El encuentro número trece.
Aprieto el tallo de los claveles nerviosamente entre las manos, sudorosas.
¿Cómo puedo estar tan nervioso?
Entro en el cementerio y los ojos de la que se ha vuelto mi persona favorita en todo el mundo se cruzan con los míos, en una sonrisa tímida.
La semana pasada casi le beso.
Esas palabras resuenan en mis oídos como si una voz muy desagradable las estuviese pronunciando.
Soy consciente de que él no se hubiese apartado, incluso cerró los ojos, esperando por el contacto.
Pero no estaba bien, no era el lugar idóneo, ni la situación perfecta.
-Hola Seok- dice con tono alegre, y yo no puedo dejar de sonreír.
-Hola Hoon- digo en una sonrisa y repasa mi cuerpo, cubierto en un abrigo color café.
Veo como trata de no hacer un puchero y mirarme a los ojos firmemente.
Sin dejar de sonreír ni un segundo, me quito el abrigo y dejo que me lo sostenga mientras pongo las flores.
-Empiezo a pensar que me lees la mente- digo, acariciando los pétalos de su clavel, que descansa apoyado en la lápida.
Veo de reojo como sonríe tímidamente.
Es adorable.
-Jihoon- digo girando el rostro para mirarle.
-¿Si?- pregunta mirándome con los ojos brillantes.
-El lunes que viene no podré venir-susurro, esperando por su reacción.
El brillo de su mirada se apaga casi al completo y asiento, tirando de sus labios hacia abajo, borrando esa sonrisa permanente.
-Está bien- dice enérgicamente, tratando de disimular.
-¿Te viene bien el miércoles en su lugar?
No puedo no verle una semana.
Me dolería demasiado.
Una sonrisa enorme reemplaza su tristeza momentánea y asiente.
ESTÁS LEYENDO
flower boy // seokhoon
Short StoryNo imagine nunca, que la flor más bonita de todas no estuviese en un jarrón.