Antihumanismo

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El antihumanismo es una piedra angular que sostiene el análisis del nihilismo de género. Es el punto en el cual empezamos a entender nuestra situación actual; es crucial. Por antihumanismo, nos referimos a un rechazo al esencialismo. No hay naturaleza humana. No hay un yo trascendental. Ser une sujeto no es compartir en común un estado metafísico de ser (ontología) con otres sujetos.

El yo, el sujeto es un producto del poder. El ''Yo'' en ''yo soy un hombre'' o ''yo soy una mujer'' no es un ''yo'' que trasciende aquellas enunciaciones. Aquellas enunciaciones no revelan una verdad sobre el ''Yo'', más bien constituyen el ''Yo''. Hombre y Mujer no existen como etiquetas para ciertas categorías metafísicas o esenciales del ser, son mejor dicho símbolos discursivos, sociales y lingüísticos que son históricamente contingentes. Evolucionan y cambian a través del tiempo; sus implicaciones siempre han sido determinadas por el poder.

Quienes somos, el mero núcleo de nuestro ser, quizás no se encuentre en el plano categorial de ser en absoluto. El yo es una convergencia de poder y discursos. Cada palabra que usas para definirte, cada categoría identitaria en la que te encuentras, es el resultado de un desarrollo histórico del poder. Género, raza, sexualidad y cualquier otra categoría normativa no referencia una verdad acerca del cuerpo del sujeto o sobre el alma del sujeto. Estas categorías construyen al sujeto y al yo. No hay un yo estático, ni un ''Yo'' consistente, ni historia que trascienda el sujeto. Sólo podemos referirnos a un yo con el lenguaje que nos fue dado y este lenguaje ha fluctuado radicalmente a través de la historia y continúa fluctuando en nuestro día a día.

No somos nada sino la convergencia de varios discursos y lenguajes diferentes que están absolutamente más allá de nuestro control, sin embargo experimentamos la sensación de un accionar. Navegamos estos discursos, ocasionalmente subvirtiendo, siempre sobreviviendo. La habilidad de navegar no indica un yo metafísico el cual actúa sobre un sentido accionado, sólo indica que hay imprecisión simbólica y discursiva rodeando nuestra complexión.

En consecuencia entendemos al género a través de estas condiciones. Vemos al género como un conjunto específico de discursos encarnados en la medicina, psiquiatría, las ciencias sociales, religión y nuestras interacciones diarias con otros. No vemos al género como una característica de nuestros ''verdadero ser'', sino como un orden entero de significado e inteligibilidad en el cual nos encontramos operando. No miramos al género como una cosa que un yo estacionario se puede decir que posea. Al contrario decimos que el género se es hecho y participado y que este hacer es un acto creativo por el cual el yo es construido, dado significancia y sentido social.

Nuestro radicalismo no puede parar aquí, adicionalmente manifestamos que la evidencia histórica puede ser proporcionada para mostrar que el género opera de tal manera. El trabajo de múltiples feministas decoloniales ha sido influyente en demostrar las formas en que las categorías de género occidentales fueron violentamente forzadas en sociedades indígenas y como éste requirió un completo cambio lingüístico y discursivo. El colonialismo produjo nuevas categorías de género y con ellas nuevas maneras violentas de reforzar un cierto conjunto de normas de género. Los aspectos visuales y culturales de la masculinidad y la femineidad han cambiado a través de los siglos. No hay un género estático mi fijo.

Hay un componente práctico a todo esto. La pregunta del humanismo versus el antihumanismo es la pregunta sobre la cual el debate entre el feminismo liberal y el nihilismo de género abolicionista estará basado.

La feminista liberal dice ''soy una mujer'' y con esto se refiere a que son espiritualmente, ontológicamente, metafísicamente, genéticamente, o cualquier otras modalidades de ''esencialmente'', una mujer.

La nihilista de género dice ''soy una mujer'' y con esto se refiere a que está ubicada en una cierta posición en una matriz de poder que la constituye como tal.

La feminista liberal no está consciente de las maneras que el poder crea el género y en consecuencia se adhiere al género como un medio de legitimarse ante los ojos del poder. Confían en intentar utilizar varios sistemas de conocimiento (ciencias genéticas, declaraciones metafísicas sobre el alma, ontología kantiana) para comprobarle al poder que pueden operar dentro de él.

La nihilista de género, la abolicionista de género, mira al mismo sistema de género y ve la violencia hasta su núcleo. Le decimos no a una aceptación positiva del género. Queremos ver que se vaya. Sabemos que apelar a las formulaciones actuales de poder siempre es una trampa liberal. Nos rehusamos a legitimarnos.

Es imperativo que esto sea entendido. El antihumanismo no niega las experiencias vividas de múltiples de nuestres hermanes trans, quienes han tenido una vivencia de género desde una corta edad. Más bien reconocemos que tal vivencia de género siempre fue ya determinada a través de las condiciones del poder. Miramos nuestras propias experiencias de la niñez. Vemos que incluso en la declaración transgresiva ''Nosotras somos mujeres'' donde negamos la categoría que el poder ha impuesto sobre nuestros cuerpos, hablamos el lenguaje de género. Referenciamos una idea de ''mujer'' que no existe dentro de nosotras como una verdad fija sino que referencia los discursos por los cuales somos constituidas.

En consecuencia afirmamos que no hay un yo verdadero que puede ser divinizado previo al discurso, previo a encuentros con otres, previo a la mediación de lo simbólico. Somos productos del poder, ¿entonces, qué vamos a hacer? De este modo terminamos nuestra exploración del antihumanismo regresando a las palabras de Butler:

Mi accionar no consiste en negar ésta condición de mi complexión. Si tengo accionar alguno, está abierto por el hecho de que estoy constituida por un mundo social que nunca escogí. Que mi accionar sea destrozado con una paradoja no significa que sea imposible. Significa solamente que la paradoja es la condición de su posibilidad.


Nihilismo de Género: Un Anti-Manifiesto (Traducción al Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora