Algo asombrosamente inesperado ~ Wigetta

Dolores del pasado.

*Narra Guillermo*

Hoy amanecí más alegre de lo normal ¿la razón? Les propondría a Alex y a Samuel continuar con la segunda fase del tratamiento.

Conduje hasta el hospital, la verdad es que mi casa no estaba muy lejos pero prefería conducir para llegar más rápido al trabajo.

Una vez ahí, estacione mi auto y entré con paso decidido.

-Buenos días Guille- me dijo la enfermera Carla cuando entre.

-Buenos días ¿Qué tal el día?- pregunte dándole un beso en la mejilla

-Muy bien, Alejandro ya llego y pregunto por ti- ella sabía de la relación que Alex y yo habíamos mantenido tiempo atrás.

-Si, bueno, resulta que estamos a cargo del mismo paciente- aclare para que no pensara otra cosa.

-Por cierto ¿Qué tal te va con De Luque?-

-Mejor de lo que esperaba-

-Me contaron que era un paciente muy intratable-

-Al principio sí pero una vez que lo conoces es totalmente diferente-

-¿Y a caso tu lo conoces? Sólo llevas algunos días con el-

-Ya, pero pasamos todo el día juntos-

-Te conozco Guille, el te gusta-

-¡Pero que dices! Yo sólo le quiero ayudar- la verdad es que me ponía muy nervioso hablar de esto, Samuel sí era un tipo guapo pero no era mi tipo... o eso creo.

-Lo que digas pero yo sólo te diré que el no te conviene-

-¿Y según tu quien me conviene?-

-¡Guille! Qué bueno que llegaste- interrumpió nuestra conversación Alex

-Alex, recién llegue y estaba hablando con...- voltee hacia donde momento antes está Carla pero ella ya se había ido

-Bueno, no importa- dijo el mientras se acomodaba su bata.

-Sí, oye Alex ¿puedo hablar contigo?-

-Claro, vamos a mi consultorio- subimos a la planta 7 donde estaba el consultorio de Alex y la habitación de Samuel.

-Entra- me dijo mientras me abría la puerta.

Sí algo me gustaba de Alex era que siempre se comportaba como un caballero y eso me hacia sentir especial.

-Toma asiento-

-Yo quería hablarte sobre Samuel-

-¿Qué pasa con el?-

-Quería saber sí podemos empezar con los ejercicios de recapacitación-

-¿Tu lo crees capaz? Por qué yo no le veo mucho interés y si el no pone ayuda de su parte sería un desperdicio-

-Bueno yo aún no le pregunto pero estoy seguro que querrá-

-Verás Guille, el tiempo que a estado aquí el no a hecho nada por mejorase y por eso actualmente sólo estamos intentando ponernos en contacto con algún familiar suyo para que se lo lleve-

-¡Pero sí aún no se mejora!- me molestaba esta situación, yo no quería que el se fuera.

-Lo sé pero con su actitud, no podemos ayudarle-

-Sólo dame un oportunidad, te lo pido Alex- le suplique.

-Esta bien Guille, pero sólo por ti-dijo acercándose demasiado a mi

-Al- no me dejo ni terminar la frase cuando me beso, debo admitir que ya tenía tiempo que extrañaba sus besos pero después de unos segundos sin darme cuenta en mi mente no estaba besando a Alex sino a Samuel.

En ese momento decidí alejarme.

-Alex, yo ahora no quiero a nadie-

-Claro que sí Guille, tu me quieres es sólo que sigues pensando en los errores del pasado-

-Exacto ¡Son errores! y no los quiero volver a cometer-

-Guille ya te dije que no quería nada con ella, ella fue la que me beso-

- Eso no importa ¡Tu le seguiste el juego! Y no pensaste en mi ni en mis sentimientos-

-Guille yo lo lamento-

-Ya no hay nada que lamentar, estamos en el trabajo así que yo me retiro-

Salí de ahí lo más rápido posible y me metí a los baños, me encerré en uno y me puse a llorar. Me afectaba mucho esta situación con Alex, yo le quería pero me lastimo mucho y ahora también me gustaba Samuel, quien era una persona muy linda conmigo.

De pronto escuche como abrían la puerta de los baños.

-Guille, te conozco se que estas aquí- hizo un pausa como esperando a que le contestará- se que fui un idiota y no merezco otra oportunidad, pero poco a poco verás que me la ganare...te volveré a reconquistar- después no escuche nada más que el sonido de la puerta cerrandose.

Estuve ahí durante algunos minutos hasta que me calme y decidí salir, total ya no lo iba a ver y tenía que cuidar a Samuel. Entré a su habitación y lo encontré con una expresión de tristeza en su cara.

-¿Qué pasa Samuel?- le pregunte pero al parecer el aún no había notado mi presencia por que se asusto.

-Nada- me contesto mientras yo me acercaba

-¿Cómo te sientes hoy?- dije mientras lo checaba.

-Bien ¿y tu?-

-Supongo que bien-

-¿Y eso?-

-Hay algo que me hizo sentir mal hace rato pero eso no importa-

-Puedes confiar en mi-

-Lo sé pero no quiero pensar en eso-

-Entonces, está bien- dijo dudando

-Te quería proponer algo-

-¿El que?-

-Eh estado pensando en ti y creo que estas listo para comenzar la rehabilitación-

-Sí tu lo crees conveniente, yo me esforzare todo lo que pueda- eso me hizo estar muy feliz y sin poderlo evitar abrace a Samuel lo más que pude, sin llegarlo a lastimar.

Cuando estuve tan cerca de el me dieron ganas de besarlo y poco a poco baje mi cara a su altura y lentamente acerque mis labios a los suyos.

Cuando estaban a punto de tocarse Samuel cerró los ojos, yo estaba preocupado porque me rechazara y eso me motivo a acercarme más.

En cuestión de segundos, nuestros labios ya estaban juntos, sus labios eran muy suaves y tenían un sabor dulce. Yo no me podía separar de ellos, era como sí un campo de fuerza me llevara hacia ellos.

Nos estuvimos besando hasta que el oxígeno nos lo impidió.

-Yo...- intente explicarme pero Samuel me interrumpió.

-No hay problema, por mi puedes hacerlo las veces que quieras- y después de eso el me beso.

Me encantaban sus besos, eran magníficos.

-No sabes como quería hacer esto desde hace mucho- dije mientras le acariciaba el rostro

-Yo también pero tenía miedo-

- Y yo, se supone que esto no está bien, tu eres mi paciente-

-Será nuestro secreto- y de nuevo no me contuve y lo bese.

Después de todo ese día resulto ser de los mejores en mi vida, puede que haya comenzado muy mal pero al seguir mis sentimientos y hacerle caso al corazón me llevo a estar con la persona que quería sin importar el daño que otras personas me hubieran hecho.

Y en ese momento sólo me importaba estar con el.