Completos extraños

Cap. 12

(Narra Harry)

Salí de clase apurado a buscar a Lisa. Quería saber que había pasado. Llegué a mi casillero y dejé mis cosas y en cuanto cerré la puerta vi a Lisa con un chico. Comencé a sentir un profundo odio por aquel chico. Comencé a caminar furioso hacia los dos. Pude ver como se acercaba a ella y le regalaba un beso en la mejilla. Lisa se sonrojo en el momento en el que el chico se fue. Había llegado a su posición pero fue como si yo no existiera. Lisa se volteó y comenzó a caminar, la seguí. Ella sabía que iba detrás de ella. Sabía que la había visto, ella sabía y no hacía nada. La tome del brazo o al menos eso creí. Había mucha gente alrededor y creí haber jalado el brazo de Lisa pero me había equivocado, y vaya que lo había hecho. * Hola Harry.- dijo Michelle con un tono coqueto. * Ah, Hola Michelle.- dije bufando y forzando una sonrisa. Solo pude ver el rostro de Lisa decepcionado a lo lejos al ver que Michelle se me lanzaba para abrazarme. Me quite a Michelle de encima y caminé. * Oh! ¡Claro! Yo también te quiero.- pude escuchar de parte de Michelle mientras su voz se inundaba entre las risas de los demás. Me sentí fatal al escuchar lo que yo había causado. Regresé y besé a Michelle. No negaba que me atrajera físicamente. Era hermosa. Levanté mi rostro después de aquel profundo beso y divisé a todos ahí parados sorprendidos, y con todos me refiero a, mis amigos. Lo habían visto todo, habían sido testigos de lo que yo había hecho y no dudaba que Lisa se enteraría pronto.

Sophia me vio decepcionada y negando con la cabeza se fue. Los demás la siguieron y yo estaba ahí parado sorprendido, no decepcionado, de lo que había hecho. No me arrepentía. Continué mi día normal. Iba a clase y esperaba con ansias el recreo. Lo que me extrañaba fue que desde la clase de química no había visto a Lisa por ninguna parte. Intenté no darle mucha importancia. Ella sabía lo que hacia. Deje de pensar en ello durante el resto del día o al menos hasta el receso.

Al fin, las 11 en punto. Salí buscando a mis amigos. Los busqué donde siempre nos sentábamos pero no los encontré. Seguí buscándolos por un largo rato. Me rendí y me senté en aquel árbol enorme que estaba en el jardín. Sentí dos manos en tapando mis ojos. Las manos eran pequeñas y suaves sabía quien era. * Hola Michelle.- dije sonriendo. ¿Por que sonreía? Eso no era normal. * Hola príncipe.- dijo besando mi mejilla. Era dulce, no se por que hasta ahora me di cuenta. Nunca lo había pensado pero, tal vez es hora de le de una oportunidad.