Hansel And Gretel

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¿alguna vez has estado en la oscuridad?,¿algunas vez has escuchado ruidos en la noche?,¿has sentido la impotencia del no poder hacer que pare? o ¿no saber que o quien lo provoca?.
En estas situaciones lo único que puede hacer Scott es tomar sus mantas y cubrirse de cabeza a pies. Se acurruca en él rincón de su cama esquinera, con su corazón palpitando tan fuerte que tal vez saldrá de su pecho disparado como un proyectil, tal vez cayendo en alguna parte del oscuro cuarto.
Él siempre espera a caer profundamente dormido, o, que él ruido sece, conservando la esperanza de que sólo sea su hermano menor jugando a asustarlo.
Estas cosas ocurren muy a menudo en la casa towers, mas concretamente en él cuarto de Scott. Diane su madre, le dice que todo son alucinaciones causadas por ver tantas películas de terror.
Scott no cree esas mentiras de su madre, él sabe la razón de esto.
Hace dos años, la familia towers hizo un viaje hacia Harris, un pueblito a las afueras de Virginia. Allí creció Rusell él padre de Scott, en este lugar viven Clemens y Carol Jhonson, los tíos abuelos de Rusell, con los cuales él se crió.
Él viaje a este lugar era extenso, fueron cinco horas, que parecían cinco días, al llegar al pueblo, fueron directo a la casa de los Jhonson, Scott y Rhian solo saludaron a los tíos abuelos, y se fueron a explorar harris, habían muchísimas casas y varias tiendas, este pueblo era muy hermoso, con arboles a las afueras de cada casa, y vecindarios repletos de niños jugando.
Rhian llevaba un marcador rojo, con él cual marcaba cada poste de luz, a Scott le parecía una buena idea, era como él cuento de hansel y gretel pero esta vez sin pájaros dañando las señales, o bueno algo así.
Al caer la noche él pueblo se sumerge en una oscuridad envolvente, con una luna llena hermosa y un cielo con muchas estrellas adornándolo.
La tinta del marcador se acaba y los hermanos, se devuelven en sus pasos.
—tal vez papá este molesto— dice Rhian, un poco preocupado.
—¡si apuremonos tal vez nos este buscando!— responde Scott asustado.
Empiezan a correr, pero algo extraño pasa. Las marcas se desviaban cada vez más y más. Lo peor de todo es que los hermanos no se percataban de esto, solo corrían como dos pequeños créditos hacia él matadero.
—¿ya casi llegamos?— pregunta Rhian.
—no lo sé, solo sigamos.
Caminan media hora más y de repente, todo se pone frío, una espesa niebla recubre todo él pueblo y en este parece que todos sus habitantes de un momento a otro se hubiesen esfumado, con la llegada de aquel peculiar neblina.
Rhian empieza a temblar y Scott, sólo seguía caminando halando la mano de su hermano de siete años, con una cara de preocupación que solo habían visto sus padres, él día que el abuelo casi muere, a causa de un pre-infarto.
Scott se puso pálido como una hoja de papel, sus brazos se erizaron a tal punto que sus bellos parecían agujas, su andar se puso chueco como él de un zombie. El Paso de Rhian disminuía cada vez más, al punto de dejar de andar, callendo como un costal de papas, Scott lo cargó en su espalda, él solo quiere llegar a la casa de los Jhonson. tambaleando, del cansancio Scott seguía las marcas de un camino de un camino desviado, que solo lo lleva a la peor pesadilla que lo perseguirá varios años.
Luego de 30 minutos, Scott se cansa, voltea a su hermano, cargándolo con su exhaustos brazos, luego sentándose en una acera, poniendo a Rhian en su regazo, con la cabeza en él hombro de Scott, en estos momentos no sabe que hacer,Scott cubre su cara con sus manos, empieza a jimotear, con sus ojos inundandose hasta él punto que gotas de dolor empezaba a recorrer su rostro, abriéndole paso a mas y mas de estas, mostrando sus ojos mas azul de lo normal.
Una voz muy aguardentosa de una mujer le pregunta:
—¿por que lloras muchacho?, ¿estas perdido?
—n...no señora- dice Scott muy inseguro— solo descanso un rato.
—¿y ese niño?, ¿es tu hermano?— pregunta muy insistente— ¿esta bien?
—si usted tranquila, solo vallase señora.
—¿tienes frío?
Scott, cansado de sus malditas preguntas asiente con la cabeza, afirmando que si tiene frío, acariciando él cabello castaño de Rhian, mientras lo mira con sus ojos rojos por las lágrimas.
—¡pero mirame niño!
—¡esta bien!- Scott sube su cabeza.
Al ver el rostro de esta mujer, scott se queda perplejo, inmóvil como una estatua, sus pupilas disminuyeron notablemente, fue la primera vez que Scott sintió que su corazón escaparía de su pecho.
Los ojos de esta mujer eran negros, con su iris color sangre, una mirada perturbadora pero hipnótica, con la piel como la del tronco de un árbol viejo, con manos muy arrugadas y en ellas unas horribles, afiladas y largas uñas. Su pelo era blanco como la nieve en invierno, vestía una túnica negra cubierta de espesa sangre.
—¿quieres dulces?— lo dice cambiando su aguardentosa por una muy demoniaca.
La mujer muestra una dentadura filosa con muchos mas dientes de lo normal y en su boca una larga y filosa lengua.
La mujer saca un puñado de dulces de una de sus mangas, los cuales luego de que Scott los ve aterrado, se convierten en tripas y viseras.
—gracias a Dios Rhian esta dormido— piensa Scott aterrado
—si gracias a él jajajajajaja
Él corazón de Scott empieza a palpitar tan rápido que todo parece ir mas lento, tal vez tiene un ataque de adrenalina, vuelve a cargar a Rhian en su espalda y empieza a correr, en estos momentos ya no siente frío, ni otros síntomas mencionados, solo corre y corre.
—¡ven a jugar niño!, ¿quieres unas cosquillas? Jajajajajaja.
La mujer tira las tripas que estaban en sus manos, posterior a esto se empiezan a escuchar horribles crujidos provenientes de los brazos de la mujer, estos se empiezan a estirar tanto que su piel y músculos se desgarran como una servilleta mojada, brota mucha sangre, pero la mujer ni se inmuta al parecer no le duele.
Scott corre mucho, pero no sujeta bien a Rhian, luego cae como un costal de papas, rápidamente es recojido junto con su hermano por los asquerosos brazos de la mujer, atándolos como si de una soga de tratase.
Scott forcejea pero esta mujer es mucho mas fuerte.
—¡señora sueltenos por favor!— grita él chico desesperado, con él efímero deseo de que los va a soltar.
—¡NOOO!— responde emitiendo un grito sacado del mismo infierno.
La mujer abre su mandíbula tanto que pareciera que estuviese rompiéndose cada vez mas, mientras pasa su lengua por su filamento de filosos dientes, imaginándose el sabor de los niños.
Scott vuelve a romper en llanto, un llanto de deshaogo, un llanto de adiós, un desgarrador, oscuro y profundo llanto.
—no mas no, no, no, ¿que hice?
—¿a quien devorare primero?, ¿a ti?— levanta a Rhian y lo mira- ¿o a ti?— mira a Scott.
—¡no a mi hermano no!— grita Scott desesperado.
—esta bien pequeño entonces a ti jajajaja

let me go Donde viven las historias. Descúbrelo ahora