Miedo

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*Narra Guillermo*

Han pasado dos meses, mi relación con Samuel sigue igual. No se lo que somos, el aveces me trata muy bien pero hay otras en que parecería odiarme.

En cuanto a su estado de salud a mejorado muchísimo, ya comenzó a sentir las piernas y ya las puede mover un poco.

Estoy muy alegré de que este mejorando pero quisiera que decidiera lo que quiere conmigo. Yo se que esta mal pero de verdad lo quiero y no se sí el sólo esta jugando conmigo o siente algo por mi.

-Willy, despierta-

-Eh...- me di cuenta que estaba dormido en la sala de médicos.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?- me pregunto Carla

-Llegue a las 7 pero no se sí quiero ver a Samuel- ella ya sabía de todo lo que pasaba entre nosotros dos.

-Ay Guille- exclamo mientras se sentaba a lado mío- Deberías olvidarlo, sólo te esta haciendo daño.

- No es tan fácil, estoy a solas con el todo el día y lo peor es que creo que... estoy enamorado

Carla iba a hablar pero Alex entro y la interrumpió.

-Buenos días chicos- dijo saludandonos muy alegre

- ¿Por qué tan alegre?- le pregunto Carla.

- Anoche conocí a un chico en una bar-

- ¿y? ¿Acaso tu y el...?- le pregunto Carla

No se por que no me gustó que hablarán de eso enfrente de mi. No es que me gustara aún Alex, supongo que sólo era incomodidad.

- ¡No!- exclamo sonrojado - Sólo hablamos, lo conocen como Cheto-

Carla empezó a reír sin parar y eso le molesto a Alex y el se fue, no sin antes entregarme el expediente de Samuel.

- Yo me voy, no podré esconderme aquí toda la vida- le dije a Carla quién se encontraba todavía riendo y me fui.

Entré a la habitación de Samuel, quién se encontraba viendo una extraña caricatura de un chico, un animal amarillo y un unicornio.

-¿Cómo estas?- le pregunto

-Bien- apago la tele y giro a verme-¿Por qué no me das mi medicamento y te vas?-

Yo estaba harto de que me tratara así, y simplemente lo bese. Al principio el se oponía pero después comenzó a besarme con mayor intensidad.

Cuando tezrminó el beso, me di cuenta que era el momento indicado para saber lo que éramos.

-Samu, ¿qué somos?- pregunte en un casi susurro.

El se quedo estático por unos minutos, supongo que no sabía que contestarme.

-No te puedo ofrecer nada- dijo al fin. Esa no era la respuesta que yo esperaba recibir.

-Yo sólo quiero tu amor-

-Y yo no quiero ser una carga para ti- yo note como poco a poco se iban humedeciendo sus lindos ojos.

No me gustaba verlo triste pero no se comparaba en lo mal que me hacia diciendo que era una carga para mi. Me hacia sentir como sí no me conociera, como sí no supiera lo mucho que lo quiero. Como sí nunca fuera suficiente para el.

-¿Acaso no entiendes que tu eres lo más importante de mi vida?- hice una pausa- Yo te amo pero pareciera que tu no sientes lo mismo que yo, es como sí yo no fuera suficiente para ti-

-Yo tam...bien te amo, es sólo que tengo miedo que te aburras de mi- me dijo llorando

-No mi amor, no llores- dije acercándome a el y le limpié las lágrimas- Entiende que tu eres todo para mi, nunca me podría aburrir de ti. Tu eres la razón de mi despertar.

-Lo siento Guille, soy un tonto-

-Claro que no, es algo normal-

-Te amo-

-Y yo a ti Samu, aunque a veces hagas que me den ganas de golpearte la cara-

Después de esa conversación estuve todo el día con el. Con el, el tiempo pasaba tan rápido que parecía irreal.

Me sorprende que lo que muchas veces podemos lograr hacer por miedo. Muchas personas dicen que el miedo es algo que nos detiene pero yo creo que es un apoyo, un impulso para seguir adelante... sólo hay que aprender a manejarlo.

Samuel, te amo.

Algo asombrosamente inesperado ~ WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora