Capítulo 6.

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El celular sigue vibrando en mis manos, trato de reaccionar, pero no puedo.

¿Contesto? ¿Cuelgo?

La llamada se corta, seguramente por el buzón, el nunca deja un buzón, lo detesta.
Muerdo mi labio inferior y veo llegar una notificación. Me a dejado un mensaje de texto, lo abro y empiezo a leer.

"Beck, responde, tenemos que hablar."

¿Solo así? ¿Me envían una foto de el con otra y solo me pide que le coja las llamadas? ¡Ni siquiera ha vuelto a marcar!

- ¿Peleaste con tu novio? - Doy una mirada a Ash, había olvidado que estaba aquí.
- ¿Sabes? Deberías de dejar de leer mis conversaciones Ash, es de mala educación.
- Ni siquiera la leí, y no he leído una conversación tuya ¡Apenas te conozco!
- ¿No? Entonces como carajo supiste mi nombre
- ¿Enserio no lo has adivinado? ¡Te lo acabo de decir! Mi madre trabaja para la tuya, reconocería a tu padre, a tu madre, y a ti donde los viera
- ¿Supiste mi nombre desde que llegué?
- Claro
- ¿Entonces? - Siento mi cara arder y puedo sentir como la sangre sube a mi cara, seguro estoy más roja que un tomate. - ¿Entonces por qué...?
- Te dije que se me antojo. - Le vuelvo a soltar otro golpe en el brazo y esta vez suelto un bufido al lastimar mis nudillos.
- Eres un idiota Ash. - Suelto.
- Si, muchos me lo dicen, me tiene sin cuidado.

El celular vuelve a vibrar, esta vez es Evan. Suspiró y contesto.

- ¡Puedes explicarme por qué carajo no me cojes las llamadas! Me colgaste, me quedé preocupado
- Estoy ocupada Evan ¿Que necesitas?
- ¿Que necesito? Becka, deja tu inmadurez y respóndele a Jaden.
- No, si quiere hablar que el me busque, a mi no me interesa
- Becka, ¿Vas a dejar que una estúpida foto los separe?
- ¿Separar? - Suelto una risa llena de sarcasmo y escucho quejarse a Evan. - El y yo no somos nada Evan, y ya te dije estoy ocupada.
- ¿Las clases seguro, no?
- No te incumbe.
- ¡Becka! ¿Con quién estás? ¿Acaso es más importante esa persona para ti que Jaden? - Doy un vistazo a Ash, no está escuchando.
- Si... Lo es. - Cuelgo la llamada y me levanto, en realidad, ahora que caigo en cuenta. No tengo nada que hacer.
- ¿Por qué no entraste a clase? - Suelto un bufido.
- No quiero hablar de eso, más bien - Digo, antes de que Ash empiece a hablar - No quiero hablar de nada.
- Bien... Entonces sigueme. - Miró a Ash levantarse del pasto y empieza a caminar hacia el estacionamiento, lo sigo sin protestar, hasta llegar a donde estacionan las motocicletas. - Sube. - Dice, señalando una de las motos que están estacionadas y niego.
- No, no subiré a eso.
- ¿No confías en mí para ir conmigo a un lado?
- No eres tú... Es - Señaló la motocicleta y hago un gesto de desagrado. - Eso. - Ash suelta una corta risa.
-¿No me digas que nunca has subido a una motocicleta Becka?
-En mi vida, además ¿A dónde iremos?
-

A un lugar. - Ash se coloca un casco y sube, encendiendo la moto. - Colócate el casco y sube de una vez. - Doy una mirada a el casco y lo tomo. ¿Que puede pasar?
- ¿De verdad es seguro? - Me da una mirada fastidiada y suelto un suspiro, paso mi pierna derecha sobre el asiento y después paso mis manos por su cintura.
- Nunca dije que fuera seguro. - Dice y arranca, haciéndome pegarme a el y cerrar mis brazos a su alrededor.

Escuchó como empieza a reír, la velocidad sigue en aumento y mi fuerza también, jamás había subido a una motocicleta y estoy segura que no voy a querer hacerlo otra vez.
Miro como conduce entre calles que desconozco completamente y por un momento el pánico se apodera de mi.
¿Pero por que desconfiar de el? Más bien ¿Por qué confiar en el? Dejo que siga conduciendo, no tengo nada que perder.

Querido Ash.  [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora