El cielo después de la tormenta (final)

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Juvia estaba pálida y agonizando de dolor ya era hora de dar a luz Mirajane quien tomaba el papel de enfermera tenia que prepararse para hacer que Juvia diera luz en un estado tan insano, sacó la tina con agua caliente para bañar a storm al nacer,
tomé su mano helada ella parecía temblar de frío por dentro pero por fuera era fuerte, no tenía ni la más mínima expresión de dolor. Cerré mis ojos y escuché el grito de un bebé llorar. Era un sonido que llegaba a lo mas profundo de mis oídos, en ese momento una oleada de emociones retumbaron mi corazón y a consecuencia mis lágrimas salieron sin cesar. Me sequé las lágrimas con mis mangas, al mismo tiempo se me escapó una leve sonrisa que reflejaba mi calma.

Por fin ya era el momento de terminar esta agonía. Alsé la mirada hacia Juvia, ella abría los ojos muy despacio, enseguida nuestros ojos se cruzaron y me acerqué desesperado con un fuerte sentimiento de incertidumbre pero los volvió a cerrar y de pronto mi mente se nublaba con recuerdos inesperados, un vacío que me rrecorria como si la fuese a perder de nuevo, recordaba varios momentos con ella, isla tenrou...(cuando la rescaté de que muriese a manos de Ultear), o  La noche en que volvimos luego de visitar las tumbas de mis padres...recordaba que siempre estaba para mi en todo momento. Volví en mi luego de escuchar la voz de Mavis  quien se acercaba a nosotros con un aura brillante en sus manos que tal parece iban dirigidas a Juvia, mientras tanto, Mirajane colocaba a storm en mis brazos. Escuchaba sus quejidos de bebé que me reconfortaba. Mavis asintió con la cabeza al verme, no sabía lo que iba a suceder, pensé que iba a suceder lo peor. Ahora Mavis recitaba un hechizo mágico sobre Juvia mientras decía —Está vez no llegaré tarde.
El cuerpo de Juvia recuperaba su tono de piel, tomó mi mano fuertemente y me miró.

—Gray Sama... —Ella apretó mi mano con poca fuerza, yo todavía seguía angustiado y muy desesperado, no encontraba la manera de calmarme en esta situación.
—¡Juvia! ¿No te irás verdad?— Storm estaba en mis brazos  mientras mis lagrimas caían sobre mis mejillas. Ella volteó su cara hacia mi.
—Juvia prometió no alejarse de Gray Sama, Juvia tiene que quedarse con Storm y Gray sama, porque ahora somos una família.— las lágrimas me brotaban de los ojos mientras que el viejo no paraba de llorar fuertemente. Mirajane lo acompañaba para desahogar su llanto de alegría combinado con una extraña melancolía.
Natsu había entrado junto con Lucy, Mavis se hacia a un lado para no estorbar a pesar de ser un espíritu, se sentía satisfecha por haber logrado salvarla a tiempo, parece ser que obtuvo en su hechizo cierta ayuda de un doctor reconocido, sin embargo se tuvo que marchar a su ciudad natal para ver a su hija.
—Gray San— se dirigió hacia mi— Juvia ya no tiene que correr por mas peligros, el hechizo que recité fue uno que investigue hace mucho tiempo luego de que la madre de Makarov muriese al dar a luz y por fin pude completarlo gracias a un doctor de apellido Stark. Estoy alegre de haber llegado a tiempo...
Aquellas palabras me llenaron de felicidad, el mismo doctor que nos ayudó, el mismo que nos salvó junto con Mavis.

Makarov se volteó a dirigir unas palabras, como maestro y como abuelo de Fairy tail, era su deber el emotivo discurso.
Levy, quien acababa de entrar, abrazó a Gajeel con lágrimas de felicidad brotando de sus ojos. Natsu tampoco pudo aguantar la emoción y se acercó a mi.
—¿Qué se siente estar viejo Gray? —sonreía ocultando sus lágrimas— digo, ¿ya eres padre no?
Lucy quién observaba desde la puerta se rió de Natsu.
—Y él no va a ser el único, Natsu. Pronto tú también lo serás.
Todos se quedaron atónitos ante ese comentario inesperado.
Happy andaba melancólico al lado de Charle que tenía un aire inexpresivo pero por dentro le costaba aguantar las emociones.
A su vez Levy abrazó a Lucy exageradamente.
—¡Lucy! ¡Estoy tan felíz por ustedes! Sólo esperemos que el bebé no salga tan idiota como Natsu.
—¡Hey! —exclamó Natsu— ¡ahora me toca a mi celebrar!
—¡aye sir!— gritó happy en vuelo— ¡seré tío!
Lucy empezaba a sentir que molestaban, intervino para calmar las emociones.
—¡chicos! ¡chicos! Paren ya, acabamos de recibir a Storm tenemos que celebrar después, por ahora será mejor que nos calmemos un poco, no podemos hacer mucho ruido para no asustar al bebé.—decía lucy

Corazon De Hielo  [Gruvia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora