Lagarto Cornudo

Cornudo

_ No podrás quedarte con eso, le debes respeto a tu futuro esposo._ dijo su madre, seca, como fue toda su vida con él. Refiriéndose al collar.

_ Ni siquiera le conozco.

_ Pues Yo sí, al menos lo suficiente para decirte que no es alguien de mucha paciencia, podría tomarlo como un insulto.

_ Es que no quiero olvidar a Sasuke_ Susurró.

_ Tendrás que hacerlo y él también, es joven y guapo, muy talentoso, no dudara en casarse con alguna jovencita bonita e inteligente para que le dé los hijos que quiera._ sus palabras dolían en lo más hondo de su pecho pero era cierto, cuando Naruto se casara Sasuke no tendría otra opción más que olvidarse de él, seguir su vida._ Es mejor así, lo matarían si supieran de su amor.

Antes de la llegada del príncipe le dieron lecciones de clase para que fuera más doncelino, le probaron el kimono purpureo con flexionado por su progenitora para hacerle ajustes y demás todo con su actitud de tristeza.

Por la tarde, casi cuando el ultimo y exquisito rayo de sol se escondía por la frontera, el Hokage, tsuchikage, Raikage, Kazekage, junto con su comitiva, señores feudales con familiares, Naruto y kushina esperaban en el balcón más alto de la aldea, justo del cielo oscurecido donde recién aparecían estrellas bajaron dos hombres, con ropas extrañas, cuernos en la cabeza, se quedaron flotando frente al balcón, aun en gran altura, uno parecía más un ángel venenoso y el otro era más robusto, entonces Naruto se preguntó cuál sería su esposo, cualquiera de las opciones era terrible porque no estaba Sasuke en ninguna. El color blanco o grises claros eran las tonalidades que predominaban en su faz. Su padre estaba al frente.

_ llegamos de las estrellas, espero que no hayáis olvidado nuestro lazo _ Menciono a Minato con seriedad, entonces el pelirrubio mayor le dio la señal a su hijo para que se acercara quedando enfrente de los hombres alienígenas._ Hup... te recuerdo, ustedes los terrícolas y descendientes de Kaguya crecen lento._ Vio al chico sin demasiado interés. Después activo su Byakugan, las venas que se formaron palpitaban expectantes, analizando su chakra virgen y abundante, sin duda los dichosos Uzumaki heredaron la mejor parte del Dios árbol.

Él no le dio ningún presente como prueba de su compromiso sólo un apretón delicado en la mano, le miro profundamente pero a la vez con indiferencia, era extremadamente difícil deducir sus sentimientos, ni sus padres eran tan estoicos. Su prometido era Momoshiki pues era el que se presentó ante él y era el más joven, el otro era su suegro Kinshiki.

_ Le doy la bienvenida a nuestro hogar_ hizo una reverencia dulce, Naruto podría no ser de la realeza pero su belleza y noble corazón le daban más clase que la hijas o sobrinas de los señores feudales.

Al día siguiente se casaron, temprano, una ceremonia singular, popular y extravagante, puesto que fue el doncel el que se vistió de negro, con un ostentoso kimono oscuro con bordados rojos y dorados, apenas podía caminar con el extravagante vestido, le hicieron trenzas en el corto cabello y le pusieron joyas, además le añadieron un velo traslucido negro y le pintaron extrañas figuras en el rostro, como si tuviera una mariposa de oro de antifaz. En cambio el novio vestía de blanco, con ropa igual de tradicional, en vez de kimono portaba Yukata pero con el mismo diseño que del doncel para combinar. Estaba satisfecho por el compromiso que había hecho, ambos siendo unidos en matrimonio por una persona con la divinidad sagrada suficiente para hacer valido su estado de cónyuges.

Naruto en un acto silencioso de rebeldía sostuvo en sus manos la rosa roja mientras daba la caminata nupcial, con la espada erguida y cara seria, demostrando el sacrificio y honor que hacía por su gente. Gente que no llegó a conocer jamás