Publicado originalmente: 05/enero/2018.
Aclaraciones: «Pensamientos».
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IV. Podrías tener lo que más quieres
Una piedra, dos piedras, tres piedras y probablemente llegaría a mil piedras si tuviera esa cantidad al alcance de las manos. Las piedras eran importantes para el mayor de los trillizos, porque lanzarlas al agua conseguía que olvidara por segundos toda la información almacenada en su cerebro, información que durante dos semanas iba extendiéndose y transformándose, una que no lo estaba llevando a ningún maldito lado, así que no le quedaba más que continuar cuestionando, o bien, hacer el idiota.
Quizá con un poco de presión y suerte pudiera encontrar un foco que no se fundiera tan pronto.
—Danielle, ¿recuerdas cuando invadiste propiedad privada y fuiste de mirona a verme en el baño?
La chica empezó a silbar, así que Ayato elevó el tono de su voz. «Esta vez no vas a escapar tan fácil».
—Pues sabes, el agua se ensució cuando te metiste a la tina, lo cual fue raro dado que en ese momento estabas igual de limpia que siempre —el vampiro arrojó más piedras cuando ella detuvo el silbido y asintió, esto era una buena señal—, ¿por qué ocurrió eso? Y no salgas con que has visto "algo" en el lago, ni sigas con tus tontos silbidos, ya lo has hecho más de cincuenta veces en menos de catorce días, más te vale contarle al grandioso yo la verdad o mínimo cambiar de táctica.
—Y querido Ayato, como en las anteriores veinte ocasiones, te digo que leas el libro que te di y uses esa gran cabezota con la que naciste —Danielle volvió a silbar y Ayato tiró más rocas en una mezcla de furia y frustración.
Habían transcurrido dos semanas desde el "percance", Ayato todavía era cauteloso alrededor de Danielle, ya lo aventó una vez al lago, no lo haría dos veces.
Los primeros dos días, Ayato evadió todos los intentos de la niña para llevarlo al lago, pero finalmente al tercero él se dejó guiar, debido a que su orgullo fue más grande que su temor y preocupación; mientras caminaron y recolectaron piedras y flores (porque según Danielle las flores se veían más bonitas flotando en el agua y a los peces como monstruos marinos les gustaban), el pelirrojo se estuvo diciendo a sí mismo que no había nada por lo que asustarse, además de que él era un vampiro, ¿por qué tendría que temer?
Aunque que Danielle fuese "algo" desconocido, hacía doler su estómago.
Terco, negó con la cabeza y lanzó otras dos piedras al agua.
Ella continuaba silbando y Ayato estaba a poco de perder la paciencia; tenía asco, enojo y más cosas que se revolvían dentro de él, sobre todo en su cráneo y que provocaban que sudara frío, mordiendo su labio inferior pensó: «Me importa un bledo lo que sea ella en realidad».
Sin embargo, aunque esas palabras resonaran dentro de su cabeza, se escuchaban tan bajas como susurros, lo suficientemente intranquilo, Ayato no quería catalogar de bueno o malo aquello. Debía centrarse, pero Danielle volvía tan complicado todo.
El mismo día que volvió al lago, a sentarse en la madera del puente y con dos metros separándolo de Danielle, ésta le había dado un libro como una especie de compensación, según Danielle encontraría la respuesta a todas sus dudas en aquellas hojas amarillentas escritas a mano.
Ayato leyó el contenido del libro y después de media hora lo lanzó, poco le falto al libro para terminar en el fondo del lago, debido a que la "solución" a todos sus problemas no eran más que relatos hechos por humanos, habladurías, leyendas, o como sea que lo llamaran los mortales a esos inventos creados solo para mantener controlados a los tontos (esos débiles que se aferraban a cualquier cosa con tal de evitar la angustia e inestabilidad).
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Ver para creer [Diabolik Lovers | Ayato Sakamaki & OC]
FanfictionAyato Sakamaki es curioso, sin embargo, esa curiosidad podría meterlo en problemas, más cuando el problema es una niña humana que parece adorar el lago cercano a su casa.