Querida ciudad

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-la segunda Familia Yarlesh Volw-

-¿Quiénes? ¿de qué hablas?-

- De...

Justo en ese momento la sirena de varias patrullas se escucharon, volteamos a ver hacia la salida del callejón, pasaron frente a nosotros apresuradamente; Evosh y yo, nos miramos y tuvimos la misma curiosidad.

Sé que era el momento indicado para que respondiera mis dudas, pero el bienestar de los demás es primero; salimos corriendo hacia el parque, quién pudiera pensar que hace sólo unos momentos intentábamos huir de este, cuando llegamos, la gente estaba bloqueando el paso totalmente, nos adentramos entre toda la multitud reunida.

-permiso, permiso por favor- la gente se molestó, pero aun así me cedieron el paso, así como otros me empujaban.

Cuando finalmente llegamos al frente, el panorama había cambiado drásticamente se había vuelto totalmente fúnebre, se sentía el verdugo de las sombras por todas partes e incluso en el aire, lo que antes fue el recuerdo infante de risas murió antes de que uno se diera cuenta, tan solo el viento frío daba calor al paisaje, la gente atemorizada y triste, otros lloraban hasta que no haya más que salvar con el solitario consuelo del cielo.

No existía ya este lugar, caían cenizas del cielo, como la quema de caña, el pavimento no existía la tierra abrasada lo remplazó, los arboles estaban a la deriva de su muerte lenta gracias a las figuras, muchos de estos derrumbados; pero el ruido que existía por toda la multitud, reporteros y patrullas daban un ambiente aún peor.

Muchos policías estaban intentando que las personas no pasara más allá de la cinta de seguridad que estaban colocando, una señora a mi lado le imploraba a uno de ellos:

-necesito pasar, mi hija debe estar ahí, por favor se lo suplico- este se negaba.

Volteo la señora a verme-¿n...no ha visto a una niña pequeña de pelo oscuro rizado y corto?- sus  ojos tenían lágrimas y  estaban rojos por tanto llorar, sus palabras apenas eran entendibles.

-disculpe, no la he visto- aunque a mi mente llego su clara imagen, supe que era la niña que buscaba a su mamá; en tan solo un instante me partió el alma.

No podía soportar ver ese panorama, la frialdad era castigo, mi... mi ciudad si no me voy ocurrirán peores cosas y no habrá vuelta atrás, me aleje del frente, ya he tomado mi decisión me iré lo más pronto posible.


Llegamos a la casa, me dirigí al cuarto de mi hermano, toqué la puerta y ...

-ya llegué- dije en voz baja pero aumentándola ya que se daría cuenta de que algo ocurrió.

-¿cómo te fue?- otra vez sin voltear a verme, ¿en serio no le importo?

-muy bien gracias-

-ah, qué bueno- dijo con indiferencia

La volví a cerrar lentamente y me dirigí a mi habitación, se sentía tan tibio para ya estar atardeciendo en otoño; me tiré a mi cama, mire el techo ¿qué he hecho? Comencé a mirar mis manos las cuales temblaban, ¿cómo lo hice? Necesito respuestas ¿Quiénes son la segunda familia y qué es? Empezaron a surgir más y más dudas y en el fondo muchos arrepentimientos, pude haberlos salvado diciéndoles que huyeran, estos eran inevitables.

Evosh entró a mi habitación, voltee a verlo con vacío, me paré de esta y le pregunte.

¿no pudimos hacer algo para salvar a esa gente?

-"no, es era casi imposible que hubiéramos salido ilesos"-

-necesito respuestas, ahora -

-" las responderé"

Susurros de un ÁrbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora