DÉCIMOCUARTO (1°parte)

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Dahiana Hale se encontraba en mi habitación recostada en la cama, me miraba fijamente tratando de ver algo que no conseguía, su boca estaba medio abierta, sus manos jugaban con su quinta botella de cerveza, sonreía y hablaba de cosas sin sentido, mis ojos no podían dejar de verla, su pecho subía y bajaba haciéndome sentir tranquilo

Ella era todo lo que necesitaba, la mujer que podía reparar cualquier parte de mí y también destrozarla, ella era todo un enigma, un misterio, en cada situación que se le presentaba actuaba distinto

Estoy enamorado de esta mujer hasta los cojones, me siento estúpido sabiendo que me he pasado mi último año con la mujer equivocada, pero Dahiana, ella era realmente complicada, aún no la lograba entenderla, era un jodido universo, demasiado grande y hermoso como para ser real, pero estoy seguro que conseguiré entender cada uno de sus planetas y estrellas, porque simplemente es magnífica

-...Y Thomas piensa que es una buena idea, aunque mi punto es que solo debería acabar con toda esa farsa...- Seguía hablando, no estaba seguro de que me estaba hablando pero tampoco quería interrumpirla.- ¿No es verdad?- Me miro sonriéndome

-Tienes toda la razón

-Ni siquiera me prestaste atención- Blanqueo los ojos y llevo la botella a su boca

-Claro que lo hice- No, en verdad no, pero el solo escucharla hablar me hacía realmente feliz

-Sí, seguro, me acabas de dar la razón en hacer homicidio

-¿QUÉ?- Ella soltó una carcajada.- Solo bromeas

-Claro- Y volvió a sonreír

-¿Estás saliendo con Mike?- Sus ojos miel me miraron curiosa

-Tal vez, ¿por qué?- Ahora fue mi turno de beber

-No parece un buen tipo- Ella se acomodó quedando sentada en la cama, su rodilla rozaba la mía.- Digo puede ser primo de Roland y eso, pero tiene algo que no termina de cuadrarme

-¿El que esté conmigo y que yo todavía te guste?- Sus palabras me tomaron de sorpresa y en un momento sentí que ella no supo lo que dijo

El silencio se hizo en la habitación, un silencio muy incómodo, me acomodé en la cama quedando frente a ella, sus ojos no eran capaz de mirarme, tome la mano que sostenía la cerveza y la retire colocándola a un lado

-En verdad te gustaría tocar el tema después de casi un año- Se veía tímida, no como la Dahiana común y atrevida, sus ojos estaban fijos en algún rincón de la habitación, no me dio respuesta alguna, tampoco intento soltar el agarre de nuestras manos.- Sería muy tonto decir que te superé y estoy enamorado de Tiffany, porque te mentiría, pero tampoco sería correcto decir que he seguido enamorado de ti todo este tipo mientras le decía a Tiffany que en verdad la amaba a ella

-Es una mierda- Susurro

-¿El qué?

-El amor, nosotros, la vida, todo es una mierda- Suspiro y me miro.- Tu sabes que nunca te dejé de amar, ¿lo sabes no es así?- Hice un gesto y le sonreí, muy en mi interior lo sabía solo que no lo quería aceptar.- Obvio lo sabías, pero te dejé claro que no podíamos lastimar a Tiff, ella ha sido muy buena conmigo

-¿Y desde cuando tú te has vuelto tan buena con las personas?- Ella sonrió de medio lado y golpeó mi hombro, recordé la apuesta y quise probar algo, algo de lo que tal vez después me arrepentiría o tal vez no.- Bésame- Dije casi inaudible para ella, sus ojos se abrieron en sorpresa dejando que el color miel me inundara.-Te lo dice el ganador, bésame

Y sin dudarlo ella puso su mano sobre mi mejilla, estaba fría, se acercó lentamente haciendo insoportable la distancia, parecía torturarme cuando su nariz rozó la mía, su aliento a nicotina, menta y cerveza chocó fuerte con el mío y las ganas de besarla se intensificaron, mis manos pasaron a su definida cadera

-Esto no está bien- Dijo junto a mis labios. Y yo era consciente de eso, pero había algo dentro de mí que me estaba impulsando hacer todo esto, no sé si era el efecto de las cervezas y la música en el cuarto o simplemente la cercanía de Dahiana era inevitablemente poderosa conmigo

-Besame Dahiana Hale, en este momento es lo único que deseo- El color en sus ojos se oscureció y sin pensarlo me besó, al principio fue extraño, sus labios se sentía terroríficamente conocidos, estaban fríos y húmedos, empecé a seguirle el beso, era lento pero intenso, su saliva se mezclaba con la mía haciendo el sabor del cigarrillo y la cerveza más fuerte, nuestras lenguas se encontraron haciendo del beso mucho más impetuoso

Ella se levantó acomodándose sobre mis piernas, yo tome tu trasero que se acomodó perfectamente en mis manos, el beso empezó a ser más salvaje y devorador, sus manos al igual que las mías estaban por todas partes y tenía miedo de que este momento de éxtasis y placer nos llevará a otra parte, a un lugar más peligroso

-Quiero que me vuelvas hacer tuya Blake- Su voz estaba ahogada.- Te quiero volver a tener dentro de mí- Y mi autocontrol se fue a la mierda.

CHRISTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora