Capítulo 16 • Celos

2.5K 187 22
                                    

Maratón 5/5

Una vez terminada la limpieza, Mikasa se fue al establo para coger su caballo, pues había quedado con Eren para dar un paseo.

Escogieron un camino largo para que durara más. En verdad, no era nada nuevo ya que habían pasado por esa parte del bosque muchas veces.

Estaban rodeados de árboles muy altos y por encima le caían hojas tanto verdes como de amarillas hasta marrones. De vez en cuanto pasaba alguna ardilla o escuchaban a algún oso. También había alguna que otra flor y musgo por los arboles.

Eren le iba hablando de cosas sin sentido mientras que Mikasa asentía pero no escuchaba, simplemente disfrutaba del aire mientras que el aire removia su pelo.
Llegaron a una pequeña explanada donde se pararon a descansar y a comer algo. Ya iba 1 hora montando a caballo y aunque Mikasa no sentía cansancio ninguno, Eren si que lo notaba.

Después de un descanso de varios minutos volvieron a dar un paseo pero esta vez andando. Y así siguieron hasta que llegaron a un lago, un precioso lago, que Mikasa conocía a la perfección.

Aguas cristalinas..... Las hojas de los arboles más verdes, y los matorrales como si alguien se hubiese dedicado a cuidarlos. Parecía uno de esos fondos de Disney.

Y lo reconocía a la perfección porque a parte de haber sido el sitio donde casi se quita la vida metiéndose en el lago, allí fue donde empezó todo contacto con el azabache, hasta llegar donde están ahora.

En realidad, ¿qué relación tenían entre ellos? Mikasa no había rechazado lo que le dijo pero tampoco lo había aceptado. Si bien descubrió hace unas horas que su cuerpo es muy calentito y tu tacto muy agradable.

- Wow.... - Soltó de pronto Eren - Es muy bonito este lago ¿no te parece? - Le preguntó y la pelinegra asintió

Eren posó su brazo sobre la cintura de Mikasa. Este simple acto hizo que la azabache saliera de sus pensamientos para apartarse de este, hasta el punto de que casi se cae al lago por no ser de que Eren reaccionó rápido y la cogió por la mano.

Después de estar un rato charlando se dispusieron a volver al castillo, viaje que para Mikasa se le hizo eterno pues tropezó con una piedra y se torció el tobillo. Al final tuvo que montarse en el caballo de Eren y este manejaba a los dos.

El caballo de Mikasa era negro con unos ojos grises que te imnotizaban, en cambio el de Eren era "corriente", marrón con los ojos de este mismo color oscuro.

Una vez en el castillo se dispuso a ir al comedor para ponerse hielo en el tobillo, creía que no era nada más grave.  Allí le trató Hanji, que estaba hablando con Erwim de temas triviales. La pelinegra se quedó asombraba con la confianza que tenían esos dos, sabia que se conocían de hace mucho y que eran buenos amigos. Aparte de que Erwin siempre le consentia algún que otro capricho a Hanji, pero no contaba con que estos tuvieran esa confianza.
En ese momento hecho en falta alguien así, alguien con quien poder compartir todo tipo de detalles sin tapujos ni complicaciones, alguien en quien poder hablarle diario, alguien que le entienda y la respete, alguien que la protega. En ese momento hecho en muchísima falta a sus padres.
Y es que el comportamiento de esos dos le recordaba, en sí, a sus padres.

Después de que Hanji le revisara el tobillo se fue, a ningún lugar en concreto, sin rumbo fijo.  En un pasillo se encontró a Levi y mantuvo una conversación no tan agradable con él.
En verdad, el pelinegro, vio a la azabache y  al castaño entrar juntos en el mismo caballo por la puerta principal pero no entendía eso que le comía el estómago. ¿Estaba celoso?
Si lo estaba no era el único ya que Jean también tenia celos de Eren. Estaba tan celoso de este como veces que le había pedido a Mikasa que saliera con él.

Lo Tenias Que Hacer Tan Dificil | RivaMika [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora