Capítulo 26 - Tu y Yo

2.3K 81 0
                                    

-Vamos, el uber está afuera- dijo tomándome de la mano

-Sebastián Yatra en uber???-  me burlé

- Tenías razón, no tengo porque decirle a Javi que me recoja en toda parte -

- Vamos a despedirnos de Vale - dije caminando hacia ella.

-Amiga ya nos vamos- la abracé - Chao, síguela pasando rico -abracé al novio de Vale

-chao vale - Sebastián abrazó a Vale

-cógetela duro - gritó Valentina, yo me reí

-chao parce,termínala  de pasar bien -se despidió del novio de vale

- Ya sabes, dale duro tigre -siguió diciendo Valentina, yo me reí.

Cuando me subí en el auto me quedé dormida, tenía náuseas.

Mi vida -susurró Sebastián -despiértate, ya llegamos-

Amor me siento mal -dije

-Es el sereno, te hago un café? - dijo mientras entrábamos a su edificio

-Ahora también sabes hacer café?-lo molesté, el sonrió

-Buenas noches Arturo- dijo Sebastián saludando al Portero

-Buenas noches -dije yo

-Buenas noches señor Sebastián, señorita Mariana que alegria me da verla de nuevo por acá-

-Que lindo Arturo, a mi también me da gusto verlo- entre al acensor me comencé a sentir peor, llegamos y Sebastián me hizo un café y me sentí muy bien, me recosté en el sillón y le escribí a mi mamá que me iba a quedar con Valentina.

-y tú mamá ?- pregunté

-mi mamá, está en Medellín, yo mañana tenía día de prensa acá, y después me iba a Medellín, pero prefiero quedarme contigo.

-NO, soy muy egoísta, perdóname, tienes que trabajar, nunca interferí en eso, tampoco lo voy a hacer ahora, yo me voy - me puse de pie y él se atravesó en mi camino

-No te vas a ir - me tomó del rostro y me besó - No te voy a dejar ir- me alsó y me puso sobre el comedor y besó aún más fuerte, lo extrañaba demasiado, los dos estábamos totalmente desesperados por sentirnos, él se quitó los zapatos y la camisa.

-Te amo -susurré-

-Yo más- comenzó a besar mi cuello y me quitó el abrigo- esa blusa fue la que tenías puesta el día que te conocí.

-fue la única vez que me la puse. . . y hoy - respondí

- Ese día pensé en quitártela- dijo- pero después vi lo herida que estabas y no intenté nada, simplemente me gustaste más allá de lo físico-

-Ahora me la puedes quitar, estoy herida, pero yo de ti hoy quiero todo - respondí, él sonrió, pasó seguido me quito la blusa y la falda, Sebastián estaba excitado me alzó y me llevó hacia la cocina.

-Tu mamá te va a regañar- gemí recordando la vez que le dije que lo quería hacer en la cocina y él me respondió que a la mamá no le iba a gustar eso-

-Si es contigo no me dirá nada -se quitó el bóxer y comenzó a quitarme la ropa interior, ya completamente excitados que entró completamente en mi para después moverse rápido.

SEBASTIÁN 

Sentir mi cuerpo en el suyo de nuevo fué muy bonito.

Llegamos a el climax y terminamos tirados en el mesón de la cocina besándonos, la alcé y la llevé a la habitación.

Me estaba quedando dormido y mi celular sonó, me puse de pie para contestar y Mariana se despertó.

-hola?- respondí

-Sebas donde estás?-preguntó Roberto

-En mi casa porque?-

-Nada, mañana a las 8 pasan por ti-

-Robert, mañana tengo que hacer algo más importante, no puedo hacer prensa ni ir a Medellín.

-Estas loco?- respondió- Con quien estás? A quien metiste a tu cama esta vez? - Mariana me rapó el celular de la mano y comenzó a hablar.

-Robert no te preocupes, Sebastián va ir a su promoción, es un terco, si lo se, gracias me alegra oírte, bye. -colgó el teléfono.

-Yo me voy a quedar contigo -me acoste otra vez y ella también y me abrazó

-Mi Obando terco -me besó -te acompaño- eso me dejó en shock, ella nunca me había acompañado a hacer prensa y la entendía perfectamente.

-No te creo -respondí

- Se que eres un terco y no vas a ir, pues si yo voy se que tú vas- dijo, yo sonreí - estás gordo -dijo mirando mi abdomen

-No estoy gordo, no estoy tan marcado porque no he ido al gimnasio hace como 5 meses, tengo las chocolatinas derretidas- respondí y ella río -Tu estás delgada, muy, estás comiendo bien?

-Cambio de tema - respondió

-Déjame adivinar, cuál es la excusa, que la universidad te tiene clavada estudiando y se te olvida desayunar o almorzar.

-Si, pero es que el horario de este semestre no ayuda en nada -respondió

-No me gusta que dejes de comer-

-Además me hace falta la dosis de grasa que comía cuando nos veíamos- dijo, yo reí

-alitas, starbucks, comida mexicana mañana - respondí

-me vas a hacer subir los kilos que perdí en un día? - sonrió

-y más, el sexo adelgaza más que cualquier ejercicio de gimnasio-

- y qué pasa si quiero más sexo?- preguntó coquetamente

-Me olvidaba de lo insaciable que eres - la besé y lo volvimos a hacer.

Inesperado (Sebastián Yatra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora