TRIGÉSIMO CUARTO CAPÍTULO

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El mundo de Dahiana y de Christian se estaba yendo abajo, Dahiana se sentía totalmente ida, no sabía porque todo el mundo gritaba alrededor, sus ojos se detuvieron en el preciso momento en que el cuerpo de Christian se desgonzaba en el suelo, vio su camisa llena de sangre que no había notado antes y de repente todo su cuerpo se sentía pesado, ella solo quería correr hacía el peli castaño pero lo único que se movían eran sus brazos y piernas y en vez de avanzar hacia delante estaba yendo hacia atrás, no entendía qué pasaba y de un momento a otro sintió ganas de vomitar, tocó su estómago pero no fue exactamente como lo recordaba así que bajo sus ojos a su abdomen y por fin comprendió que alguien la tenía en vuelta en brazos tirando de ella, se asustó tanto que lo único que pensó fue en gritar, gritaba y gritaba, no decía ninguna palabra en concreto, sentía miedo. Y después de mucho forcejeo por fin logró escapar de los forzudos y velludos brazos que la retenían <<Christian, todo estará bien>> pensó para si misma mientras corría hacía el cuerpo que estaba tirado en el suelo como si estuviera muerto <<Todo estará bien, te lo prometo>> se repetía una y otra vez, el camino hasta Blake parecía eterno, sus extremidades le dolían, sabía que estaba cansada, llevaba casi dos días sin dormir aunque no parecía, y todo lo que había pasado ese día fue realmente agotador, nada había salido según el plan.

Dahiana llegó hasta Christian, con sus delgadas e inseguras manos toco su rostro, sus facciones eran realmente pronunciadas dándole un aire de serio y tranquilo a la vez, aún tenía el piercing que se había hecho la vez en que ella había acabado todo. Verlo ahí después de todo lo que ella había hecho hizo que su corazón se le rompiera, ella lo amaba pero no era ese tipo de amor que se le tiene a tu mascota o el tipo de amor que le tienes a tu profesora de primaria favorita, no, era un amor real, de esos que pueden cruzar cualquier frontera y que no importa cuánto daño haga siempre será mejor que no tenerse el uno al otro.

-¡UN PARAMÉDICO!, ¡SE ESTÁ DESANGRANDO!

Su voz era un pequeño alarido fuerte que llamó la atención de uno de los empleados de salud que se encontraba cerca, era joven

-¿Lo conoces?

El joven le habló cerca a su rostro dejándole que un fuerte olor a sudor y plantas llegara hasta su nariz

-Si, él...- Mierda, se dijo para sí misma, qué eran en ese momento, ¿amigos?; ¿conocidos?; ¿novios?

-Señorita, ¿se encuentra bien?- Ella lo miró sin entender a qué se refería, no era que se sintiera estupenda pero Christian se estaba muriendo y eso era lo único que le importaba

-Soy su novia- Dahiana sonó más segura de lo que pretendía soltar eso

-Está bien, hará todo lo que yo le diga y así podremos llevar a su novio al centro de salud más cercano, él se salvará, ¿está bien?- Ella solo afirmó con la cabeza y pensó <<Para ser alguien muy joven parece saber lo que hace>>

Finalmente lo montaron en la ambulancia, el paramédico le había mentido un poco a Dahiana, las probabilidades de que Christian se salvarán eran muy pocas, la herida se veía bastante mal, al parecer ya estaba infectada y a casi nada de alcanzar el corazón.

Ese día los dos habían terminado con el corazón destrozado.


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Amores de mi vida, estamos a nada del final de Christian, espero les este gustando mucho, denle amor y cariño y no olviden dejar sus comentarios.

LOS AMO!!

Besos de chocolate<3

CHRISTIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora