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«Haikyuu no me pertenece, sólo juego un poco con los personajes de Furudate Haruichi».

Santa secreto creado por la página UshiTen Milagro Monstruoso.

Regalo para todas las participantes de la actividad. Muchas gracias por el apoyo a la primera idea que tuve para la página. Les deseo feliz navidad.



Sus manos estaban heladas y le dolían, pero él no quiso comprarse guantes ya que estaba esperando o creyendo que tal vez Wakatoshi con sus señales le daría eso de regalo, además así no tendría que pensar demasiado en qué debería regalarle. Hasta le había dejado mensajes subliminales respecto a la falta de guantes, como que sus guantes favoritos estaban rotos, ni siquiera los sacó de su cajón por lo mismo, no usaría guantes y no lo haría hasta el día en el que se entregarían sus regalos.

Satori ya había olvidado el motivo para seguir dándose regalos cada veinticinco de diciembre, cada año se regalaban algo desde el tercer año en preparatoria, seguro dijo algo en ese último año sin mucho sentido para él, pero seguro fue algo que hizo que Wakatoshi se lo tomara muy en serio. Con Wakatoshi todo debía tomarse así, pero no recordaba el qué o una fuerte razón para provocar la seriedad del contrario. En que tampoco se quejaba, le gustaba ver los cambios que tomaba el rostro, cabellos, expresiones y la voz o algo nuevo en el contrario con cada nueva Navidad.

Ese año Satori no le iba a regalar algo ya hecho en alguna tienda, en está ocasión se dedicó a hacer su regalo, aun cuando tuvo que soportar a su abuela con sus regaños y jalones de oreja cada quince minutos por sus errores. Se dedicó a crear algo con sus manos, tal vez no era la mejor y oculto alguno que otro nudo de su propia abuela sólo para no iniciar de nuevo, no significa que fuera flojo o algo por el estilo, es que repetir todo eso era un mundo y el sólo tenía un año. Además ¡Si no tiene su marca de "Satori estuvo aquí" no habrá diferencia de una comprada! Por eso mismo ahora la bufanda hecha a mano tenía su marca llena de nudos ocultos entre su tejido.

El frío se afianzaba con confianza despreciable a sus manos y su nariz igual se encontraba helada, no había sentido tanto frío como ese día, al menos sus orejas estaban seguras en unas orejeras regalo del año pasado de Tsutomu. El niño con su genial cabello de tazón aun le hablaba. Le hacía sentir un buen superior, aun cuando Eita dijera siempre lo contrario cada que le presumía el mensaje o algún comentario en su Instagram.

—Estás celoso de que el pequeño Tsutomu me haga más caso a mí que a su propio novio —Después de eso siempre terminaba siendo maldecido por su buen amigo.

«Que gran amigo» pensaba Satori recostado en su cama escuchando maldiciones infinitas.

Eso le recordó que tuvo que casi obligar a Wakatoshi hacerse una cuenta de Instagram, sólo para poder ver lo que podría compartir éste en esa plataforma. Wakatoshi compartía cosas muy normales, tomaba fotos de cosas que le gustaban: paisajes, animales silvestres, ropa deportiva o accesorios de ese índole para el voleibol. Misteriosamente el número diez de Karasuno lo seguía y compartían pequeños diálogos de ello, no es como que espiara lo que hacía o algo así, sólo pasaba y Wakatoshi no seguía a muchas personas por esa red social. Aun así podía confirma que la atención de Ushijima era para él porque al menos a él le comentaba o contestaba en el máximo de tres minutos, en sus imágenes Wakatoshi era uno de los primeros, el primero siempre sería el honguito Tsutomu. Yendo al punto, Satori estuvo todo el mes de noviembre comentando sobre la falta de guantes, hasta rechazó los que planeaba regalarle Tsutomu, el mensaje sólo era para una persona y espera que llegara. Satori no era de las personas que son indirectas, él prefiere decirlo directo tanto como Wakatoshi, más bien menos que el mencionado, pero sólo por esa ocasión quería hacerlo, quería sentir que ellos tenían una comunicación silenciosa. Él comprendía en muchos casos a Wakatoshi con tan poco, también deseaba que pasara de la otra parte.

Unos guantes y una bufandaWhere stories live. Discover now