Capítulo 3: Magia Antigua.

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Había sido una semana extraña y Aragón terminó rompiendo el óculo de los fantasmas para crear con el cristal un monóculo portable, después de muchos deslices en su lógica, Impa había aceptado que Link era real, así que si de verdad quería verlo te...

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Había sido una semana extraña y Aragón terminó rompiendo el óculo de los fantasmas para crear con el cristal un monóculo portable, después de muchos deslices en su lógica, Impa había aceptado que Link era real, así que si de verdad quería verlo tenía que llevarse el objeto cargado a todas partes.

Lo único que realmente no aceptaba era que hubiera sido un egoísta y hubiera terminado enamorando a Zelda, a veces eso le hacía hervir la sangre y trataba de desquitarse con el pobre Aragón constantemente.

Una mañana Zelda le pidió que desayunaran juntas y ahí estando solas le contó algo que Link le había pedido que guardara temporalmente como un secreto.

Las cosas sobre El Momento y El Destino, la razón por la que constantemente salía a cabalgar con Aragón horas y horas a las lejanías de Hyrule.

Se sintió un poco mal por haber juzgado demasiado pronto al joven héroe y después de un rato escuchó cierto ruido que la hizo virarse hacia la puerta, arqueó una ceja al no ver nada y después observó a Zelda darle una especie de beso al aire.

Suspiró con un poco de cansancio y después colocó el monóculo en su ojo izquierdo.

- ¡Pero que rayos!- dijo cayéndose de la silla y azotando graciosamente en el suelo.

Parpadeó un par de veces antes de reaccionar correctamente, ahí junto a Zelda estaba el gran lobo pardo, se había acercado de forma cautelosa y después cuando llegó al lado de la princesa que estaba sentada en una silla, colocó sus patas en su regazo, ella le acarició la cabeza y después le dio un tierno besito.

-Lo siento, Impa, ¿Te he asustado?

-Creo que si- contestó Zelda.

- ¡Claro que me he espantado!!- gruñó la Sheikah

Link y Zelda parpadearon un buen rato.

- ¿Escuchaste Impa?- preguntó Zelda

- ¿Este?... sí, creo que sí.

- ¿Si?- dijo Link

-¡Si!!, ¡pero cómo!, antes no lo escuchaba.

-Link meneó la cola por un momento y después le irguió una sonrisa a Zelda.

-La forma del Lobo traspasa fronteras, por eso el aullido puede ser audible y ahora también mi voz lo es.

-Ah, entiendo, ¡Qué gran descubrimiento, Link!

-Sí que lo es, no sé porque no se me había ocurrido antes.

Ambos se rieron de forma tierna, Impa se levantó y se sacudió el trasero que le había quedado empanizado de tierra.

-Buen susto me ha pegado joven héroe, ¿Cómo se le ocurre aparecerse de esa forma?

-Si- dijo Zelda- ¿En dónde has estado?, y ¿Por qué andas de lobito?

Kai (3): Siempre a tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora