STEREK: Un Deseo Egoísta

Parte 1

Me encontraba en el loft de Derek, acompañando de toda la manada, entre ellos Scott, Lydia, Allison, Isaac, Derek y por algún motivo también estaba Peter.

Estábamos todos de relax, ya que hacía mucho tiempo que nadie ni nada sobrenatural nos atacaba. Quedábamos todas las tardes para charlar con calma con nuestros amigos y parecía que poco a poco, el frío y distante Derek Hale era mucho más cercano, más amable e incluso hablaba más que de costumbre. Su famosa comunicación de mover las cejas solo la utilizaba con Peter.

— Me pregunto si te entiende. — Dije mientras apoyaba los codos sobre la mesa.

— ¿Qué? — Alzó una ceja, como era costumbre en Derek.

— Él también es un Hale. Me pregunto de qué manera os comunicais. Quiero decir, ¿usáis las palabras? ¿O tal vez os quedáis mirando a los ojos fijamente, moviendo las cejas como si fuérais mentalistas o algo así? Me gustaría saberlo, la verdad.

— Stiles. — Su tono sonó a ''me estoy cansando de ti'', por lo que tragué salvia con nerviosismo.

— Dime.

— Cierra la boca.

— Sí. Será lo mejor. — Dicho esto, el lugar quedó en silencio unos segundos, segundos que se me hicieron eternos.

Después de ese poco rato, Scott propuso de ir a por unas pizzas, así que él y Isaac se fueron a por la cena, Lydia empezó a preparar la mesa, Allison se puso a buscar una buena película para ver después de cenar y yo en cambio todo lo que hice fue sentarme en el sofá, dejando todo el cuerpo relajado, pero esa relajación me duró poco cuando se sentó a mi lado Peter Hale.

Odiaba a ese tipo con todas mis fuerzas y claro que seguía sin confiar en él. Además, ¿qué pintaba él entre nosotros? No tenía sentido.

Me levanté del sofá y fui escaleras arriba, pues Derek estaba allí. Atravesé aquél largo pasillo hasta donde se encontraba el ex Alpha.

— ¿Derek?

— ¿Qué quieres Stiles? — Asomó la cabeza desde el baño.

— Nada, es solo que no sé donde meterme, así que me preguntaba si podía estar contigo un rato hasta que llegue Scott y Isaac.

— Lo dices por Peter, ¿verdad?

— Obviamente. — Me crucé de brazos, esperando una respuesta.

— Claro que puedes quedarte conmigo. — La verdad es que esa respuesta me sorprendió. Esperaba más un ''mejor vete con Lydia o con Allison'', pero está vez mi detector Hale falló.

— Gracias, creo... — Me acerqué un poco más al mayor, pero sin llegar a entrar al baño. Por si acaso y eso.

— Stiles, puedes entrar. Estoy limpiando el espejo.

Me quedé unos segundos ahí parado sin saber muy bien que hacer, hasta que me decidí y entré.

Efectivamente Derek estaba limpiando el espejo, pero no entendía muy bien por qué. Apoyé todo mi peso sobre el marco de la puerta mientras el contrario limpiaba.

— ¿Por qué limpias el espejo?

— ¿Tú por qué crees? — Dejó lo que estaba haciendo un segundo solo para lanzarme una mirada asesina.

— No lo sé, por algo pregunto. — Alcé las cejas, tal y como él lo hacía la mayoría de veces.

— Lo limpio porque estaba lleno de mierda, nada más. Y como no sabía que os íbais a quedar a cenar, pues no lo había limpiado antes. — Suspiró finalmente con cansancio.

— ¿Es que nunca limpias?

— Stiles, ¿quieres que acabe asesinándote aquí mismo? — Se acercó a mi, agarrándome del cuello de la camisa y tirando de ella, haciéndome entrar por completo a la fuerza al baño. Me dejó entre la pared y él, así que no había mucha escapatoria que digamos.

Quedé unos minutos en silencio, mirando sus ojos verdes grisáceos. Fue un momento largo, muy largo, hasta que pude escuchar a Scott y a Isaac gritando como locos de que ya tenían las pizzas y que morían de hambre. En ese preciso momento, Derek desvió la mirada hacía la puerta del baño y yo, sin pensarlo mucho, fijé mi vista en sus labios. Cuando el mayor volvió la vista para verme, me pilló totalmente infraganti.

— ¿Adónde mirás? — Dijo con tono seco.

— Y-yo... ¡Nada! — Volví a mirarle a los ojos. Mi cara seguramente estaba rojísima como si fuera un semáforo en rojo, porque Derek sonrió como si hubiera ganado.

— Claro. — Me soltó de golpe. — ¿Tanto te gusto? — Yo quedé en shock, preguntándome ''¿cómo lo sabe? ¿Quién se lo ha dicho? ¿Ahora qué hago?''

— ¿Qué...? — Me puse más nervioso de lo que ya lo estaba en ese momento.

— No te hagas el tonto. Dices que te gusta Lydia, pero cuando estoy cerca de ti, tu corazón se acelera demasiado, tensas todo el cuerpo, a veces me dices cosas sin sentido alguno y cada vez que te hablo cuando estamos en grupo tu corazón da un sobresalto de emoción. ¿Y dices que no te gusto? — Se cruzó de brazos, esperando a que yo dijera algo.

— ¿Scott se habrá dado cuenta? — Eso fue todo lo que dije.

— Por supuesto. Y ahora responde. Desde hace cuánto.

— Bastante... — Empezaba a tener miedo por si Derek se enfadaba conmigo o algo así, pero todo lo que hizo el hombre lobo fue apegar su cuerpo al mío y empezar a besar mi cuello.

De repente, empecé a escuchar un pitido, así que hice que Derek se detuviera.

— ¿Escuchas eso?

— Yo no escucho nada. No estarás intentando huir de mi, ¿verdad? — Me abrazó tan fuerte que no me podía mover.

— Claro que no, pero esto va en serio. — Aquel pitido era cada vez más fuerte. — ¿En serio no escuchas eso? ¿Te estás quedando conmigo?

— Stiles, en serio que no escucho nada. Solo escucho a un adolescente paranoico que se queja todo el rato.

De pronto empecé a escuchar ''Stilinski''. Tal vez si me estaba volviendo loco, o tal vez no.
Intenté analizar bien aquella voz.

— ¡Stilinski! — Repitió.

Me resultaba demasiado familiar.

Creía que ya sabía que estaba pasando. Estaba soñando.