🌸>|*°·.Escenario 1.·°*|<🌸

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Donde Erika y Leiftan tienen… ¿Un hijo?

(Cómo soy bien pendeja no voy a poner 1 voy a poner 2 xd)

Hijos:

Hanna: Hija. Edad: 13

Shin: Hijo. Edad: 8

Ajio ajio.

El día de hoy era un día demasiado agotador, Erika tenía que estar pendiente de sus hijos cada rato. Aunque ya se iba acostumbrado, era difícil por el momento.
Además Leiftan tenía misiones en su Guardia.

Erika estaba afuera agarrando unas cuantas frutas, ya que en el patio trasero habían demasiadas frutas distintas (y a veces vegetales) mientras que Hanna y Shin jugaban.

— ¡Shin! ¡Devuelveme mi libro! — Le gritó furiosa Hanna.

Shin seguía corriendo de ella mientras reía.

— Shin... — Rió Erika mirando la sonrisa de su hijo — Devuelvele su libro a Hanna.

— Ya entendí… — Exclamó sonriente Shin.

Cuando Shin le tendió a Hanna su libro ella se lo sacó bruscamente.

— Hanna. — Dijo frunciendo el ceño Erika. — Dile gracias a tu hermano.

— Gracias… Shin.. — Exclamó la chica de pelo rubio con vagancia.

— De Nada :3 (torpe.)

«¡Llegué!» — Se escuchó una voz, y era nada más ni nada menos que Leiftan.

«¡Padre!» — Dijeron al mismo tiempo Hanna y Shin.

Erika se acercó a Leiftan y le dio un fuerte abrazo con un cálido beso.

Shin y Hanna no eran esos típicos niños que al ver un beso decían: "Ugh." O "Asco..." simplemente lo aceptaban, tal vez lo aprendieron de su madre.

Shin y Hanna le dieron un fuerte abrazo a su padre, sin duda había un fuerte vínculo.

Y así pasó todo el día hasta que la noche reinó en el C.G, mientras Erika y Hanna estaban en distintas habitaciones durmiendo. Shin y Leiftan estaban en distintos sillones cerca de la chimenea mientras platicaban.

— Padre — Exclamó Shin.

— ¿Qué sucede Shin?

— ¿Cómo nacen los bebes? — Preguntó Shin, y para que el tenga 8 años era un chico muy indefenso.

— ¿Porqué preguntas eso…? — Preguntó está vez Leiftan abriendo sus ojos como platos.

—Eh…

//FlashBack\\

El joven Shin caminaba por los pasillos del cuartel general alegremente, se estaba dirigiendo a la sala donde estaba el espléndido cristal. Ya que Miiko quería hablar con Shin.

Pero cuando Shin iba a entrar a la sala donde estaba Miiko, Nevra se puso enfrente de Shin.

— ¡Shin! — Comentó Nevra con una sonrisa, y Shin no era tonto, esa sonrisa que tenía Nevra en su rostro reflejaba algo muuuy malo.

— ¿Qué necesitas Nevra? — Preguntó Shin levantando una ceja.

— ¿A ti ya te gustaría ir a misiones como tu padre? ¿Cierto?

— Hmm, sí. ¿Porqué preguntas?

— Pues pequeño Shin, hoy tendrás una gran misión ¡Tú! Primera misión… — Nevra todavía sostenía una sonrisa.

—¿Una misión? — A Shin se le iluminaron los ojos como nunca antes lo había hecho — ¿Qué tipo de misión Nevra-Sama?

— Cuándo termines de tener esa "reunión" con Miiko, estarás a solas con tu padre en la noche. Y le preguntarás: "¿Cómo nacen los bebés?"

— ¿Sólo eso? — Exclamó el joven.

—Es demasiado importante. Y cuando le preguntes eso, te daré un premio Shin. — Rió Nevra.

— ¡Entonces eso haré! ¡No le fallare Nevra-Sama! — Respondió Shin con una radiante sonrisa.

— Así es… Eso harás…

//Fin del FlashBack\\


— Sólo responde: ¿Cómo nacen?

Leiftan dio un gran suspiro y le empezó a explicar cada detalle.

Shin no pudo dormir.

(Al siguiente día)

Shin se levantó con unas gigantescas ojeras.

Mientras volvía a caminar discretamente por los pasillos del cuartel, una "sorpresa" apareció.

—Hola~ hola~ 💜 — Exclamó Nevra, al darse cuenta de las ojeras de Shin, estalló de la risa, creo que se dio cuenta que Leiftan le contó.

— ¡Eres un grandísimo…! — Shin no terminó su oración porque empezó a darle pequeñas patadas a Nevra.

Y Nevra reía cada vez más y más fuerte.



The Leiftan Book™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora