Autodestructivo | Emiliano Brancciari (NTVG)

7. Ángel con campera

  Espero me disculpes la demora, prefiero llegar tarde y no mentir 

Termino de editar los últimos detalles del video y suspiro. Son las 4am, mañana es el ultimo concierto de No Te Va Gustar en México y yo tengo que entregar esto en el estudio para Esteban y darle una copia a Nicolas.

No puedo dormir por culpa de los nervios y también por culpa de él, de ese hombre que en estas dos semanas se ha ganado un lugar en mi corazón (igual que toda la banda), pero Emiliano me robaba el aire, su sonrisa y su voz me habían ganado por completa, ese aire de chico misterioso, aunque era más por su timidez, un hombre del rock completamente reservado, que nunca pierde el humor ni la simpatía.

Envidio a su ex mujer. Debe ser un compañero excelente, un excelente padre.

Quien tuviera la suerte de tener un hombre de esos sería la mujer mas afortunada del mundo.

Ojala a todas las mujeres les tocara un hombre así. A otras como yo, la suerte no nos toca, y el amor ciega, no nos deja ver el mal que nos hace, hay hombres que te hacen perder la razón, perder el amor propio, perder la cordura. Te hacen dudar de vos, de tu familia, de tus amigos. Necesitamos sacar a esos tipos de la sociedad, necesitamos perder el miedo.

--El otro día te dije que era interesante y miesterioso que empezaras de 0 en otro país, pero... -Emiliano se sienta frente a mi.- a veces estás tan perdida en tus pensamientos que me pica la curiosidad.

-- ¿No hace el misterio a una mujer mas atractiva? –rio ante la cliché frase.-

-- No creo que necesites misterio en tu vida para ser atractiva, con todo respecto, ya eres muy. -mis mejillas se vuelven rojas y el ríe, su sonrisa hace que me olvide de desviar la mirada y de esconder mi rubor.- Te pusiste roja, ¿no sabes aceptar un piropo?

-- Creo que mi timidez no me permite –carcajeo- Así como jamas pensé escuchar algo así de tu parte... pero en fin, gracias.

-- Es mi nuevo proyecto de vida –pone sus brazos detrás de la cabeza y me mira fijo.- Recordarle a las mujeres que son hermosas.

-- Pareces un Don Juan.

-- No le falto el respeto a ninguna, o eso creo. Intento cambiar la idea que todos los hombres pensamos con la cabeza de pija. Obviamente hay algunos... muchos, con una cerebro de nuez.

-- Lo sé –perfectamente.-

-- Igual, cambiemos de tema porque esto es delicado y no quiero meter la pata.

-- Lamento cortar la charla, pero necesito ir a dormir... es más, ¿Qué haces despierto a esta hora?

-- Adrenalina, supongo –lo miro curiosa, me paro a saludarlo.- Buenas noches, Clara.

-- Descansa –doy un beso en su mejilla pero el no se aleja, y por un par de segundos quedamos con los rostros casi enfrentados. El corazón me late a mil, solo de sentir su respiración en mi oído, oler su perfume o loción, me muerdo el labio inferior para no tirarme encima de él. Aclaro la garganta y me alejo.- Duerme por favor Emiliano.

-- Lo haré.