Capitulo 8.

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<pre style="line-height: 21.299999237060547px; white-space: normal; color: #444444; font-size: 15px; text-align: start;">Nerviosa me acerco más a Matt, noto que me sudan las manos así que me las limpio con mi pantalón. Matt quien me mira con una sonrisa ladeada y un pequeño destello en sus ojos me tiende su mano, la tomo y en cuestión de segundos ya estoy literalmente sobre él. El muy idiota me empujo y ahora ningún centímetro distancia su pecho del mío, tengo mis dos palmas apoyadas en sus pectorales y noto que su respiración va tan rápida como la mía; lo cual no entiendo ya que fue él quien me retó. Aún no quiero mirarlo, así que miro detrás de su hombro las hermosas olas, de lejos se ven muy grandes pero ya cuando van llegando a la arena, se vuelven cada vez más pequeñas y suaves, en la mitad del mar tienen el poder de ahogarte y consumirte en una pesadilla pero cuando van llegando a tierra, son tan débiles e inofensivas. Pensar en ello y oír el hermoso sonido del mar me tranquiliza un poco. Noto que Matt me está mirando y suelta una de sus manos que ocupaban lugar en mi cintura y me levanta la cabeza con un toque suave y delicado en la barbilla. Ahora lo estoy mirando a él, a sus ojos que de cierta y loca manera también me tranquilizan al igual que las olas. 

—No sé por qué tenía tantas ganas de hacer esto.—Dice y se inclina hacia mi. 

Primero sentí sus labios contra los míos en un beso suave, luego sentí el calor que llenaba mi cara y luego se esparcía por todo mi cuerpo. El beso que empezó suave tomo otro tono más agresivo, más bien necesitado. Sus labios combatían contra los míos como si fuera la última vez en mucho tiempo. Como si tratara de grabar cada segundo, cada tacto, ruido y olor de ese momento. Grabarlo para siempre como si fuera el último. Que espero por la santa pacha bendita que no sea el último porque por más que cueste admitirlo, joder que este hombre besa bien. Nos separamos lentamente con la respiración agitada. 

—¿Qué fue eso?—Logré pronunciar mirándolo a los ojos.

Matt negó con su cabeza lentamente y me pareció que el gesto iba dirigido más para él mismo que para mi. Me soltó y tomando unas cosas que estaban en la arena se fue a la tienda. Drjandome ahí parada totalmente confundida.

Anonadada entré a la casa y subí inmediatamente a mi habitación. Acomodé todas mis cosas, que de por sí no eran muchas, en mi "nueva y temporal habitación", y mientras lo hacía no dejaba de pensar en lo sucedido hace un rato. Repasando lo ocurrido sería algo así: me reto, nos besamos, luego me dejo parada como idiota. 

Aún sentía un hormigueo que se apoderaba de mi cuerpo, y el redcuerdo que aparecia en mi memoria cada cinco segundos, sin importar en que pensara o qué hiciera, el recuerda estaba allí; incluso aun podía sentir la sensasión de sus labios sobre los míos. Pero la pregunta principal era ¿por qué me retó a besarle? ¿Por diversión? ¿O le gustaré en serio? La confusión fue reemplazada por ira, era la segunda vez que me besaba y me dejaba así de la nada. El sonido de mi teléfono irrumpió mis pensamientos. 

—¿Dónde esta el maldito teléfono?—Dije frustrada levantando todas las almohadas de la cama.—¡Joder!.—El sonido se escucha cerca pero no lo encuentro. 

—Un violador podría entrar a tu cuarto y tu ni cuenta te darías.

Volteo inmediatamente y consigo a Matt apoyado en el marco de la puerta con una mano extendida hacia mi de forma perezosa y en ella... Estaba mi teléfono que por supuesto ya había dejado de sonar.

—Dame eso.—Bruscamente le quito el teléfono de la mano. 

—Alguien se puso como una fiera aquí.—Dice Matt con su típica sonrisa arrogante. ¿Ven de lo que hablo? Me besa y luego hace como si no hubiera pasado nada. 

Desbloqueo mi teléfono y veo que la llamada era de mi padre, inmediatamente lo llamo de regreso. Mientras repica deambulo por mi habitación y veo que Matt sigue parado en el mismo lugar. 

Danger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora