Desahogo

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-N. O.-

Guillermo se encontraba en casa, dándole los últimos toques de limpieza al hogar, pues lo mínimo que podía hacer por Samuel para agradecerle todo lo que estaba haciendo por él, era limpiar y ayudarle en lo que pudiese.

Una vez terminó, decidió darse un baño para luego comenzar a preparar la comida y que esta estuviese lista para cuando Samuel llegara del trabajo.

La puerta de la entrada se escuchó ser abierta y Kira corrió instantáneamente hasta esta, para recibir al castaño.

Samuel.- Estoy en casa

Dijo el chico, entrando a la cocina en donde se encontraba Guillermo.

Guillermo.- Bienvenido

La vista de Samuel, en aquél momento, era bastante linda.
Guillermo estaba frente a él, preparando la comida con un delantal. El castaño siempre había pensando que aquellas escenas eran sólo par novelas o ese tipo de cosas... Pero ahora comprobaba que no.

Guillermo.- L-La comida está casi lista, puedes esperar en la mesa... Si gustas

Respondió el chico, un poco nervioso por sentir la mirada del contrario.

Samuel.- Oh, vale, iré a darme un baño antes

Sin mas, Samuel fue a hacer lo dicho, mientras Guillermo seguía con lo suyo.

Para ambos chicos, su vida actual les gustaba, disfrutaban la compañía del contrario y no podían negar que desde que se habían conocido, su vida había mejorado.

Guillermo aún seguía pensando en la propuesta que Rubén le había hecho, y es que vivir con su amigo sonaba bastante agradable, pero se había acostumbrado a la presencia del castaño y de su adorada mascota, por lo que tomar una decisión le era difícil.

Algunos minutos habían pasado hasta que terminó la cena, se dispuso a ordenar los platos y utensilios en la mesa y sin más esperó al castaño.
Poco después Samuel bajó, se sentó en su respectivo lugar y una vez habiendo servido la comida, comenzaron a disfrutarla, no sin antes, claro, darle alimento a su mascota.

Samuel.- Por cierto, Guille, espero que no te moleste que pregunte pero ¿Desde hace cuánto conoces a los dos chicos de ayer?
Guillermo.- Los conozco de hace años... Desde antes de... Ya sabes... De huir...
Samuel.- Oh... Deben ser muy buenos amigos, seguro te extrañaron...
Guillermo.- No creí que los volvería a ver... Es un alivio saber que ellos están bien
Samuel.- Me alegra que tengas alguien en quién confiar...
Guillermo.- Ellos me apoyaron siempre, en realidad fue gracias a ellos dos que sigo  vivo.... Y a ti, claro, pero me refiero al pasado, cuando aún no te conocía...
Samuel.- Debiste pasarlo realmente mal... No tienes que forzarte a decirme nada, Guille...
Guillermo.- Quiero hacerlo... Si no te molesta... Quisiera hablar con alguien...

Samuel se quedó en silencio unos segundos, para después tan solo asentir.

Guillermo.- *Suspiro* Verás... Hace algunos años... Aún vivía con mis padres y todo iba bien, quiero decir... Vivíamos bien y tal... Hay una razón por la cual decidí escaparme de casa... Rubén y Miguel estaban conscientes de ese pequeño secreto que lo arruinó todo... Y aún así no me abandonaron... Pero cuando se los dije a mis padres... Ellos no se lo tomaron bien...

Samuel se mantenía en silencio, escuchando con atención lo que Guillermo tenía que decir, sin perderse ninguna palabra, le alegraba que Guillermo le tuviese la confianza suficiente como para contarle aquello.

Guillermo.- Eh... Comenzaron a dejarme de lado en todo, era como si no existiera para ellos...
Samuel.- Guille...
Guillermo.- Pasaron meses en los que me trataban como un extraño y decían que los había decepcionado...

El chico comenzó a llorar, logrando que el corazón de Samuel se encogiera, no podía verlo así.
Samuel lo abrazó con cariño, consolandolo, diciendo al oído: "No estas solo, Guille, no tienes por qué torturarte pensando en eso... Estoy contigo ¿Vale? Estaré contigo a pesar de todo..."

Guillermo se dejó consolar por el castaño, realmente necesitaba que alguien lo consolara como lo estaba haciendo Samuel.

El pelinegro se aferró al cuerpo del contrario, en busca de ese afecto que por años había necesitado.

Pasaron algunos minutos en aquella posición, en la que ambos se sentían cómodos.

Samuel.- ¿Te sientes mejor, Guille?

Guillermo tan solo asintió, separándose del cuerpo contrario.

Guillermo.- Sí... Lo siento...
Samuel.- No tienes por qué seguir... No me gusta verte así, Guille...

El menor vio el rostro del contrario, y notó su preocupación. Guillermo Sonrió, para después hacerle saber al contrario, que estaba bien y que quería continuar.

Guillermo.- Poco después decidí escapar... A final de cuentas, me sentía peor ahí... No se lo dije a nadie, supongo que no le vi sentido en ese momento...

Samuel seguía atento a las palabras y acciones del menor, con cada palabra que decía notaba como el ánimo del contrario iba decayendo, pero si el chico insistía en seguir, quizá lo mejor era dejar que se desahogara por completo.

El menor siguió hablando, haciendo pausas por momentos mientras él castaño le escuchaba atento.

Guillermo.- Llegué a pensar que moriría en más de una ocasión... Después de unos días de estar en la calle perdí a Kira... Fue lo que mas me dolió, sinceramente...- El chico mordió su labio antes de continuar - Cuando me encontraste... Estaba a nada de rendirme... A final de cuentas lo había perdido todo, pero sabes, cuando vi a Kira frente a mi... Sentí la felicidad que había dejado de sentir hace años... Después tú me ayudaste y jamás podré agradecerte lo suficiente...

El pelinegro sonrió para Samuel, quien sintió su corazón latir con fuerza ante tan linda escena.

Samuel.- Me alegro de haberte encontrado y ayudarte... Sabes, creo que fue cosa del destino ¿No crees?.- Sonrió, provocando en Guillermo un montón de emociones dentro de sí, haciéndole sentir miedo.
Pasara lo que pasara, no podía dejar que Samuel descubriera su secreto, ya le había arruinado la vida antes, no dejaría que volviese a ocurrir... No quería perderlo todo de nuevo... No quería perder a Samuel...

Thanks, Kira. =Wigetta=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora