-Llegas a tiempo, mira lo que cenaremos, mi jefe fue tan generoso y nos envió esta lasaña-decía mi padre sirviendo un plato
-¿Generoso? papá nos dieron sus sobras como siempre, además ¿por qué sirves solo un plato?-dije sentándome y desatando mi cabello dejando un alivio en mi cabeza.
-Trabajaré esta noche con el hombre generoso, te recuerdo que fue el único que nos ayudó cuando tu madre falleció
-Lo hizo por imaginé, ni siquiera escribió bien su nombre en la corona de flores que envió, es un idiota.-Dije a punto de dar un bocado cuando mi padre azotó el recipiente contra la mesa y se sentó
-Escucha, ha sido muy difícil después de lo de tu madre y gracias a él aun tengo un buen trabajo, el me ha ayudado bastante así que te pido un mínimo de respeto, si no quieres comer ''sobras'' yo me lo comeré-dijo tratando de quitarme el plato pero me rehusé y di una ligera risa
-Lo siento papá, se que no es un mal hombre pero todo lo hacen sus trabajadores, ¿hay algo que él haga por sí solo?
-Dirigir la empresa de logística más grande de Corea...quizás eso-decía mi padre bufándose de mí
-Bien tu ganas, se ganó mi respeto-decía irónicamente, mi padre tomó su traje y su chaleco antibalas y su arma y me miró con una sonrisa
-Te duermes temprano, mañana tenemos planes
-A la orden señor- dije colocando mi mano firme en mi cabeza, mi padre llevaba más de diez años en la empresa TECNA debo de admitir que la empresa daba muchas oportunidades tanto a los estudiantes como a la gente adulta, es por eso que mi padre se convirtió en un leal empleado y por lo cual ahora es guardaespaldas del señor Lee, mi madre era florista y hacia todos los arreglos florales para la compañía TECNA. Hace 7 años que ella falleció debido a un tumor en su cabeza que detectaron muy tarde, el señor Lee efectivamente nos ayudo con gastos del hospital y los mejores doctores, pero no pienso deberle mi vida o estar a sus servicios a alguien que da lo que le sobra o lo hace solo por su simple imagen.
Cada noche mi padre se iba a trabajar y volvía al día siguiente, mientras yo trabajo en la florería de mi madre por la mañana, es principio de primavera así que las ventas son buenas y las flores están en su auge, muchas personas creen que por la ausencia de mi padre me siento sola y al principio era verdad pero la soledad a veces resulta ser buena amiga, puedo andar en calzoncillos y un camisón por toda la casa, tirarme al suelo si me place, ver la tv y escuchar música al tope, ponerme mascarillas o leer un libro mientras cantó, todo esto me ayuda a no sentirme sola además que tengo a Moka.
Moka es un pequeño perico de las islas canarias que me trajo un antiguo vecino al notar que me la pasaba sola, este me ayudó a evitar aquella soledad, además que aquel perico contesta a cualquier pregunta que le hago, quizás no como quisiera pero son señales.
-Moka, ¿vemos una película? o ¿vamos a dormir?
-''Que asqueroso olor''-decía Moka mientras rascaba su cabeza con su pata, olí mis axilas y reí.
-Tienes buen olfato, iré a bañarme, no te vayas a dormir
-''¡Vete!''-gritaba Moka una y otra vez, sé que no es una gran conversación con la cual se pueda seguir pero es divertido tener a alguien que te responda sin sentidos. Me di una ducha y cuando salí Moka ya estaba en su jaula con los ojos cerrados.
-Que gallina, no aguantas nada- dije apagando el televisor y marchándome a mi habitación, prendí mi estéreo que había comprado en un bazar hace unas semanas y me dormí con el pasar de la música.
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-¡Arriba!-decía Moka arriba de mi cabeza mientras me picoteaba la nariz con su afilado pico
-Ya te oí-lo aleje de mi cara y salí de mi cama con pesadez.
-Esa gallina verde siempre tan molesta-dije entrando a la cocina mientras mi padre se hacía un batido.
-Es encantador, es como si tuvieras un pequeño hermano, si le digo ''despiértala'' hace caso enseguida, muy obediente, ¿no es así Moka?-decía mi padre dándole un pedazo de plátano a Moka
-Encantador-repitió Moka caminando por el respaldo de la silla.
-Moka me acompañaras a la tienda de flores, pero esta vez no hagas comentarios-dije mirando aquel pájaro verde mientras sacaba un poco de leche
-¿Lo volvió hacer?-decía mi padre entre risas
-Tu le enseñas todo eso, te escucha mientras miras los partidos de fútbol
-No me culpes solo a mí, también culpa a la vecina Kim, se la pasa todo el día gritándole a su hermana o mientras mira sus telenovelas turcas, él aprende rápido-decía mi padre orgulloso mientras se sentaba en el comedor mirando las noticias en su tableta y dándole sorbos a su batido.
-Me voy, vamos Moka-dije tomando una manzana en dos pedazos una para mí y otra para Moka, mi padre me miró pensativo y luego observó a su alrededor.
-¿Olvidas algo?-dije mientras tomaba las llaves de la casa
-De hecho estaba viendo que la casa se mirara limpia, tendremos visitas
-¿Visitas?¿Quienes?-dije abriendo la puerta cuando un hombre de traje estaba a punto de tocar la puerta.
-_________, has crecido y florecido
-Señor Lee, pasé- decía mi padre abriéndole paso a su jefe
-Tu casa siempre tan acogedora y con olor a flores, adoro visitarte-decía amablemente el señor Lee.
-¿No piensas pasar?-decía el señor Lee mirando la puerta, mire a la sombra que estaba delante de la puerta, un chico alto con mirada sombría y gesto fruncido.
-Señor________(tus apellidos), quiero presentarle a mi hijo, acaba de volver de sus estudios en el extranjero y ahora está aprendiendo de la empresa para ser mi próximo heredero ya que su hermana decidió otro camino diferente.-decía el señor Lee mientras el chico pasaba, me miró de forma seria y luego se inclinó ante mi padre.
-Disculpen debo irme, es un gusto que nos visiten, volveré pronto-dije a los invitados, el señor Lee me miró con una sonrisa y el chico no se molestó en mirarme...lo que imaginaba del señor Lee era erróneo, pero su hijo era un malcriado y egocéntrico chico rico.
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