"HAY QUIENES DICEN QUE LAS CRISIS TE OBLIGAN A MADURAR."
Queens, Ciudad de Nueva York.
Agosto 17, 1998.
— ¿Yosef? — llamó la pequeña de ojos grises, con la voz entrecortada, rebosante de curiosidad y temor.
El muchacho ucraniano se volvió hacia ella con rapidez, empero, trató a toda costa de evitar su mirada. Tenía los ojos llenos de lágrimas, rojizos, y las manos temblorosas, tratando de ocultar el temor que lo asediaba, imponente y oscuro.
La responsabilidad de ser la cabeza de la familia recaería sobre él dentro de poco —si es que no había sucedido ya—, sólo un niño, adolescente, la impresión de no estar preparado para el trabajo lo invadía con más rapidez que el miedo. Su padre le había dejado la tarea específica de portarse como el adulto por ambos, él y su pequeña semejante. Si podía ser responsable, estarían a salvo de todos los peligros que el mundo les pondría en frente una vez que sus progenitores ya no estuvieran para detenerlos, incluyendo la remota posibilidad de terminar en un hogar adoptivo, muy lejos del lugar al que alguna vez llamaron hogar.
— ¿Qué sucede? — le respondió, inquiriendo con la voz suave y tenue para que los agentes de SHIELD, destinados homicidas de su padres, en el piso de arriba no los escucharan, pues así no habría válido de nada el esfuerzo de Viggo y Marie para protegerlos.
De cualquier manera, estaban ocultos. Llegar a aquella parte de la casa resultaba casi imposible. Al menos se aseguraba de saber dónde se situaba el camino de vuelta a la superficie, no obstante, rezaba porque las astutas mentes de aquella organización no lo encontrasen. Estaba aterrado, y mucho, no quería terminar allí, las historias sonaban demasiado duras como para creer que él podría soportarlo.
Con testimonios tan severos, la simple idea de terminar allí le ponía los pelos de punta. No quería siquiera imaginar lo que le pasaría a su hermana.
— ¿Por qué mami y papi no vinieron a esconderse con nosotros?
Yosef no supo qué contestarle a la infante. No podía explicarle el por qué venían a llevarse a sus padres, tampoco que jamás los volverían a ver. Él sabía lo que venía con aquello, pero no encontraba las palabras. ¿Cómo decirle a una niña que sus padres van a ser encerrados en una prisión de alta seguridad perpetuamente? No existe, en lo absoluto. Como el adulto entre los dos, debía de disfrazar la realidad lo más posible para que ella pudiera entender que, a partir de ese momento, estarían solos por el resto de sus vidas y que, quizá, nunca serían capaces de reencontrarse con sus padres. Las probabilidades eran bajas.
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𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐈𝐑𝐃 𝐀𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐌 ★ Bucky Barnes.
FanfictionEstaba buscando una salida, alguien a quien amar, a quien cuidar. ¿No es extraño? Te conozco desde hace mucho tiempo y no puedo parar de pensar en que todavía tienes secretos. Jamás me los dirás, de eso estoy seguro, pero entraste a los míos ahor...