Capítulo 4: El Secreto de la Reina y el Caballero.

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Ese día las calles de la ciudadela estaban repletas, tres figuras encapuchadas avanzaban abriéndose el paso

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Ese día las calles de la ciudadela estaban repletas, tres figuras encapuchadas avanzaban abriéndose el paso.

-Es por aquí- Dijo de forma alegre moviendo la cola.

- ¿A dónde vamos, Link?

-Ya verás es una sorpresa- Clamó alzando la nariz y olfateando el aire.

El lobo pardo recorrió las calles con la nariz pegada al suelo y tres seguidores misteriosos a sus espaldas. Finalmente después de algunas vueltas llegaron a su destino.

-Sí, definitivamente éste es el sitio, ha cambiado mucho en trescientos años pero el olor sigue siendo el mismo, es curioso que sólo recuerde eso, pero supongo que al final no es nada raro.

Sus tres acompañantes posaron la vista sobre la estructura, a Zelda le escurrió una gotita de sudor frío por la nuca.

El letrero con el minino pintado era muy llamativo, el Bar "Ojos de gato", un sitio que había visitado hace algunos meses cuando Zelda todavía creía que Link era un chico normal, común y corriente, y con afanes de ser ignorado.

- ¿El bar ojos de gato?- preguntó más confundida que curiosa.

-El bar ojos de gato, no me había dado cuenta porque la estructura era diferente y aquella vez que venimos, bueno... digamos que tenía otras cosas más importantes en la cabeza- añadió recordando el miedo que había tenido en aquel entonces de que Zelda lo descubriera- en fin, aquí está la respuesta a lo que buscamos.

- ¿A la magia?- preguntó Aragón de forma ingenua.

-A menos que la magia consista en emborracharnos, no lo creo- añadió Impa.

Zelda se rio de forma nerviosa, Impa la miró de forma inquisitiva al saber que había estado en un lugar como ese, "solamente comimos" había aclarado la princesa de inmediato haciendo que la tutora relajara un poco su guardia.

-Es aquí, - volvió a decir Link- antes se llamaba la Tasca de Telma, pero lo que buscamos no es alcohol ni vino sino lo que está debajo, en los sótanos.

- ¿Qué buscamos?- preguntó Zelda.

-Un pasaje secreto hasta el castillo.

- ¿Eh!!?- clamaron los tres al unísono.

- ¿¡Para que queremos eso, Link!? Venimos de allá precisamente.

-Pero la otra entrada está cerrada- dijo Link moviendo la cola.

- ¿La entrada?, ¿A dónde?

-Quiero que sea una sorpresa- canturreó dando vueltitas de forma alegre alrededor de Zelda.

Los tres encapuchados entraron al bar siguiendo al lobo, los pocos clientes que había a esa hora del día los miraron extrañados, llegaron hasta el mostrador y saludaron a la chica albina que atendía el sitio.

Kai (3): Siempre a tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora