La vida juntos

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El tiempo pasó y agosto llegó, el verano en aquella zona se sentía más calor del que Guren estaba acostumbrado, así que solía pasearse por la casa con solo una playera y, aunque él preferiría andar con solo ropa interior, a petición de Akane (que dijo que por respeto llevara ropa) se colocó unos bermudas.

-Guren~- la voz de Shinya captó la atención del mayor- la cena está lista, date prisa si no quieres que los niños te ganen.

Guren solo rodó los ojos y dejó a la mitad la ropa que lavaba. Ese chico de cabello blanco era muy irritante para él, el menor solía molestarlo mientras trabajaba y solía irse a meter a su cama a mitad de la noche, pero el problema no era eso, no, el problema era que Shinya se le echaba encima, literalmente, se acomodaba sobre el pelinegro y recargaba su cabeza sobre el pecho de Guren... Y solo llevaba algunas semanas ahí.

Al entrar vio que ya todos estaban sentados y fue a sentarse al lado del peliblanco.

Todos empezaron a comer y Goshi le daba de comer a Mito, quien aceptaba la cucharada con un leve sonrojo y a Shinya se le ocurrió una idea.

-Di 'ah'- el peliblanco le dijo al Guren que comía su sopa gustosamente.

-¿Disculpa?- Guren miró al peliblanco, que siempre estaba con una sonrisa y no paraba de hablar. Oh, como le gustaría callar a esa boquita parlanchina.

-Que digas 'ah'- Shinya seguía sonriendo- Vamos, mi brazo se cansa y la sopa se enfría.

El pelinegro se encogió de hombros y volvió a su plato. Shinya hizo un puchero y se comió el bocado que iba para Guren.

La pequeña Shinoa veía con gracia la escena y casi se ahoga con el agua cuando vio como el peliblanco le arrebataba la cucharada al pelinegro y se la metía en la boca.

Akane suspiró y todos vieron como Guren trataba de quitarle su cuchara a Shinya. El peliblanco tenía ambas cucharas en su boca y esquivaba los ataques del pelinegro con gracia. Pero decidió acomodarse nuevamente en la silla para seguir comiendo. El pelinegro sintió un pequeño tic en su ojo cuando vio que Shinya comía con ambas cucharas y pasaba su lengua por cada una de ellas.

-Shinya, deja de jugar y regrésale su cuchara a Guren- Akane se sobó el puente de la nariz, ¿qué iba a hacer con su pequeño Shinya? El joven estaba usando la estrategia de "te molesto porque me gustas" y parecía que no funcionaba.

El peliblanco sonrió triunfal y probó un último bocado con la cuchara antes de regresársela al pelinegro que lo miraba con molestia.

*

Esa noche Shinya no fue a dormir con Guren, sino que fue a caminar por el prado que había cerca de pueblo y se dedicó a dar vueltas en el pasto mientras reflexionaba acerca de su vida y sentimientos: Akane era como su madre y la quería como tal; pero él sabía quiénes eran sus padres y porque lo habían abandonado. Goshi y Mito eran sus hermanos y compañeros de travesuras desde que llegó al orfanato; Shinya igualmente sabía que tenía un medio hermano. Yuu era como su hijo y Mika y Shinoa como sus hermanos menores... Pero cuando se ponía a pensar en Guren el fondo se tornaba brillante y había flores y sentía mariposas en el estómago.

Se recargó en el tronco de un árbol que había cerca y el sueño le ganó.

Guren se despertó a la mitad de la noche al no sentir ningún peso sobre él y se percató que Shinya no estaba con él. Soltó un gruñido y se levantó para ver si el peliblanco estaba en su cama, pero nada. Salió de la habitación y fue a la cocina y tampoco estaba ahí. Fue a la sala-entrada, seguía sin verlo. Con un suspiro regresó a su habitación y se vistió (porque solo dormía con ropa interior), se colocó una chamarra y salió del orfanato, solo para ver si de casualidad Shinya no estaba afuera.

Caminó por un buen rato hasta que llegó al prado, 'tal vez este aquí' pensó y caminó solo por unos minutos antes de encontrar al peliblanco, quien estaba recargado en un árbol y estaba dormido, tenía una leve sonrisa y un hilito de saliva salía de su boca. El pelinegro rodó los ojos y le puso su chamarra al peliblanco, después lo levantó y lo cargó estilo princesa.

Regresó a la casa con Shinya y vio que un rubio alto lo miraba desde la puerta de la entrada con una ceja alzada, bueno, al menos ya no tendría que soltar a Shinya para abrir la puerta.

-¿Qué pasó?- Goshi tenía los brazos cruzados.

-Salí a buscar a Shinya porque no sentí que estuviera en mi cama, lo encontré cerca de una árbol y lo traje- Guren dijo poniéndose de lado para poder entrar con Shinya en brazos.

Goshi se quedó atónito, "¿...no sentí que estuviera en mi cama...?", antes de que pudiera ir a reclamarle a pelinegro, este último con el peliblanco ya había entrado a su habitación.

Guren dejó a Shinya sobre su cama y después se acostó al lado del menor, se acomodó de lado, dejó que la cabeza de Shinya se recargara en su brazo, luego cubrió a ambos y abrazó al peliplata. Era la primera vez que dormían así, normalmente Shinya estaba sobre él y el mayor colocaba su mano izquierda en la espalda baja el menor. Esta vez rodeó la cintura de Shinya y entrelazó sus piernas con las contrarias, y sonrió antes de quedarse dormido aspirando el aroma del menor.

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Mírame... (GureShin)Where stories live. Discover now