Leyendas Urbanas De México

EL PANTEÓN DE BELÉN " EL NIÑO NACHITO"

Cuando las personas mueren, la mayoría de las veces sus retos son enterrados en un panteón para que puedan descansar, pero las almas que aunque ya están muertas, no descansan y su espíritu sigue manifestándose desde la tumba, como es el casi del niño "Nachito", el niño que le tenía miedo a la oscuridad.

Desde el momento que nació, Nachito demostraba tener un intenso temor a la oscuridad, no podía dormir sin una vela prendida ni en lugares cerrados, por lo que sus padres siempre dejaban una vela encendida y la puerta abierta. Días posteriores de que Nachito cumpliera su primer año, sus padres salieron brevemente de la casa y dejaron a su bebé durmiendo en su habitación iluminada, pero lamentablemente aquello que perseguía a Nachito logró llegar a él, después de que la vela se apagara.

Cuando sus padres llegaron a la casa, encontraron la habitación de el niño apagada y en silencio que revelada que algo no estaba bien, al llegar a la cuna Nachito yacio muerto aún con lágrimas en su rostro.

Sus padres enterraron a Nachito en el panteón Belén en Guadalajara, misteriosamente al día siguiente de su sepelio, el ataúd de Nachito se encontraba afuera de la tierra, los encargados del panteón le atribuyeron este hecho a los profanadores de tumbas, y lo volvieron enterrar, pero al día siguiente pasó lo mismo, y siguió repitiéndose la misma historia hasta que se cumplieron 10 días, cuando la madre de Nachito se enteró, les comento en el panteón sobre la fobia de su hijo, por lo que decidieron no volver a enterrar a Nachito y poner su tumba en alto.

En la actualidad la tumba de Nachito es un destino popular dentro del panteón, pues el visitante va a rezar por los descansos y le dejan juguetes sobre su tumba para que pueda jugar durante la noche, en las cuales ponen antorchas cuya la luz vela el sueño de Nachito, quien incluso después de la muerte aún le teme a la oscuridad.

Estado de Jalisco.