Recordando El Pasado.

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-N. O.-

Guillermo se dirigió al comedor, en donde ya lo esperaba Samuel con el desayuno en la mesa, mientras Kira estaba comiendo lo suyo.
Guillermo se sentó frente a Samuel, quien al ver que el chico había llegado dejó su móvil de lado y le miró.

Samuel.- Buen provecho, Guille
Guillermo.- I-Igualmente, Sam...

Ambos chicos comenzaron a comer.

Guillermo disfrutó como nunca aquél desayuno, amaba la fruta, y apreciaba que el castaño lo hubiese tomado en cuenta, aunque a decir verdad comería cualquier cosa que aquél chico preparara.

Una vez ambos terminaron su desayuno, Samuel llevó los trastes sucios al lavaplatos, y por insistencia de Guillermo éste se encargó de limpiarlos.

Una vez hecho lo anterior, Samuel le propuso a Guillermo ver alguna película de su interés, el de ojos rasgados aceptó y una vez eligió una película, Samuel se encargó de ponerla y sentados juntos en aquél sofá, no quedó más que verla.

Durante la película ambos chicos intercambiaban palabras, hablaban sobre teorías acerca de lo que estaban viendo o bien, en ocasiones, se salían del tema y bromeaba entre ellos. Ambos estaban entrando en confianza.
Cuando ésta terminó Samuel y Guillermo siguieron hablando entre ellos, en la pantalla se veía el menú de inicio de la película más sin embargo ninguno de los dos chicos se percató de ello.

Samuel.- ¿Entonces tuviste a Kira desde pequeña?
Guillermo.- Sí, fue un regalo de cumpleaños, a partir de ahí se volvió lo más importante para mí.
Samuel.- Ya veo... Por cierto, Guille ¿Puedo preguntar... Qué fue lo que te llevó a vivir en la calle?

Un pequeño silencio se hizo presente, siendo Samuel quien habló nuevamente.

Samuel.- Lo siento... No respondas si no quieres, pregunté algo que no debía ¿Cierto? Lo lamento, hablemos de otra cosa si gustas.
Guillermo.- - El chico niega con una ligera sonrisa en su rostro, desviando su mirada al suelo- En realidad creo que me vendría bien desahogarme un poco... Sabes, yo vivía bien... Vivía con mis padres en una residencia, era un lugar muy bonito y bastante elegante, mis padres tenían un buen trabajo, y siempre tenía lo que quería...

Samuel le miraba, escuchando atento cada palabra que salía del contrario, y observando con atención sus gestos.

Guillermo.- Pero a pesar de eso... A pesar de que tenía de todo para divertirme y distraerme... No me sentía del todo feliz ¿Sabes? Había algo que faltaba... Algo que necesitaba para llenar ese vacío que sentía... Quizá el convivir más con mis padres, ya que casi siempre estaban trabajando, pero tenía una buena relación con ellos, cuando podían pasábamos tiempo juntos y nos divertíamos bastante, cuando me regalaron a Kira fue de los días más felices de mi vida, a partir de ahí sentí que no necesitaba más... Como si fuera ella todo lo que necesitaba.
Todo iba perfecto, era muy feliz en aquel momento... Pero... Había algo que... Que sentía dentro de mí y no podía decírselo a nadie... Cuando comencé a sentirme así sentí que todo se venía abajo de nuevo... Fue como... Como si todo lo que había logrado se estuviera hundiendo... Tenía miedo de decírselo a mis padres, de decirles lo que me pasaba... Estuve así durante unos años, ocultando aquel secreto que me hacía sentir cada vez más inhumano... No sé... Era como... Un secreto que nadie podía saber, pero que al mismo tiempo sentía la necesidad de contárselo a alguien... Kira fue la primera con la que hablé al respecto, quizá podrá sonar tonto ya que es un animal pero... Yo sé que me entendió a la perfección...- Dijo el chico, acariciando a su mascota, quien le miraba recostada en sus piernas.- Ella fue la única a la que le conté lo que me pasaba... Hasta el día de mi último cumpleaños que pasé con mis padres...

Thanks, Kira. =Wigetta=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora