Citas a ciegas [One Shots | BNHA]

Cita 23: Shinsou Hitoshi.

—A veces salir en la mañana es buena opción —comentaste al chico mientras caminaban por las calles del centro de la ciudad—, no hay mucha gente y es más tranquilo.

Shinsou lo único que hizo fue asentir a tu comentario y caminar en el momento que la luz de paso cambió para poder avanzar. Te quedaste atrás por un segundo, pero te acercaste rápidamente a su lado en un trote ligero. 

Hace un tiempo atrás que ya se conocían, o más bien tú lo conocías, pues desde el momento que encontraste su perfil en la aplicación, no hiciste nada mejor que husmear su perfil y darle un par de corazones en sus fotos y publicaciones. Después de un par de semanas ya conocías mayor información de él gracias a tu amiga que iba en la misma academia. En un principio solo te mantuviste al margen, pues con solo mirarlo en fotos era suficiente, pero luego pasó por tu cabeza la idea de mandarle un mensaje.

Y así fue como llegaron a ese punto, tú invitándolo a una cita y él aceptando con gusto. Aunque ahora viéndolo serio y sin hablar, ya no saías si había aceptado por que quería salir contigo o solo por compromiso.

—Shinsou —llamaste, este giró su cabeza para así poder mirarte. Trataste de mantener la compostura, pero al verlo directo a los ojos era como perderse sin retorno. En verdad que te encantaba todo de él—. Estaba pensado, ¿qué tal si vamos por unos helados? —preguntaste para cambiar un poco el ambiente que estaba poniéndose silencioso.  

—Me parece bien.

Sonreíste ante su respuesta. Fue corta y precisa, pero con saber que estaba de acuerdo ya eras feliz. Después de eso, te encargaste de llevar al chico a uno de tus lugares favoritos.

—¡Buenos días! —saludaste con euforia al momento de entrar en la tienda. No tenías vergüenza alguna, pues conocías perfectamente el lugar y a los trabajadores de allí. Te acercaste feliz a la mesón de muestra junto con Shinsou, que lo único que hacia era mirar como te desenvolvías como si fuese tu casa. Te quedaste viendo un rato los sabores que estaban en exposición, ya estabas ansiosa de comer—. ¡Genial! tienen un nuevo sabor de helado.

Giraste donde estaba el chico apuntadole el nuevo sabor con color morado, pestañeaste un par de veces al darte cuenta que se parecía mucho al color de pelo del chico. Este se quedó mirando raro, a lo que atinaste a darle una sonrisa juguetona.

—¿Cuál vas a pedir? —preguntaste.

—Cualquiera está bien. 

Asentiste a su respuesta y le volviste a sonreír, pero esta vez mantuviste constantemente el contacto visual.    

—¿Oh? ¡Pero si es la preciosura!

Los dos dejaron de mirarse para prestarle atención al muchacho castaño que se encontraba detrás del mostrador. Te apenaste ante su comentario, y le diste una ligera sonrisa en agradecimiento.

—Hola, Sasaoma —saludaste con una pequeña reverencia al castaño. Sasaoma levanto la mano en forma de saludo, siempre era cordial con sus clientes, pero contigo siempre fue más atento y lindo—. Pensé que ya no trabajabas aquí.

—Si no vienes seguido, no te enteras de nada preciosa.

Los dos empezaron a conversar, aunque más parecía un intento de coqueteo por parte del muchacho, lo que hizo tocar la paciencia a Shinsou, que se había apartado de la conversación.

—Y dime, preciosa. —Volvió a llamar—. ¿Estás saliendo con alguien?

Te sorprendió su pregunta. Ya sabías que el chico estaba tratando de ganar terreno contigo en el momento que supo que ya no estabas con tu novio, pero nunca pensaste que en verdad se lanzaría contra la corriente. Porque sí, no tenía opción, pues a ti ya te gustaba alguien.