Lo Tenias Que Hacer Tan Dificil | RivaMika [COMPLETA]

Capítulo 20 • Curiosidad

"La curiosidad humana es una mierda.
La curiosidad solo da paso a rumores y a historias. Historias que se convierten en malentendidos. Después malentendidos que no sabes explicar. Simplemente parece que tus cuerdas vocales no están, no reaccionan, no funcionan, parecen que se han ido a un largo viaje a la otra punta del mundo.
Lo que viene después son perdidas. Por esos malentendidos sin explicación. Pierdes a gente, cosas, animales...... Todo ser o cosa querida por ti.
Que si, que la curiosidad nos ha traído al mundo un montón de cosas, pero también nos han traído desgracias.
Porque si tuviera que borrar algo en este mundo seria la curiosidad por cosas que no nos incumben.

No es por los rumores, los escucho a diarios, si no por el sufrimiento.

De la curiosidad llega al dolor. Y ese es muy profundo, algunos casi incurables."

Como otro dia cualquiera, Levi, se levanta de su comoda silla y se dirige al comedor. Esa rutina se le empezaba a ser cansina de un modo o de otro, pero siempre seguía, como si el tiempo fuese tan rápido que no le diese tiempo a cambiarla.  Pero había algo diferente en estos días. Faltaba algo dentro suya que no podía saber que era. O más bien no quería aceptar que le había afectado tanto.
Por x o por y, el capitán, siempre lograba enterarse de los intentos de acercamiento de Eren hacia Mikasa y todos y cada uno de sus rechazos. Que en su mente, el pelinegro, no sabia porque no le aceptaba de una maldita vez. Obviamente sabía la respuesta, pero nuevamente no quería aceptarla.

Al día siguiente de la decisión de Levi de dejar ir a Mikasa, Eren, le pidió que diesen una vuelta. Mikasa se quedó en su cama todo el día, por la tarde noche tuvo que ir a ver al comandante para darle una razón de porque había faltao al entrenamiento.
Otro dia, Mikasa estaba "normal" y Eren le preguntó que si iban al pueblo a comer juntos, ya que era su día libre. Y de vuelta un No con todas sus letras de parte de Mikasa. Desde entonces no ha recibido ninguna petición por parte suya para salir. El ojiverde pensaba que ya se estana pareciendo a Jean. A la azabache. Eren le parecía incluso más molesto que Jean.
Pero algo más pasó en su día libre.

Mikasa se llevó todo el día leyendo a la sombra de un árbol de aquel pequeño lago cristalino en el que siempre se encontraba Levi. Y esa vez no fue una excepción.
A la media hora apareció el azabache con su rostro inexpresivo de siempre. Mikasa odiaba verlo así, sobre todo porque no podia adivinar que sentia. Pero ahora estaba más molesta que nunca ya que no sabía si estaba destrozado por dentro o estana igual que siempre.
Él se sentó al lado opuesto del árbol esperando a que Mikasa hablara. Pero eso no ocurrió.
Pasaron los minutos incluso diría que la horas y nadie habló.

(Anotación para mejorar la lectura: Insertar canción All these year • Camila Cabello ⬆ )

— Mikasa..... Siento lo que te dije — Se que quedó en silencio y se rectficó. — Siento en la forma en la que..... — Intentó continuar la frase pero Mikasa lo detuvo. Ese tono de voz que tenia Levi, a esta, la mataba. En verdad podía notar culpabilidad y tristeza pero a simple escuchaba que  estaba normal. Absurdamente normal.

— No tienes que disculparte....  — Dijo Mikasa un poco apenada. Lo sentía tan cerca y a la vez tan lejos. En verdad le dolia tenerlo al lado.

— Pero lo voy a hacer. Voy a pedirte perdón y decirte que tenemos que alejarnos — Cada palabra para Mikasa se sentía como una puñalada por la espalda. — Nos acemos daño. — Le decía mientras se iba acercando a ella. — Seriamos más felices si estuviésemos separados. — "Mentira" — Debemos separarnos — "¿Por que estoy diciendo esto?" "No es verdad." "No quiero que se vaya de mi lado." "Callate idiota" Se decía así mismo Levi.
Mikasa se levantó y sin mirar al capitán dijo:

— No hasta que me digas que me odias. — Se produjo otro silencio. Otro silencio muy muy incomodo. Otro silencio en el las palabras faltaban. Otro silencio que cada segundo era como una estaca clavada en el pecho de un vampiro. — Te seguiré queriendo. Y te seguiré esperando..... Hasta que digas que me odias. Ahí sera cuando me aparte de tu lado. Levi. — Y en ese momento se giró y se notó una lágrima recorrer por su mejilla para unos segundos después, sin dejar a Levi responder, irse.

— Yo...No te reconozco... ¿Desde cuándo eres así?  — Se preguntaba una y otra vez Levi en su cabeza.

En el castillo Erwin y Hange estaban en el despacho del primero. Ambos estaban en silencio. Esperando al momento indicado.
Y como si de perros salvajes se tratara se hecharon uno encima del otro. Lo único que se escuchaba en la habitación eran los besos y caricias que se daban el uno al otro. Y así pasaron bastante, compartiendo momentos que solos ellos dos sabrían que existían.

En cambio Mikasa estaba en su habitación, tirada en su cama mirando al techo. Con lágrimas recorriendo por sus mejillas y pensamientos que solo su cerebro sabía. "Si se me olvida algo. ¿Que haré? Me temo que no podré empezar de nuevo. Por favor. Recuerda por los dos. Que esos momentos no pasen a ser cosa de mi imaginación. Por favor. Recuerdalo. Creía que había madurado. Creia que no me afectaría. Me equivocaba. Estos malditos metro que nos separan... Son absurdos. Quiero tenerte aquí al lado, junto a mí. Aunque solo sea dormido, como aquella primera noche que pasamos juntos. No te decepcionaré, pero tú si lo estas haciendo. Recuerda. Y no me odies."

En el cuarto de Levi solo se escuchaban golpes y golpes. "Idiota. Idiota. Idiota. Estúpido. ¡Valora lo que tienes. ¡Joder!"
El azabache con miedo se tumbo en su cama mientras de fondo se escuchana una lluvia, más bien tormenta. Mientras que lo único que iluminaban eran los rayos.
Él no dormía en su cama porque le recuerda a cuando su madre estaba enferma y a su tío. Veía alredor suyo a todos las personas muertas y al lado suya a Farlan y a Isabel. "Siento decepcionaros"

— No lo has hecho. — Escuchó decir de la boca de Isabel pero al segundo todo desapareció. Todas esas personas, sin embargo sentia más carga encima suya. Y como si se supiera el camino de memoria, sin darse cuenta estuvo en la habitación de Mikasa.

Ella tenía los ojos rojos, como si acabara de llorar.  Él se sentia terriblemente cansado como si acabara de hacer el entrenamiento que él mandaba pero por 10. Cuando Mikasa abrió la puerta y abrió dijo:

— No te olvides de todos los momentos que hemos pasado juntos por favor.

— Nunca. — Al ver a Mikasa así en verdad se le partía el corazón.

— Puede que el estar juntos nos haga daño. Pero estar separados nos hace más daño.

Y así se abrazaron. Esperando un consuelo. Se amaban pero se dañaban. Se querían pero se odiaban. Buscaban en el otro un punto de apoyo o quizás un de cariño que ninguno había tenido nunda.
Dos personas que el mundo le había tratado como una mierda. Arrebatándole todo lo que quería. Todo lo que necesitaban. Dos personas que aprendieron a sobrevivir por su cuenta y aprendieron lo duro y cruel que es el mundo muchísimo antes que cualquiera de los reclutas y comandantes que allí se encontraban. Puede, incluso, que algunos no lo hayan averiguado.
Lo que necesitaban ahora era cariño y una persona que se lo pudiese dar.
¿Podrian ser ellos mismos el confidente del otro?

"El origen del sufrimiento,
es el apego."