Guille Y Sam.

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-N. O.-

Guillermo se despertó cerca de las nueve de la mañana, y junto a él estaba Kira, quien lo miraba aún recostada en la cama.
La mascota comenzó a mover la cola al percatarse de que el chico estaba despierto y una vez Guillermo se levantó de la cama, Kira hizo lo mismo y lo siguió hasta el primer piso de la habitación, en donde le sirvió la comida y se dispuso a preparar su desayuno.

Ahora que estaba solo en casa, comenzó a pensar en lo bien que se lo estaba pasando, no tenía que dormir más en la calle, tenía su propia habitación, a su mascota y además, un buen compañero en casa, y de alguna forma había hecho incluso amigos... Su vida estaba mejorando inmensamente y todo fue a partir del día en el que conoció a Samuel...

Quería agradecerle de alguna forma por todo lo que estaba haciendo y seguiría haciendo por él, quería demostrarle cuánto aprecio le tenía y cuan agradecido estaba por todo.

Pero... ¿De qué forma podía hacerlo? No contaba con dinero para comprarle nada, no tenía nada qué ofrecerle al chico, y aunque Samuel no necesitaba que le pagara de ninguna forma, Guillermo no quería aprovecharse de la amabilidad del susodicho.

El menor se propuso encontrar un trabajo, pues no quería ser un mantenido durante toda su vida, mucho menos quería que Samuel se hiciera cargo de todo, quería ser útil y sí o sí encontraría un trabajo.

La mañana pasó algo rápida para el chico, limpió el hogar, aunque éste ya estaba ordenado y casi todo reluciente, pues había descubierto que efectivamente, como Fargan le había dicho, Samuel mantenía todo limpio y en orden.

Nuevamente preparó la comida para que cuando el dueño de la casa llegara ya estuviera todo listo y mientras esperaba a que Samuel llegara decidió ver un poco de televisión.

Se sentó en el sofá de la sala y junto a él se acostó Kira, moviendo la cola y pidiendo atención del chico.

Así pasaron algunos minutos, hasta que, finalmente, la puerta de la entrada se escuchó.

Kira rápidamente corrió a recibir a su dueño y detrás de ella fue Guillermo, para darle la bienvenida a Samuel.

Guillermo.- Bienvenido a casa, Vegetta.- Dijo con un pequeño sonrojo, aún no acostumbrandose a llamarlo por aquel apodo, y esperando a que éste le respondiera de la misma forma.
Samuel.- *Sonríe* Gracias, Willy.

El menor se sonrojó aún más y decidió darse la vuelta para que el mayor no se percatara de eso, aunque ya era un poco tarde, pues Samuel había presenciado la vergüenza que sentía y juraba era de lo más lindo que había visto...

Samuel no era tonto, sabía a la perfección que estaba desarrollando ciertos sentimientos por aquel chico, sabía de sobra que se estaba enamorando... Y a pesar de no conocerlo de mucho y saber muy poco de él, no le parecía extraño el sentir aquello, pues Guillermo era un chico bastante lindo en todos los aspectos.
Guillermo era tierno, amable, respetuoso e inspiraba confianza con tan solo mirarle a los ojos, no sería de extrañar que alguien más se sintiese atraído por él, y al pensar en esa posibilidad, frunció levemente el ceño.

Samuel, a pesar de no estar familiarizado con el tema del amor y las parejas, era un chico decidido, y en ese instante había decidido no rendirse ante Guillermo.

Si, sería algo nuevo y con lo que no estaría para nada familiarizado, pero también sabía que no podría soportar ver a Guillermo con alguien más... Así que si quería intentar algo con el chico, tenía que hacerlo antes de que éste conociera a más personas y alguien se enamorara de él.

No le daría más vueltas al asunto, porque aunque tuviera dudas acerca de si era correcto que le gustara aquel chico sabía que, si seguía dudando durante más tiempo, quizá podría llegar a arrepentirse de querer algo más con Guillermo, y no era lo que quería.
No lo dudaría más. Samuel confiaba en sí mismo y si su corazón se aceleraba tan fuerte cuando estaba con el menor y no podía pensar en otra cosa que no fuera "Es tan lindo", era obvio que le gustaba, pues incluso sentía lo que llamaban mariposas en el estómago... No lo dudaría ni un minuto más.

Ambos chicos se encontraban ya en el comedor, comiendo lo que Guillermo había preparado.

Samuel le miraba en ocasiones, tan solo para confirmar que sí que le gustaba... No podía y no iba a negarlo.
Quizá tenía miedo de lo que Willy podría pensar al respecto, pero eso no haría que se arrepintiera de su decisión.
Quería decirle al chico lo que sentía, pero antes de ello, quería asegurarse de que el menor sintiera lo mismo, porque aunque estuviera decidido a decírselo no quería terminar en la Friendzone.

Tenia que pensar en un plan para ir demostrandole al menor sus sentimientos de a poco, con indirectas, para ver su reacción y encontrar el momento perfecto para declararsele. Y decidió comenzar con pequeñas cosas.

Paso 1.- Un nuevo apodo.

Aunque había decidido decirle "Willy", sentía que necesitaba algo más, pues eso sonaba a un apodo con el cual cualquier amigo o incluso conocido podía llamarle, por ello decidió darle un nuevo apodo, uno exclusivo para su uso...

Samuel.- Guille ¿Podrías pasarme la sal?.- Sonrió, mirando con atención la reacción de su compañero, quien se quedó un momento sin reaccionar, para después sonrojarse y darle la sal a Samuel, quien tan solo sonrió victorioso. Había sido justo la reacción que esperaba. Ahora tenía que confirmar que el apodo le hubiese gustado.- Te he... Llamado "Guille" ¿Verdad?

Willy tan solo asintió avergonzado.

Samuel.- Lo siento, me salió sin querer... No te diré así de nuevo ¿Vale?
Guillermo.- Me gusta...- Murmuró, aunque Samuel logró escucharlo y gritó victorioso, interesante.
Samuel.- Entonces... ¿Sí puedo llamarte así?

El menor tan solo asintió mientras sonreía.

Samuel.- Está bien, Guille, pero solo te llamaré así cuando estemos solos ¿Vale? No quiero incomodarte ni que te avergüences mientras estemos en público...
Guillermo.- Me parece bien...- Sonrió.

Y es que para Guillermo que Samuel lo llamara así solo cuando estuviesen ellos dos le parecía muy lindo, pues sería algo así como un apodo entre ellos dos solo, algo de ambos. ¿Debería él también llamar a Samuel con una abreviación a su nombre? Sam... ¿Debería decirle "Sam"?

Guillermo.- Sam... - Murmuró sin querer.
Samuel.- ¿Sí, Guille?

Respondió el mayor tranquilo, con una sonrisa, aunque por dentro estaba mueriendo de amor y ternura.

Guillermo.- ¡N-Nada! Yo... Yo solo... Eh... Pues...
Samuel.- Tranquilo, Guille, puedes llamarme así, no hay ningun problema.- Sonrió.

Gullermo se sonrojó y tan solo asintió y siguió comiendo, con una gran sonrisa en su rostro.

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Hasta yo estoy ansiosa por que llegue el momento de que finalmente Sam le diga "Chiqui" a Guille... Pero aún falta un poco para eso, cuando su relación sea más cercana será cuando Sam se planteará llamarle así.

Thanks, Kira. =Wigetta=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora