Mayores [MinV]

06.

En el Capítulo anterior...

"Kim Taehyung es un estudiante de secundaria que tiene un capricho con el mejor amigo de su hermano mayor, casado hace cuatro años y padre de una pequeña niña.
Su capricho, que está a punto de ser cumplido en la cocina de aquella casa ajena, tratando de hacer silencio por el sueño de la pequeña niña a sólo un par de pasos y una puerta de distancia, se ve interrumpido por la llegada de un chico de apariencia infantil".

Mientras caminaba y sus lágrimas se camuflaban con la lluvia que comenzaba a caer, solo supo que estaba cerca de la casa de Kim Namjoon, supo que su hermano no estaba ahí y supo también que era un completo desdichado, cuando golpeó la puerta y quien le abrió no era nada más ni nadie menos que Park Jimin.

-Pasa -su voz parecía querer sonar a una orden, pero a Taehyung no podía importarle menos en ese momento-. Nam no está

Mantuvo su rostro inexpresivo al ingresar a aquella casa, pasó una de sus manos por su cabello mojado. Su ropa goteaba mientras sus mechones marrones se pegaban y amoldaban a los costados de su rostro. Suspiró cuando escuchó la puerta cerrarse y luego observó con cierta molestia al chico que lo había recibido.

-¿Dónde está Hanmin? -preguntó ante el silencio que el lugar poseía en ese momento.

-Con Hannah -Taehyung bufó.

-Yah, ¿Y Hannah? -rodó los ojos y avanzó rumbo al baño, para usar alguna toalla.

-Con Nam -se detuvo. Se detuvo él, se detuvieron sus pies, se detuvo su respiración, todo en él se paralizó.

-¿Cómo? -tragó saliva y volteó a verle. Suponía que Namjoon trabajaba o que iría a verificar la reserva en el hotel, supuso de todo, menos que se encontrara por ahí con su familia.

-Sí, Hannah quería salir a pasear lejos de la capital por la lluvia y Nam obviamente no se iba a negar. Ya sabes, él la ama, a ella y a su hija -apretó los puños y siguió su camino hasta el baño, las manos le temblaban, no sabía si era debido al frío o a la rabia, pero le estaba costando desvestirse.

Le importaba poco y nada que Jimin lo estuviese observando desnudo en aquel momento, sólo quería secar su cuerpo, solo quería olvidarse de su patética situación por un instante, solo quería no pensar en su madre o en Jungshin, o  en el idiota de Namjoon. Levantó una toalla amarilla del último cajón del baño y la restregó por su cuerpo, percibiendo la insistente mirada del hombre de cabello rosa. Suspiró. Volteó y dejó la toalla sobre sus hombros, observó la mirada con morbo que el mayor le dedicaba, sonrió de medio lado y lo invitó a acercarse. Ya todo daba igual, por lo menos en ese instante no le importaba que el próximo en penetrarlo fuese el irritante de Park Jimin.

-Te olvidarás de tu propio nombre de tanto gemir el mío -susurró aquel en su oído, sonrió con burla y sintió las manos de él recorrerle el cuerpo, sus labios en la piel de su hombro, su respiración en su cuello. Jadeó.

Cerró los ojos, se dejó llevar.

Gimió cuando su espalda chocó contra el frío espejo y su trasero en el cerámico conjunto al lavamanos. Recibió con desespero los besos de Jimin y esperó ansioso por sentirlo dentro. Odiaba admitirlo, pero ese hombre lo hacía todo jodidamente bien.

-Hazlo ya, maldición -gruñó enterrando sus uñas en los hombros aún cubiertos por la tela de una camisa blanca que llevaba puesta. Escuchó la risa medianamente grave y luego sintió dientes siendo encajados en su cuello, jadeó y envolvió con sus piernas el cuerpo ajeno, atraiéndolo con sus talones, se restregaron con fiereza, sus lenguas chocaron sin descanso, y entonces, entre jadeos y gruñidos, fue penetrado sin aviso. Fue excitante, fue doloroso, fue placentero. Estaba teniendo el mejor sexo de toda su vida con el hombre que hasta ese momento había odiado, que aún le fastidiaba. Echó su cuello hacia atrás y le sonrió como pudo antes de correrse entre sus cuerpos.

Era la primera vez. La primera jodida vez que se corría sin siquiera tocarse. Se había corrido antes que él, y había gemido su jodido nombre tan alto que podía jurar haber sido escuchado por los vecinos. Su cuerpo ardía y podía sentir como sus músculos presionaban el pene que aún invadía su cuerpo. Jadeó y sintió el sudor caer por los costados de su rostro y de su cuerpo.

-Di mi nombre de nuevo -reclamó él, mirándolo con sorna, demandante. Era algo nuevo ser mandado en plena acción, pero por alguna razón, aquello había hecho reaccionar a su cuerpo de una buena manera. Tragó saliva y cerró los ojos.

-Jimin... -murmuró entre jadeos cada vez más fuertes, sintió la necesidad de tocarse, pero su mano fue apartada; lo miró agitado, con el ceño fruncido y la respiración agitada. Gimió su nombre más fuerte cuando el mayor tocó su punto dulce.

-No te he dado permiso... -jadeó- para tocarte

Taehyung rió sintiendo su garganta arder por todos los ruidos obscenos y maldiciones que soltaba ¿Cuánto tiempo llevaba así? Dios, ese hombre resistía y... mierda, se sentía tan bien ¿Namjoon lo haría de la misma forma?

Sintió un apretón en la punta de su pene que lo devolvió a la realidad, miró fijamente los ojos de quien lo penetraba cada vez con más fuerza y frunció el ceño al sentirse tan ahogado en excitación. Esos ojos que creyó infantiles se encontraban oscuros y llenos de deseo. Adoraba sentirse deseado. Esas manos que según él eran pequeñas lo sujetaban con tanta firmeza, tanto en su cadera como en su sexo. Gimió y gimió el único nombre del que fue consciente en su segundo orgasmo y se sintió satisfecho. Y lleno, tan lleno... cuando él se corrió en su interior después de tres estocadas más.

-Mierda... eres tan malditamente estrecho y perfecto -escuchó decir, sonrió mientras jadeaba para regular su respiración. Un ahogado gemido lastimero abandonó sus labios cuando Jimin salió de su interior. Su cabello rosado cubrió su rostro cuando se agachó para quedar apoyado en su hombro derecho.

Solo sus respiraciones se escucharon durante un largo rato, junto al sonido de la melodía de su celular, que había comenzado a sonar desde... ¿Cuánto rato llevaba sonando? Frunció el ceño y le pidió a Jimin que le alcanzase el celular.

-¿Hyung? -preguntó en cuanto escuchó la voz a través del celular en su oído, presionó el puente de su nariz entre su dedo pulgar e índice y cerró los ojos.

-Sí, soy yo -asintió y abrió los ojos, inspeccionando el cuerpo de Jimin a través de la camisa blanca, abierta, que por el sudor se le pegaba a los costados, dado que se había volteado a buscar su ropa. Tenía una espalda ancha para no ser tan alto, su cabello rosado le contrastaba de una forma bastante atractiva.

-Mmh... ¿Dónde estás? -bajó su mirada hasta los glúteos del mayor. Vaya culo, pensó.

-Me conseguí un departamento cerca de la universidad -mordió su labio inferior cuando Jimin se agachó a recoger sus bóxer y los subió hasta cubrir su trasero por completo. Volteó y pudo apreciar su sexo a pesar de la tela del bóxer.

-Eso mola -murmuró-. Pero no se lo haz dicho a mamá

-Tampoco es como si le importara, ¿no crees? -alzó una ceja y paseó la lengua por sus labios, deleitándose con tan buen cuerpo. Jimin tenía marcado el abdomen de una forma tan sexi y perfecta que se le contrajo un poco el abdomen.

-Tienes razón. Iré a visitarte más tarde, ¿puedo? Me he peleado con ella hace un rato -escuchó la afirmación de su hermano y colgó.

El pelirosa se acercó nuevamente y le acarició los muslos, presionando sus rodillas y subiendo hasta tocar levemente su sexo, volviendo a bajar lentamente. Se mordió el labio inferior y lo observó desde su fornido pecho hasta su rostro.

-¿Cuántos años dices que tienes? -preguntó acariciando su pecho ahora, sin quitarle la vista a sus profundos orbes oscuros, ¿cuántos secretos podía guardar ese hombre?

-Veintiocho -murmuró antes de atacar sus labios, Taehyung jamás se dejaba besar tanto, a menos que se tratase de Namjoon. Pero el primo del moreno era lo más cercado que tendría por el momento.

Simbología:

•••➡ salto en el tiempo hacia adelante (pueden ser días, semanas o meses, dependiendo de la narración)

°°°➡ salto en el tiempo hacia atrás (pueden ser días, semanas o meses, dependiendo de la narración)

○○○➡ recuerdos.

Letra cursiva➡ dialogo por celular perteneciente al personaje no presente en dicha escena.