El comienzo.

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*Narra Guillermo*

Me apresure a ayudar a la enfermera Carla para poder regresar con Samuel pero cuando me dirigía hacia su habitación me encontré con Alex.
-Hola Alex ¿Cómo estas?-
-Muy bien ¿y tu?- me dio un beso en la mejilla
-Un poco estresado pero nada importante-
-Me entere que estás a cargo del paciente De Luque-
-Sí ¿Por qué el interés?-
-Verás, resulta que yo soy el médico de el-
-¡Es decir que compartiremos paciente!- la verdad me emocionaba bastante porque a Alex lo conocía desde hace ya mucho tiempo.
-¿Te parece sí entramos juntos?- me pregunto mientras me abría la puerta de la habitación de Samuel
-Claro- yo le sonreí.
Entramos y Samuel estaba mirando a la ventana como siempre.
-Samuel, ya volví- el volteo y me sonrió pero después notó la presencia de Alex y se puso serio.
-El es...- iba a presentar a Alex pero el me interrumpió.
-Yo soy el Dr. Alex y estaré a cargo de ti junto con el enfermero Guillermo- Samuel simplemente no contesto, sólo me miraba a mi y eso ocasiono que me sonrojara.
Alex empezó a examinar a Samuel pero el se movía demasiado, dificultando la tarea de Alex.
-Guille ¿Puedes ponerle los analgésicos al paciente?-
-Claro Alex- dije mientras preparaba la jeringa para inyectar a Samu...el.
-Samuel ¿me puedes dar tu brazo? Prometo que no te va a doler- dije sonriéndole
-Claro Guille- ¡me dijo Guille! Sin poder evitarlo me sonroje
Termine de inyectarlo y me empece a sobar los hombres, debido a que me dolian por el estrés.
-¿Te sientes bien Guille?- me pregunto Samuel con un tono preocupado.
-Sí es sólo que me duelen un poco los hombros, pero es sólo estrés- le sonríe para que no se preocupara.
-Déjame ayudarte- dijo Alex mientras comenzaba a darme un masaje, que la verdad ya necesitaba.
Alex cada vez hacia sus movimientos más lentos y ¿tiernos?, no sabría describirlos con exactitud pero cada vez yo cerraba más mis ojos hasta que note que Samuel parecía enojado, supongo que porque lo iban a revisar y Alex sólo me prestaba atención a mi.
-Alex, gracias pero hay que continuar con Samuel-
-Esta bien Guille, de nada- se acomodó la bata y siguió examinando a Samuel.
-Esta muy bien Sr. de Luque, si sigue así podrá regresar a su hogar más rápido de lo previsto- note que Samuel se podía triste cuando Alex menciono su hogar
-Bueno, yo me retiro y cualquier cosa Guille, ya sabes donde encontrarme- me sonrió y me hizo recordar cuando Alex y yo fuimos algo más que amigos.
-Claro Alex- y sin más se retiró dejándonos a Samuel y a mi solos.
-¿Tiene mucho que conoces al Dr?- me pregunto enojado Samuel
-Sí, somos viejos... amigos-
-Ah, se notó en la forma en la que te tocaba-
Yo me puse nervioso.
-Sí, bueno ¿Cómo te sientes?- intente cambiar el tema
-Supongo que bien pero me aburro aquí-
-¿Quieres salir conmigo?-
-¿Eh?-
-Conmigo, a fuera, al jardín y eso- me puse muy nervioso y me sonroje
-Vale, pero no me dejes solo-
-Claro que no ¿por quién me tomas?-
-Bueno, acercame la silla de ruedas que quiero intentarlo solo-
-Esta bien pero voy estar atrás por cualquier cosa-
Le acerque la silla mientras veía como el hacia fuerza en su brazos para impulsarse a la silla, casi se cae pero yo lo sujete y lo acomode.
-Gracias Guillermo-
-De nada Samuel, allá vamos-dije mientras empujaba la silla fuera del cuarto.
Pasamos por la recepción y yo le avise a la enfermera de guardia que saldríamos un momento al patio, ella sólo me miro confundida y asintió con la cabeza. Continuamos nuestro camino pero la mayoría de personas veían fijamente a Samuel y note que le incomodaba por lo que entré en el primer baño que vi.
-No dejes que te afecté nada Samu- dije mientras me agachaba para estar a su altura.
El agachó la mirada por lo que yo lo tomé de la barbilla y le levanté la cara sin percatarme antes de que estaba muy cerca de el, al hacer este movimiento nuestros labios se rozaron.
Debo admitir que me encantó sentir sus labios junto a los míos, eran tan suaves y húmedos, que me volvieron loco y me dieron ganas de probarlos con más profundidad.
-Lo siento- me disculpé debido a que el era mi paciente y no es algo que debiera haber pasado.
-N..No hay problema- se sonrojó
-Vámonos antes de que empiece a hacer frío- le sonríe y me gire rápido para que no se diera cuenta que yo estaba más rojo que el.
Nos subimos al elevador para llegar a la primera planta y una vez ahí lo guíe hasta el patio, durante todo el trayecto le fui explicando todas las zonas del hospital.
-Ya extrañaba el aire libre- tenía una mirada melancólica
-Podemos venir las veces que quieras-
-Guillermo te puedo decir ¿Guille?-
-Claro- le sonríe -pero con la condición de que yo te pueda decir Samu
-Por supuesto-
Estuvimos hablando de nosotros por horas hasta que empezó a hacer frío.
-Será mejor que regresemos, ya comienza a hacer frío- dije mientras tomaba la silla
-Esta bien- y así regresamos a su habitación
-¿Quieres que te ponga en la cama o lo haces tu?-
-Lo haces tu por favor, es que estoy un poco agotado-
-Esta bien- dije cargándolo pero de repente sentí como Samu metía sus manos debajo de mi camisa
-Sa...Samu ¿Qué haces?- me había puesto muy nervioso y mejor lo recosté.
-Lo siento, tenía curiosidad- me dijo
-¿Curiosidad de que?-
-La otra vez escuche a unas personas hablando de ti, decían que muy difícilmente te dejabas tocar- y era verdad solo que con Samuel me pasaba algo que no sabía describir, me hacia sentir confundido-¿es verdad?-
-Sí, excepto con las personas que me transmiten confianza-
-¿Y yo soy una de ellas?-
-Claro que sí Samu-
-Supongo que ya te tienes que ir ¿verdad?- voltee a ver el reloj y ya eran las 8:30
-Ostras, es verdad, contigo se me va el tiempo muy rápido-
Le di su medicamento y me despedí de el con un beso en la mejilla, no pude evitar recordar el roce de nuestros labios en la tarde.
Me fui de su habitación pensando en como puedes sentir cosas por una persona tan rápido, en como muchas veces las personas resultan ser muy diferentes a lo que creíamos en un principio y sólo hace falta que les demos un pequeño empujoncito.

Algo asombrosamente inesperado ~ WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora