Supermoms

Especial 2. She Keeps Me Warm (Regalo de año nuevo 2018)

Especial de año nuevo
Lena
Teníamos una semana para la llegada de la natividad. Por trabajo habíamos viajado Kara, los gemelos y yo a Inglaterra. El ostentoso hotel Claridge's un lugar muy bello y caro, destellaba clase. Años atrás antes de conocer a Kara había viajado sola en estas fechas por trabajo y me sentí vacía. Ahora todo era diferente tenia una esposa que tomaba mi mano delicadamente mientras conducía el cochecito de los gemelos que yacían dormidos por el largo viaje, dicho el sentimiento de vació desapareció para obtener algo enriquecedor, amor, lleno de un sentimiento de reciprocidad y compresión. Kara era otra mujer, una diferente que llego primero siendo una amiga y con el tiempo la madre de mis hijos pero también la dueña de una empresa de medios y en el trasfondo de su alter-ego, ser parte la liga de la justicia. Supergirl. La confianza en su ser iba en aumento como yo con el afecto y la primicia de tener una familia.

-Dick me ha dicho que quiere una bola de nieve, ya sabes-indica un círculo con sus dedos- esa que debes agitar para ver como nieva en el paisaje.

-Lo sé cariño, pues deberías comprar una en la tienda del centro llamada "Things" una ironía -sonrió al ver el gesto de asombro de Kara por el gran árbol de navidad que cuelga invertido en el centro de las escaleras del gran hotel.-Amor.. Tú baba esta dejando rastro-limpio su saliva con mis dedos antes de besar sus labios ante una mirada de sorpresa y intima.

-Mm..-sonrió- déjame en paz, mi baba sh...esta hermoso el decorado de la estancia Lena -caminamos hasta el mostrador del hotel, un joven de cabello rubio un poco galante y con una mirada directa hacia mi esposa que no me agrado-buen día.

-Reservacion señorita -su sonrisa del joven crispo mis nervios y le di un ligero apretón a Kara que oscureció su mirada que era alegre ante la indiferencia que sentía por el joven presente.

-Señora..-corrigió Kara- esta al nombre de mi esposa Lena Luthor -el joven palideció pero no dejo esa galantería.

-Mis disculpas -observo a ambas- tengo claro que es una habitación de lujo y uno de sus empleados a traído las cunas ¿cunas? -Kara asintió aburrida- no quiero entretenerlas, aquí tienen la tarjeta y la llave, si tienen algún problema -su mirada directa a Kara- pueden comentármelo y haré todo lo posible para solucionarlo.

-No creo que sea necesario -mi voz salio como una sentencia de muerte- gracias.

El joven salto un poco al escuchar mi voz y pego su mirada al ordenador, continuamos nuestro recorrido subiendo por el elevador, Kara estaba sumamente inmersa en sus pensamientos y para mi era un encanto observar como se perdía dentro de su mente.

Busque sus labios torpemente y ella pareció mas feliz que sorprendida, sus manos se posaron en mi cadera, nos quedamos así unos segundos sin movernos respirando sin despegar nuestros labios y ese cosquilleo en las palmas alargando el momento, abrí mis ojos encontrándome un mar que se unió al verde de mis ojos, no se cuan raro era vernos besar pero no era común, poco importaba dentro de ese elevador solo nosotros y nuestros gemelos abrazados a Morfeo.

-¿Quieres dormir un poco? o ¿quieres que te haga el amor?-susurro muy cerca de mis labios, sentía su aliento chocar, separo su cuerpo del mio antes de que las puertas se abrieran y nos dejaran en nuestro piso, camino frente de mi, dejándome un poco aturdida por lo directa y insaciable que se escuchaba en el trasfondo sus palabras.- Vienes o ¿qué?

Como niña en verano jalo mi mano para encontrar nuestra habitación. Era muy hermosa con detalles finos, blanca como la nieve. Kara analizo las cunas de los gemelos y pareció animada con el sueño infantil de nuestros hijos, beso sus frentes y dedico una larga mirada buscando como guardarlo en su mente, conocía esa mirada y estremecía cada fibra de mi ser.