16. Destierro

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Sos el destierro, el propio infierno

Después de estar 2 días siendo completamente ignorada por Emiliano ya me estaba empezando a cansar, ¿acaso tiene 5 años?. Ya explique 90 veces que tuve percances con mi teléfono y que no podía tener mi número, era imposible comunicarme con cualquier persona de aca. Pero insiste en no escucharme. Ahora estábamos subiendo a un mini bus para viajar a un festival donde iban a tocar, así que entro veo que Denis anda merodeando y Emiliano esta sentado solo, aprovecho la oportunidad y me siento a su lado. El tiene los ojos cerrados y esta escuchando música. No quiero parecer pesada, pero necesito que estemos bien, necesito que me vuelva a dirigir la palabra y que me sonría, necesito ver esa hermosa sonrisa dirigida hasta mi.

--¿Hasta cuando piensas ignorarme? –le saco un auricular y susurro sobre su oído, veo como el pega un salto en su lugar.- Perdón.

-- No me asustaste –susurra apenas, sin abrir los ojos.- Puedo sentir tu perfume de lejos.

-- Emi... –me quejo.- Estas perdiendo tiempo.

-- Quiero dormir, ¿puedo? –pregunta y yo entorno los ojos.-

-- Deja de ser infantil, no vengas a joderme después. Insisto porque quiero que nos acerquemos, pero no veo interés de tu parte así que no voy a arrastrarme por un tipo que esta actuando como un niño de 6 años. –tomo mis cosas y me levanto.- Aguanta que me voy a bajar.

-- ¿Qué pasa, no grabamos? –pregunta Bruno preocupado.-

-- Anda vos, no me siento muy bien... algo me esta haciendo mal aquí. –doy una mirada al interior y veo que todos siguen arreglándose.- Nos vemos de noche, adiós.

***

Ante el inminente dolor de cabeza, decido buscar algun local 24hrs para comprarme algo. Deben ser un poco más de la 1 am y aun escucho movimientos, sé que hace un rato la banda llegó porque Bruno me avisó.

Me coloco los auriculares y entro en el ascensor, mi mente solo reproduce imágenes de Emiliano y más Emiliano. De que ya no se que hacer para que me vuelva a hablar. No tengo la culpa de que actue como un niño, ya he demostrado que me interesa. No puedo hacer todo en esta vida.

Las puertas del ascensor se abren y lo primero que veo es a Fran, Martin y Emiliano sentados en una mesa cenando. Trato de pasar lo más desapercibida posible, aunque dudo que lo haya conseguido. Aprovecho el haber salido del hotel y trato de llamar a mi hermana, necesito saber como está la situación en casa.

Hablo con mi hermana y trato de hacer el mayor tiempo posible para que cuando vuelva al hotel no cruzarme con ellos, pero veo que mi plan falló cuando entro al hotel y veo que a los 3, se sumó Nicolas... es más, Nicolas grita mi nombre y yo forzó una sonrisa y camino hasta ellos.

--Buenas noches –saluda.- ¿Cómo estas? Me dijeron que estabas mal.

-- Buen provecho chicos –miro a Emiliano.- Mejor, me duele un poco la cabeza nomás. Creo que algo me cayó mal...

-- Ah bueno, así me quedo más tranquilo –me sonríe.- Nos iremos después de desayunar, eso de las 9 por ahí... -me avisa y yo asiento.- Descansa Clara.

-- Gracias Nico –susurro.- Adiós, buenas noches –los chicos (menos Emiliano) me devuelven el saludo con un asentimiento y yo me retiro. Basta, hasta aquí llegue. Si Emiliano siente algo, que lo demuestre, yo ya hice mas que suficiente. Entro al ascensor y mientras espero que las puertas se cierren, no puedo darle una mirada, cuando nuestras miradas chocan Emiliano me guiña el ojo y yo entorno los ojos. No estoy para jueguitos.- Idiota... -susurro y me doy media vuelta.-

Autodestructivo | Emiliano Brancciari (NTVG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora