— ¿... Derek...?
Pude escuchar un leve rugido al fondo de todo. Sabía que era Derek, así que pasé al interior del loft.
Si me hubiérais visto como buscaba a Derek por allí, os habríais reído de mi. Parecía el agente 007 en plena misión en busca del villano de la película; así fue de ridículo y es que hasta yo me sentí estúpido.
— Stiles, cálmate, por Dios. — Pensé para mis adentros.
Suspiré y me dirigí hacía la cocina, donde por fin encontré al ex alfa y la verdad es que al verle allí, de espaldas a mi, sin camiseta... No es que me hiciera estar más relajado.
Me quedé en silencio contemplando aquella espalda tan perfectamente musculada, hasta que el mayor se dio la vuelta para mirarme, arqueando una ceja como solía hacer él.
Sabía que aquel gesto no era de ''hey, que tal''. Era más bien de ''sé que hace rato estás aquí plantado sin decir nada''. Podría decirse que era ya todo un experto en el lenguaje corporal de Derek.
Tragué saliva con dificultad. Estaba realmente tenso, porque no sabía ni qué decir. Normalmente era yo quien empezaba las conversaciones con Derek, porque este jamás se dignaba a decirme nada, pero esta vez iba a ser diferente.
— Bueno, Stiles. ¿Para qué querías verme? — Por una vez, fue él quien inició la conversación.
— Bueno... Es que hace tiempo quería decirte algo... — Respondí con voz ronca. Estaba tan nervioso que empecé a jugar con mis dedos inconscientemente, al tiempo que daba pequeños pasos de un lado a otro.
— Mejor vamos al sofá y me lo cuentas con calma, ¿si? Porque me estás poniendo nervioso hasta a mi con tanto meneo.
Aquella escena resultó hasta cómica, pero no más que cuando me puse a buscar a Derek por el loft. Aquello si que fuera cómico y ridículo. Solo me faltaba la pistola y un buen traje.
En fin... Asentí y me dirigí al sofá con él.
El hombre lobo se sentó en un extremo del sofá y yo en el otro, casi al final de este. Quería mantener la mayor distancia posible por si acaso.— ¿Y bien? — Dijo Derek con un tono de voz bastante seco.
— Bueno, la verdad es que sigue siendo difícil para mi explicarte esto...
— No importa. Te escucharé de todos modos. ¿Pero es algo malo o bueno?
Me quedé un par de segundos pensando en aquello. Realmente no sabía si lo que sentía era bueno o malo. Más bien no sabía si era bueno declararme.
— Tal vez sea malo para ti escucharlo y bueno para mi porque por fin me habré desahogado en parte y por otro lado, bueno para ti en cierta manera y malo para mi depende de tu respuesta.
— Por el amor de Dios, dilo de una puñetera vez.
— Esta bien, esta bien. — Alcé las manos cual inocente, no fuera a ser que me arrancase la garganta con los dientes. — De verdad, cuanta agresividad hacia mi persona.
— Desembucha, Stiles. — Esta vez su tono de voz fue amenazante, así que me di toda la prisa posible en explicarle mis sentimientos.
— Desde hace bastante tiempo he estado pensando en decirte algo... Algo que ni si quiera me atrevo a decir todavía.
Antes de que pudiera terminar de explicarme, Derek me cortó en seco, cosa que me sorprendió bastante por su parte.
— ¿Y por qué no me lo dices cuando estés más preparado? Se te ve muy tenso y prefiero que me lo digas lo más calmado posible.
— He decidido decírtelo ahora porque llevo prácticamente desde que te conozco pensando esto y bueno. Quiero decirlo cuanto antes. Si fuera por mi, me lo callaría, pero sin embargo me estoy obligando a mi mismo estar aquí contigo para contártelo.
— Entonces debe de ser importante.
— No realmente. Para mi si, pero para ti no lo creo. — Sonreí con nerviosismo al mayor. Quería irme ya de allí, porque no aguantaba aquella tensión por más tiempo, pero no me podía echar atrás ahora que estaba tan cerca de decirle que le quería.
— Stiles, si para ti es importante, entonces es porque es importante de verdad en general, tanto para ti como para mi. Ahora ya puedes hablar con tranquilidad. Voy a escuchar lo que tengas que decir. — Se cruzó de brazos esperando a que yo volvería a retomar lo que iba a explicar anteriormente.
— Esta bien, pues... Al principio quería creer que sería algo pasajero, pero... Bueno... — Me puse tan nervioso que no me salían las palabras que quería gesticular, así que respiré profundamente, con calma pausada y luego retomé el hilo de la conversación. — Fue a más. Quiero decir... Pensé que el enamoramiento que tenía sería temporal y que todo quedaría en un simple y absurdo recuerdo, pero no ha sido así.
— Entiendo. ¿Y quien es? — Alzó una ceja nuevamente. Yo sabía que él sabía a quien me estaba refiriendo, pero supongo que prefería escucharlo de mis propios labios y no me equivocaba.
— Te lo he dicho antes indirectamente. — Mi voz se fue apagando poco a poco a causa de la vergüenza e intimidación que me estaba dando el hombre lobo. — Tú...
— Ya lo sé, solo lo quería oír de ti. — Suspiró con cansancio. Se levantó del sofá y me miró con indiferencia. Lo sabía. Sabía que me iba a rechazar, así que yo también me puse en pie de un salto y me dirigí a la salida. — Stiles, no te he respondido.
— Y yo no te he pedido que lo hagas. Ya lo sé, pero no importa.
— Lo siento. — Respondió únicamente al cabo de un par de segundos. Supongo que se quedó sin saber qué decirme porque... Porque joder, él estaba colado por Breaden en ese entonces, aunque eso tampoco impedía que yo le dijera que estaba enamorado de él.
Sin decir nada más, sin despedidas de por medio, salí del loft. Aquello fue realmente incómodo para mi y para Derek ya ni me imagino.
Cuando volví al Jeep con Scott, arranqué aquél cacharro que tenía por coche, yendo hacia mi casa. Ni si quiera saludé a mi amigo.
— Hey... ¿Estás bien? ¿Qué tal ha ido?
— Estoy bien, pero ha sido un completo desastre, aunque ya sabía que iba a salir así.
— Te ha rechazado.
— No, Scott. Me ha preparado una cama con pétalos de rosa para hacer el amor cuando llegara al loft. Pues claro, joder. — No tenía ganas de hablar y usé el sarcasmo contra mi mejor amigo, cosa de la que más tarde me arrepentí, porque este quedó en silencio durante un rato. — Oye... — Dije casi al llegar a mi casa. — Siento lo de antes. No estoy de humor.
— Tranquilo. Lo comprendo y está bien.
En cuanto llegamos a mi casa, le propuse a Scott de que se quedase a dormir, pues mi padre estaba en una cita y yo no quería estar solo, porque sabía que le daría vueltas al asunto de Derek, así que prefería tener la mente ocupada en otra cosa.
Finalmente pasamos la noche hablando de tonterías (para no variar), debatiendo literalmente si los cereales de miel eran buenos o no, jugando a videojuegos, hasta que nos metimos en la cama a contar historias de terror sacadas de Internet.
— «Entonces su amiga le dijo ''Kate no está aquí. Kate se fue, esta muerta''.»
— Pero Scott, si ella es Kate, no puede estar muerta.
— Le ha poseído el demonio, por lo tanto no está viva. Técnicamente hablando.
— Pero sigue siendo Kate.
— Stiles, hazme un favor.
— Claro, dime.
— Duérmete ya.
ESTÁS LEYENDO
STEREK: Un Deseo Egoísta
FanfictionHabían pasado años desde que conocí a Derek Hale, un hombre lobo, una bestia con apariencia de hombre frío y tío duro. Si, esa era la impresión que daba Derek. Sabía perfectamente que él no era como su apariencia demostraba ser. Sabía que detrás de...