Las hadas juguetearon un rato sobre su cabeza mientras Aragón revisaba su montura para poder partir de regreso.
-Escucha Zel- dijo Link con una sonrisa, pensó que este momento sería el más difícil, que tal vez Zelda se asustaría demasiado y que no querría saber nada más de él y del destino, pero ella había aceptado las cosas de manera fácil, tal vez porque en el fondo sabía que no habría podido ser de otra forma.
Ella lo miró con atención y con la mano derecha le acarició una de sus mejillas.
Finalmente él hablo.
-Necesito que vuelvas a aprender a usar la magia.
- ¿La magia?... no sé Link, ¿eso realmente es posible?
-Lo es, es un don innato que duerme en el interior de tu alma, en esta época la gente se ha olvidado por completo de ella, así que será difícil que alguien te ayude con esto, yo seré tu maestro por el momento pero no puedo enseñártelo todo, desde siempre he sido más guerrero que mago y lo único que puedo ofrecerte son los principios básicos.
-Es un verdadero problema- clamó Aragón a la distancia.
- ¿Qué hay de ti Aragón, que tanta magia sabes?- preguntó Link.
-Algunos hechizos básicos, puedo leer con cierta claridad el futuro y también a lo largo de los años he aprendido a reproducir ciertas magias narradas en los pergaminos antiguos, pero la mayoría de esos documentos se han perdido completamente.
Link suspiró.
-Si tan sólo Impa recordara- susurró.
- ¿Impa?- clamaron sus acompañantes al unísono.
-Ella es un alma antigua- dijo Link con firmeza. -para ser exactos no es la primera vez que me encuentro con ella a lo largo de las eras.
-Espere, espere un momento- dijo Argón casi tartamudeando intentando no tropezarse con sus palabras- ¿Ella es como usted y la Princesa Zelda?- soltó finalmente con asombró.
-Así es, pero es una ley de vida que una vez que vuelvas a este mundo debes comenzar todo desde cero, ella no puede recordar lo que ha sido en sus vidas pasadas, aunque curiosamente siempre ha estado cerca de Zelda, ella es... la sierva elegida de la diosa desde tiempos inmemoriales, también está aquí por una razón, está más que obvio que está destinada a ser eternamente tu guardaespaldas Zel.
Zelda se quedó con los ojos como platos y Aragón no salía de su asombro.
- ¿Señor Aragón se siente bien?- preguntó la princesa al ver que casi temblaba.
La sangre se le había ido del cuerpo, y se notaba a leguas que le costaba respirar porque desde hace un buen rato que se estaba sofocando.
-Ella...- clamó con cierto recelo pero también con una voz que parecía burlona- ¡cómo es posible que ella sea eso!, me dijo loco y se burló de mi magia, le dije que había visto un verdadero Zora y me llamó demente. ¡Cómo es posible!- refunfuñó haciendo una curiosa rabieta.
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Kai (3): Siempre a tu Lado
FanficEllos eran dos almas nacidas para estar juntos eternamente, dos corazones que latían al unísono, dos héroes que siempre habían afrontado los problemas juntos a lo largo de las Eras, Pero... ¿Qué ocurriría si después de 300 años solamente uno regresa...