Lección 5 - Cariño

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A los perros se les deben dar muestras de cariño y de afecto para demostrarle el amor que se le tiene. A lo que el perro responderá con lealtad y protección para su dueño. Su mascota ahora es parte de su familia y se le debe de amar de igual manera. Un perro amado siempre será fiel a su amo

A la mañana siguiente, tal como lo prometió, Diana paso todo el día con su hijo, jugando con todo lo que Santa Claus le había llevado. A Hambriento también le habían dado regalos. Un plato de comida nuevo y algunos cuantos juguetes chillones para morder. Diana no dejaba de reírse con eso pero Hambriento, a pesar de que eran cosas para perros, los acepto gustoso

Jim había recibido un trineo y Diana tuvo la idea de amarrarlo al collar de Hambriento para que pudieran pasear en él solo para molestar al chico. Al principio Hambriento se negó, pero no pudo evitarlo cuando su pequeño amo le puso la correa y se la amarro al trineo. Los tres salieron al parque donde Hambriento corría de lado a lado arrastrando al trineo con Jim y Diana montados en él. Fue el día más divertido que pudieron haber tenido los tres. Diana no pensó en su trabajo en ningún momento, se olvido de todos sus problemas y se divirtió con su hijo

A partir de ese día las cosas empezaron a mejorar para la familia. Diana hablo con su jefe y le pidió que le cambiara su puesto por uno que le permitiera pasar más tiempo con su hijo. Este acepto sin ningún problema y le dijo un puesto accesible que requería menos de su tiempo. Resulta que la razón por la cual su jefe le pedía ayuda con todos los problemas en el trabajo era porque ella era la única que no se negaba a ayudarlo y que si lo hubiera hecho, el la entendería y le pediría ayuda a alguien mas

Con el nuevo puesto de trabajo de Diana, pudo pasar más tiempo con su hijo llegando a entender muchas cosas que él sentía, sus gustos y preocupaciones. Jim estaba muy feliz de tener a su madre a su lado al igual que a Hambriento

Hambriento había sido contratado como el perro de Jim para que le brindara el cariño que Diana no le daba, pero eso ahora ya no era necesario. Diana le dijo que si quería irse podía hacerlo y ella le explicaría con cuidado a su hijo que él no era un perro. Pero Hambriento no quiso hacerlo, se quedo ahí y siguió siendo la mascota de Jim. Ya no por la comida, sino porque él también quería a Jim, y quería seguir viéndolo feliz

Lamentablemente, alguien más impediría eso

Jim no iba a la escuela como los demás niños, antes de conocer a Hambriento no había nadie que lo llevara o recogiera de la escuela así que contrato a un maestro particular que le enseñaba en casa. Su profesor era un hombre de edad mayor con ojeras y algo canoso. El curriculum que le había mostrado a Diana era excelente y era muy bueno enseñando. Sin embargo, desde que Hambriento lo vio por primera vez, sintió algo extraño en él. No le agradaba la manera en la que miraba al niño.

El profesor sabía lo que Hambriento hacia, sabía que fingía ser un perro para Jim y lo respetaba. Nunca hablaba con él o le dirigía la mirada y cuando lo hacia lo hacía con desprecio, como si estuviera molesto de que Hambriento estuviera ahí. Hambriento le dijo a Diana que ese hombre no le agradaba pero ella le dijo que, ahora que él estaba ahí, enviaría a Jim a una escuela normal en cuanto empiece el próximo año escolar ya que no quería meterlo a la escuela a mitad del año para evitar problemas con el niño. Hambriento tuvo que permitir que ese hombre siguiera siendo el maestro de Jim y siempre que estaba en la casa permanecía vigilándolo, alerta a lo que pudiera hacer

Jim se encontraba en sus vacaciones de invierno y Hambriento no tenia que preocuparse por ese hombre. Pero un día, pasada la navidad, alguien llamo a la puerta. Hambriento se sorprendió mucho cuando al abrir la puerta se encontró con el profesor de Jim. Había ido a darle un regalo a Jim. El niño quería a su profesor y en cuanto lo vio corrió a abrazarlo. Hambriento le permitió entrar, pero noto algo extraño en él, estaba demasiado nervioso. Hambriento sabía que ese hombre tenía malas intensiones y quiso que se fuera, pero se distrajo.

El niño pequeño y el perro hambrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora