poco nervioso con la presencia de aquellos dos, pues no los conocía. ¿Serán amigos de trabajo de Samuel?

Minutos después la comida estaba lista.

Guillermo.- Vale... Solo falta que llegue Samuel...

Guillermo no se sentía del todo cómodo con la presencia de aquellos dos, no porque sintiera que fueran malas personas, al contrario, lucían bastante amables, la cosa era que no los conocía de antes, y era difícil para él hablar con desconocidos.

Guillermo fue a la sala en donde estaban aquellos dos;

Guillermo.- Uh... Eh... ¿En qué trabaja Samuel?

Preguntó en un intento de iniciar una conversación.

David.- Es médico, al igual que nosotros dos
Lana.- ¿Tu tienes trabajo, Guillermo?
Guillermo.- No, yo... Estoy en una situación complicada
David.- Oh, Vale... Samuel debió estar en las nubes al no contarnos sobre ti
Lana.- Hablando de Samuel... Ya no debe tardar ¿no?
David.- Seguro ya esta por llegar - dijo mirando la hora en su móvil-

Segundos después la puerta principal se escuchó abrirse, Kira se apartó de David y corrió hacia la entrada, siendo seguida por Guillermo, para darle la bienvenida a Samuel.

Lana y David se miraron mutuamente con una sonrisa en el rostro, no sabían qué relación tenían exactamente aquellos dos, pero para que Samuel le permitiera quedarse en su hogar y dejarlo solo con su preciada Kira, realmente tenía que ser alguien especial o importante para el castaño.

Thanks, Kira. =Wigetta=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora