Algo asombrosamente inesperado ~ Wigetta

Insoportablemente único.

*Narra Samuel*

Otro día más en este horroroso hospital, quisiera poder irme de aquí y ya no tener que soportar a tontas que personas que actúan como si les importara cuando en realidad sólo piensan en ellos y en su salario.
Recientemente me avisaran que tendría un nuevo enfermero pero seguro es como los otros interesados.
Estaba recordando mi vida cuando un chico entro, la verdad es que me parecía muy atractivo, era alto, castaño y con unos pequeñísimos ojos cafés.
-HoHola- dijo tartamudeando, seguro era principiante
-¿Qué quiere?- le dije lo más borde de pude, rogando por que decidiera irse de ahí.
-Me llamo Guillermo y estoy a cargo de ti- valla Guillermo, es un lindo nombre, como el ¡pero que dices Samuel, si sólo es un incompetente que lo único que le interesa es su trabajo!
Me gire mientras intentaba pensar en otra cosa.
-Te voy a bañar- me aviso pero yo solamente me quería concentrar en algo que no fuera el.
Me cargo, era muy fuerte al parecer porque no note que hiciera un gran esfuerzo, me sonroje por el simple hecho de que me hacia sentir diferente y tan seguro, con sólo estar entre sus brazos.
Me puso en la bañera, comenzó a tallar mi cuerpo lo cual me avergonzaba, termino de bañarme y me puso nueva ropa, llevándome de nuevo a la odiosa cama.
-¿Por qué no te vas y me dejas en paz?- le dije intentando que me dejar sólo.
-Porque es mi trabajo- no me equivocaba era como todos los demás, sólo interesado en el.
-Yo no te necesito y a ti no te interesó ¿Por qué no te vas?- no entiendo por que insiste en quedarse
-¿Quién te dijo que no me interesas? Sabes, yo elegí este trabajo por que quería ayudar a personas a mejorarse-
-¡Pero yo no te necesito!- ya no quería que se quedara más tiempo
-Mira, digas lo que digas no me iré así que mejor ahórrate tus palabras- me dijo esto mientras se iba acercado poco a poco a mi cara, ocasionando que nuestros labios casi se tocarán.
Yo me sonroje y me hice para atrás antes de que yo no resintiera más e hiciera algo que probablemente después me arrepentiría.
-Bien, sí eso es todo, me voy por tus medicamentos- hasta que al fin se va.
-Esta bien- dije pero al parecer sólo un susurro salió de mis labios.
Salió de la habitación y yo me quede pensando el por que el me parecía tan atractivo, tal vez sin mi familia aquí por fin pueda amar sin obligaciones ¡pero que digo! a mi nadie me va a amar... soy un simple invalido... una carga.
-Volví- escuche su voz mientras él entraba con medicamentos y una vaso de agua.
-Sí no me dices, no me enteró- Tal vez sí lo trato mal, se vaya como todos los demás.
-Bueno, abre la boca- dijo mientras me acercaba unas pastillas y agua pero yo no quería.
-No quiero- dije mientras alejaba su mano.
-Te las tienes que tomar- era tan insistente
-¡Te dije que no las quiero!- le grite y el metió las pastillas a mi boca y acerco el vaso, obligándome a tomar las pastillas.
Al final lo logro pero yo sólo quería que se fuera y me dejara en paz.
-¿Y que te gusta hacer?- ¡ya quiero que se vaya!
-¿Es broma?¿No tienes nada mejor que hacer?-
-No, estoy a cargo de ti y pensé que si nos conocíamos, sería mejor la convivencia-
No dije nada para que el no siguiera insistiendo y entendiera que no quiero saber nada de el.
-A mi me gustan mucho los videojuegos pero con el trabajo casi no tengo tiempo- debo admitir que me agrado que insistiera y me di cuenta que tenía algo en común con el.
-A mi antes me gustaban pero después del accidente no he hecho nada más que estar acostado- le dije después de un largo silencio.
-Pero aún puedes mejorarte, sí tomarás tus médicamentos, tu salud mejoraría y podrías empezar con los ejercicios post-traumatismo, aún tienes posibilidades de volver a caminar- lo decía como sí fuera lo más sencillo del mundo pero el estaba muy equivocado.
-Lo dices como sí fuera tan sencillo-
-Lo es sí te lo propones, yo te ayudaría- me sonrió y provoco que me sonrojara- Bueno, si tu quieres-
-sí quiero- dije en un susurro pero al parecer el no lo noto.
-pero no lo se, después del accidenté me di cuenta que ya no tengo por que luchar-
-Pero que dices, ¡siempre hay algo por lo que luchar!- es que este chaval no conocía mi historia
-Desde que estoy aquí, nadie me a venido a visitar, ni amigos,familia o novia, ¡nadie!- dije mientras intentaba evitar llorar pero no funciono. El lo notó y limpió mi lágrima, es que es tan lindo.
- No tienes que luchar por ellos, lo importante aquí eres tu, tu no necesitas de ellos, tu eres una persona fuerte y sí me dejarás, yo te apoyaría en todo lo que necesitaras- era la persona más bella que eh conocido en este lugar.
-Gracias- lo abrace para agradecerle.
-¡Guille necesito tu ayuda!- dijo una enfermera, rompiendo el hermoso ambiente que se había formado.
-Parece que me tengo que ir un momento pero regresare pronto- dijo mientras me despeinaba- Piensa en lo que te dije, verás que tengo la razón pero bueno yo siempre la tengo- me sonrió y yo sólo pude reír.

Salió de la habitación. Me sorprendió como una persona te puede hacer cambiar de opinión en tan poco tiempo y hacerte reflexionar sobre tus decisiones sin recibir nada a cambio, esas personas son las que vale mucho y son difíciles de encontrar... Y al parecer yo ya encontré a la mía.