TRIGÉSIMO SEGUNDO CAPITULO (Uno)

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Todos están muertos, todos están muertos por mi culpa.

Habían muchos cuerpos tirados a mi alrededor, ni siquiera me di cuenta en qué momento había sucedido todo esto, agradecí que nuestros padres no hubiesen venido, mis ojos buscaban por todas partes a Thomas, a Sam o Sarah, ninguno estaba ahí, no sé si me sentía tranquilo con eso o preocupado, tal vez Wreck los tenía, mire hacía la casa que ahora solo quedaban pequeñas partes de la estructura, el humo de la explosión que se había provocado minutos atrás salía libremente hacía el cielo

DAHIANA

Su nombre se me venía una y otra vez a la cabeza, estaba casi seguro que ella no era la que estaba en esa habitación, su cabello era demasiado dorado, un dorado como el de Tiffany, mis manos estaban sudando, necesitaba hallar a alguien, me intente levantar del suelo pero parecía imposible, mis piernas dolían, el estallido me había botado fuera de la casa, al parecer lo único que me había afectado había sido mi herida del pecho que de nuevo estaba sangrando, intente levantarme de nuevo y mi mundo empezó a dar vueltas, los policías que yacían ahora en el suelo, parecían tener sus cuerpos destrozados.

-Mierda y más mierda- masculle mientras intentaba caminar sin pisarlos, empecé a entrar a la casa y lo primero que vi fue a Sarah en vuelta en los brazos de Sam.- HERMANO ¿ESTÁN BIEN?- Grité yendo hacía ellos, Sam no me respondió seguía con sus ojos puestos en Sarah

-Creo, creo que aún respira- Tartamudeo entre dientes cuando estuve cerca de él, Sarah tenía su pierna totalmente jodida, esa escena fue tan escalofriante como de película de terror que tuve que salir corriendo hacía un rincón y vomitar, cuando me recuperé pude ver el charco de sangre debajo de Sam y Sarah que provenía de su pierna

-Debemos llamar una ambulancia- Dije mientras sacaba mi móvil, al parecer había soportado el impacto, solo tenía unas ranuras en la pantalla.- ¿Hola?, Si, soy Christian Blake necesito una ambulancia urgente, no lo sé con exactitud es a las afueras de la ciudad a unos 50 u 80 kilómetros, no estoy seguro, hubo una explosión y hay muchos heridos, hay humo saliendo de allí, está bien le mandaré entonces mi ubicación por GPS, gracias.- Colgué y me dispuse hacer lo que la señorita me había dicho, mandé la ubicación

-¿Qué crees que haces Blake?- Esa voz, esa voz me dejo fuera de sí.

-Yo, yo solo llamaba una ambulancia- Empecé a girarme y cuando mis ojos chocaron con los suyos no supe donde quedo mi mundo

-Muy mal hecho.- Frente a mí se encontraba una Dahiana perfectamente arreglada con maquillaje, unos tacones excesivamente altos y un hermoso vestido que se ajustaba a su cuerpo de forma muy atrevida. A su lado la acompañaba Mia y Wreck, no sabía que estaba pasando pero al parecer no era nada bueno 

CHRISTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora